Ojos negros brillan desde la profundidad galáctica, invade corazones, amenizan las voces del sur, estalla en la cara de dioses insolentes.
Guía la tranquilidad del momento extremo, despidiendo las fuentes hacia las miradas de locos inesperados, la lucha no encuentra un sentido hasta que la abraza, hablan de destinos inoportunos, divorciando a las calmas de los desastres mientras sus manos todo lo equilibran.
La noche se vuelve serena con su danza explosiva, todo exclama el sentir del remolino violento, el alma sacrifica la duda, el tormento eterno se vuelve efímero en la inspiración de sus ojos, la esencia habilita el cosmo redundante, abriendo el laberinto a los sueños de sus días dorados.
Advirtió al mundo lo mucho que se ama a la luz del sol.
Fotografía de mi autoría