Ayer salí con el niño a un centro comercial a realizar unas compras, pasamos un buen rato, y en una tienda se enamoró de unas botas económicas, full colores e inmediatamente me pidió que se las regalara. Compré otras cosas y al salir, le pedí ayuda con las bolsas.
Cuando llegamos a casa, y comenzamos a ver nuestras cosas, me pude percatar que se había perdido una bolsa, con el regalo de mi papá por motivos del día del padre. Me molesté demasiado porque fue una de las que estaba a su cuidado, y él aceptó que en algún momento la debió haber perdido.
Mi niño es síndrome de asperger de alto funcionamiento, y además tiene alho de retraso motor en sus brazos y manos. Esto hace que su letra al escribir sea muy rudimentaria, le cueste asearse, dañe las cosas por la fuerza que tiene al usarlas y nunca haya aprendido a amarrarse los zapatos.
Asumo que esta fue una de las cosas por las que extravío la bolsa. Al entrar a su habitación para dormir, lo pude observar mirando unos videos de youtube donde explicaban como amarrar las trenzas de sus nuevos zapatos. Pude ver lo mucho que le costaba y la frustración que tenía, se me salieron las lágrimas pero me hice muy fuerte y comencé a explicarle.
No lo pudo lograr y se fue a dormir muy triste. Esa rabia que tenía por la pérdida de la bolsa, pues eran los ahorros para esa ocasión, desapareció en un instante. Al despertar lo primero que hizo fue volver a intentar y a esta hora no lo ha logrado aún.
Ser mamá no es una tarea fácil, y esta situación me hace entender que aún nos queda mucho por trabajar, más tengo la certeza de que si lo podrá alcanzar. Estoy acostumbrada a anudar las trenzas y había olvidado lo complicado que pudo haber sido cuando no sabía hacerlo.