En el volumen anterior hablábamos sobre las habilidades blandas, también llamadas soft Skills. Estas se han dado a conocer, como ese complemento que, además del conocimiento y las destrezas laborales, son necesarias en cada individuo, pues presuponen una fortaleza que se traduce en ser creativo, entusiasta, proactivo, productivo y resiliente.
También comentábamos sobre algunas de estas habilidades, detallando sus potencialidades. Hoy en este volumen continuaremos detallando alguna de ellas e incluso daremos algunas recomendaciones para activarlas. Recordemos que estas capacidades vienen dando importantes impulsos en las organizaciones, por lo que incluso serán determinantes para encontrar un empleo a medida que transcurre el tiempo.
Las soft skills que trataremos hoy son:
- Resolución de problemas: Un elemento esencial para cada persona, no solo a nivel de las organizaciones, sino también personal. Las personas resolutivas, proactivas, inspiradas, diseñadoras (design thinking) muestran capacidades de resolver valiéndose de la creatividad y la asertividad, los problemas que se presenten en nuestra cotidianidad. Por eso hoy, los currículos por competencias y las metodologías activas asumen que el aprendizaje basado en proyectos y problemas, asegurarán la formación de individuos con estas capacidades.
- El liderazgo: Hoy sabemos que ser líder es mucho más que representar un equipo, pues presupone realmente un trabajo cooperativo. Un líder debe saber gestionar, comunicar, motivar, tomar decisiones asertivas, asumir riesgos y mantener el control sin disminuir las potencialidades de sus semejantes.
- Gestionar adecuadamente el tiempo: Muchas veces somos expertos en el desorden y la procrastinación, una debilidad que realmente puede afectar nuestro desempeño, pero que no es imposible de combatir cuando estamos entusiasmados. Para ello debemos aprender a planificar, organizar, establecer metas de acuerdo a plazos, pues esto amerita priorizarlas en el tiempo. Si somos organizados lograremos los objetivos propuestos en los lapsos fijados.
- Saber negociar: Aunque para muchos esta palabra suene mal, debemos aprender a negociar, y esto es gestionar definitivamente. Para ello se requiere de paciencia y sabiduría, pues amerita aprender a persuadir, si ello es necesario para alcanzar las metas fijadas.
- El trabajo cooperativo: Un elemento esencial y determinante que parece ser bastante difícil en la mayoría de los grupos sociales y laborales. Muchos anhelan tener el protagonismo dejando a un lado a los compañeros, más el trabajo en equipo, la división de las funciones entre todos asegura excelentes resultados. Para ello, se debe desarrollar el respeto, la amabilidad, la aceptación de ideas y críticas, la empatía y el soltar muchas veces la dirección hacia otras personas que están ansiosas también de demostrar sus capacidades.
Ya viste otras de estas habilidades, ahora te daremos algunos tips para entrenarlas y vivir sus excelentes aportes:
- Sea consciente de cada uno de ellas y trabaje cada día para ponerlas en práctica.
- Inscríbase en cursos o talleres de formación, hoy en día hay demasiadas opciones virtuales y presenciales e incluso gratuitas.
- Estudie a sus compañeros y determine sus habilidades blandas, esto le permitirá valerse de este recurso a la hora de conformar un equipo de trabajo.
- La autocrítica constructiva es importante ¡Revisa tus acciones! Y toma nota de esos elementos que puedes mejorar para asegurar el éxito de tus metas.
- La lectura de todo documento que edifique tu actuación es elemental, por eso, amerita tiempo y entusiasmo.
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