Historias de Do´Rehs #7: Redención. | Do'Rehs Stories #7: Redemption.

in Writing Club2 years ago

Todos los personajes, lugares e historias son de mi autoría y forman parte del mundo de fantasía de mi libro Blood of Champions que pueden encontrar en Wattpad

All the characters, places and stories are my own and are part of the fantasy world of my book Blood of Champions that you can find on Wattpad

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Español

-¡Kargath! ¡oye, Kargath! - gritaba un anciano orco dirigiéndose hacia uno más joven

"Maldición, más trabajo, ya estoy cansado" pensó el joven Kargath antes de volver hacia su superior con una mirada de pocos amigos, pero sabiendo que tenía que hacerle caso - dígame - respondió con pocas ganas de hacerlo.

-Oh, muchacho, necesito que vayas al bosque por algunas tablas de madera de Gaohkerena, son muy importantes para la ceremonia de esta noche y yo no tengo la misma fuerza de antes para ir tras ella, recuerda que es un árbol muy duro- dijo el orco con amabilidad, notoriamente cansado, había trabajado todo el día en la ceremonia cultural que los orcos realizarían esa noche para calmar a sus espíritus.

-Claro, lo haré - dijo Kargath, dirigiéndose de inmediato al bosque.

La noche ya caía sobre las inmensas llanuras que se extendían delante de Kargath, vastas y silenciosas, un mar de sin fin que desaparecía en el horizonte, con hierba verde y densa, algunas que otras montañas majestuosas y los ecos de los fantasmas del pasado, que habían luchado en ese mismo suelo, una llanura donde los sueños se hacían realidad y el destino de los orcos era forjado, Kargath sabía que tenía que caminar una distancia considerable y era una idea poco agradable, sin embargo, no tenía opciones. Kargath, al igual que la mayoría de los orcos, tenía un aspecto imponente, con piel gruesa y escamosa, de aspecto tosco y salvaje, aunque un poco menos amenazante que sus compatriotas. Sus dientes eran grandes y afilados, parecía una bestia salvaje, sin embargo, era bastante civilizado, más allá de sus ropas de cuero curtido y sus collares para espantar fantasmas. La tribu orca, se encontraba rodeada por barricadas de palos, repleta de casas rudimentarias construidas a base de madera y piedra que no habían pasado por ningún refinamiento, los orcos eran muy ruidosos, bastante hediondos y tribales, para el momento en el que Kargath abandonaba la aldea, ya se podía escuchar el sonido de los tambores tribales sonar.

Mientras el orco con su poderosa hacha de un tamaño desproporcionado para cualquier otro ser mortal intentaba talar la madera del duro árbol, escuchó una voz cerca de él.

-Eh, ¿con que talando madera? - dijo una voz armoniosa y casi angelical, característica de los reinos humanos.

Acercándose a Kargath se encontraba un humano distinguido entre los demás, de altura imponente y complexión musculosa, algo difícil de lograr en humanos si lo comparamos con los orcos, por lo que indicaba años de entrenamiento y lucha. Su cabello rubio se agitaba con la brisa, y su piel pálida y ojos claros llenos de determinación y valentían eran característicos, su armadura de placas no brillaba con todo su resplandor, pues el sol ya no yacía en el horizonte, un auténtico guerrero, aunque solo era eso, pues entre los humanos, aquel muchacho era de clase social muy baja, y a diferencia de los orcos, la fuerza bruta no determina tu posición en la sociedad.

De inmediato Kargath le regresó una sonrisa, Niall y el orco eran amigos desde que eran niños, Niall pertenecía a uno de los pueblos humanos cercanos a la aldea de los orcos, y se conocieron cuando los humanos visitaron la aldea de los orcos en uno de sus tantos viajes diplomáticos, sumamente importantes para mantener la paz entre ambas razas. Niall le mostró al orco un artefacto para cortar madera que habían diseñado los gnomos y los enanos, conocidos como los más grandes ingenieros de todo Do´Rehs, siendo una de las razas más inteligentes en cuanto a la ciencia se refiere, la máquina, de dientes afilados y forjada por metal, pareció encenderse cuando Niall apretó un botón y de inmediato al entrar en contacto con el árbol, lo atravesó con facilidad.

En pocos minutos habían terminado de recoger la madera necesaria para Kargath. -Oye amigo ¿qué te parece si vamos a pescar? hace mucho que no preparamos algunos de esos salmones del lago en una fogata, y la verdad es que tengo bastante hambre, llevo todo el día recorriendo estos caminos en busca de algunos bandidos que se escaparon en la mañana de los calabozos - dijo el humano exahusto y notoriamente desgastado. El orco simplemente asintió, sabiendo que gracias a la maravillosa máquina, se había ahorrado bastante tiempo y es que era un pasatiempo de los amigos hacer eso de vez en cuando, los salmones del lago eran una de las más exquisitas carnes marinas de todo Do´Rehs.

Mientras preparaban y comían los salmones, ambos hablaron durante horas y el tiempo se hizo corto, para cuando se dieron cuenta era bastante tarde y Kargath debía regresar pues el ritual ceremonial estaba a punto de iniciar, quedaron en verse y se despidieron con un saludo amistoso.

Al día siguiente después de la ceremonia, todos los habitantes del pueblo se encontraban preocupados, por primera vez en casi 100 años, los chamanes no habían avisado al pueblo lo que habían conversado con los espíritus. La última vez que sucedió un maremoto de proporciones épicas arrasó con aquella aldea de los orcos, que aún 100 años después no había podido recuperar toda la extensión de territorio que en algún momento les perteneció, pues los centauros y las bestias de las llanuras se adueñaron de aquellos sitios. Kargath conversaba con otros orcos respecto al desastre natural que podía aproximarse cuando escucharon tocar el cuerno desde el cuartel militar, un cuerno que era común escuchar sonar pues los centauros y las demás bestias solían atacar con frecuencia la aldea, por lo que los guerreros orcos estaban preparados para tomar las armas y defenderse, sin embargo, en aquella ocasión fue diferente, nadie observó nada acercarse desde el horizonte y las órdenes de los líderes fueron solo asistir al cuartel, allí, Kargath y los demás soldados se enteraron de lo peor, los espíritus anunciaron una traición de parte de los reinos humanos, por considerar a los orcos una amenaza primitiva, si lo que decían era cierto, una gran legión de soldados se dirigía al campamento en ese momento y los orcos decidieron interceptarlos en un campo abierto, algo que se suponía les beneficiaría.

Kargath y los demás orcos formaron con tenacidad y valentía, pero en el fondo, él quería que al llegar al sitio, no hubiese nada, lamentablemente para Kargath, el tambor de guerra humano se escuchó a la lejanía, los humanos en sus esplendorosos caballos y con sus enormes espadas, se dirigían a toda velocidad hacia el ejércitos de los orcos, por supuesto, estos últimos, sacaron su lado más salvaje y la masacre comenzó, Kargath era un magnífico guerrero, con un solo movimiento era capaz de decapitar a cualquier humano, además de que su físico le permitía recibir heridas de las espadas sin disminuir su fuerza, impulsada por la cólera, sin embargo, en un momento de la batalla, Niall logró colocar su espada en el cuello del orco, pero al darse cuenta que se trataba de su amigo, se congeló, no lo degolló, mientras que Kargath, en un momento de desesperación y angustia y totalmente nublado por la adrenalina, se dejó llevar por la confusión y atravesó al humano con su hacha justo en el estómago, Niall lo miró y solo logró decir pocas palabras antes de morir -Te entiendo-.

Kargath solo se quedó con el cuerpo de su amigo en las manos, esperando que lo maten, que algún humano se apiade del sentimiento de dolor que el orco sentía y acabase con su vida, sin embargo no fue así y los orcos cada vez más superaban a los humanos, hasta que finalmente los hicieron retroceder, sin embargo, en medio del júbilo y el éxtasis por haber ganado, mientras preparaban un gran festín, todos se dieron cuenta de que Kargath no estaba, y su cadáver tampoco, por lo cual, no podían darlo por muerto.

Kargath se alojó en la cima de una montaña, atormentado por las visiones que tenía del momento en el que mató a su amigo, a pesar de saber que defendía lo que creía justo y verdadero, el impulso del miedo y la confusión fueron los que lo llevaron a hacer tan atroz acto, Kargath pasó muchos años viviendo en el exilio, mientras que la guerra entre los orcos y los humanos solo se expandía. Un día fue encontrado por un grupo de orcos, justo el día en el que los espíritus bajaban a hablar con los chamanes. Kargath yacía a las afueras de su cabaña, desaliñado, envejecido y de inmediato, reaccionó hostilmente.

-Fuera de mi vista, o los mataré a todos - dijo el orco con sus ojos encendidos en sangre, por el odio y el repudio que sentía hacia todo lo vivo.

El chamán orco se acercó a Kargath ignorando sus amenazas -escucha, viejo guerrero, los espíritus nos han dicho donde encontrarte, en especial uno en particular que desea hablar contigo- expresó mientras sacaba de una vieja bolsa de cuero una serie de polvos y hierbas utilizados por los orcos para atraer espíritus. Una vez que terminó de mezclar todo, lo derramo en el suelo y tras pronunciar palabras en un idioma nativo de los orcos, la figura fantasmagórica de Niall se hizo presente, Kargath, impactado, no tuvo otra reacción más que intentar alejarse, hasta que Niall le habló.

-Kargath...- dijo con una voz que parecía venir de todos lados y de ningún sitio a la voz, muy suave, angelical - muchas veces las cirscuntancias en las que nos encontramos están fuera de nuestro control y nublan nuestro juicio, llevando a nuestros cuerpos a realizar actos que no queremos, no te culpo por lo que hiciste en un momento de confusión y miedo, en el que no pudiste reflexionar sobre las consecuencias, hiciste lo que debías hacer para defender a tu raza y yo te perdono, lo hice desde aquel día en el que me fui y hasta este momento, no me arrepiento de haberte vuelto mi amigo - expresó Niall. -Kargath, los viejos espíritus orcos me han informado que un profeta volverá del olvido para sellar las diferencias entre los humanos y los orcos, pues un enemigo en común se aproxima a gran velocidad, estoy seguro de que tu eres el único capaz de sellar esa brecha, acaba con el ciclo - finalizó antes de desvanecerse.

Kargath pidió a sus visitantes irse, y se quedó solo durante otro par de meses, donde solo recordaba los escazos segundos de charla que mantuvo con su amigo, en constante reflexión y autoconocimiento, Kargath, quien ya había obtenido el perdón de Niall, encontró el perdón propio, y supo que la única misión que lo haría sentirse bien consigo mismo, sería la que Niall y los ancestros orcos le encomendaron, cerrar la brecha. Kargarth tomó sus cosas y se dirigió al centro del problema, los reinos humanos, con una sola misión, convencerlos de que los orcos no son una amenaza para la integridad de la vida en Do´Rehs.


English

-Kargath! Hey Kargath! - shouted an old orc heading towards a younger one

"Damn, more work, I'm already tired" the young Kargath thought before turning to his superior with a not very friendly look, but knowing that he had to listen to her-tell me-he answered with little desire to do so.

"Oh boy, I need you to go to the forest for some Gaohkerena wooden boards, they are very important for tonight's ceremony and I don't have the same strength as before to go after her, remember that it is a very hard tree" he said the orc kindly, obviously tired, had worked all day on the cultural ceremony that the orcs would perform that night to calm their spirits.

"Sure, I will," Kargath said, heading immediately into the forest.

Night was already falling on the immense plains that stretched out before Kargath, vast and silent, an endless sea that disappeared on the horizon, with dense green grass, some majestic mountains and the echoes of the ghosts of the past, That they had fought on this very ground, a plain where dreams came true and the fate of orcs was forged, Kargath knew that he had to walk a considerable distance and it was an unpleasant idea, yet he had no choice. Kargath, like most orcs, was imposing looking, with thick, scaly skin, rough and savage looking, though slightly less threatening than his compatriots. His teeth were large and sharp, he looked like a wild beast, yet he was quite civilized, beyond his tanned leather clothing and ghost-scaring collars. The orc tribe was surrounded by barricades of sticks, full of rudimentary houses built from wood and stone that had not gone through any refinement, the orcs were very noisy, quite stinky and tribal, by the time Kargath left the village, you could already hear the sound of tribal drums beating.

As the orc with his powerful ax disproportionate in size to any other mortal being tried to cut down the wood of the hard tree, he heard a voice near him.

-Hey, what are you cutting wood with? - said a harmonious and almost angelic voice, characteristic of the human kingdoms.

Approaching Kargath was a distinguished human among the rest, of imposing height and muscular build, something difficult to achieve in humans when compared to orcs, thus indicating years of training and fighting. His blond hair fluttered in the breeze, and his pale skin and clear eyes full of determination and bravery were characteristic, his plate armor did not shine with all its brilliance, for the sun no longer lay on the horizon, a true warrior, although It was just that, because among humans, that boy was from a very low social class, and unlike orcs, brute force does not determine your position in society.

Kargath immediately returned a smile, Niall and the orc were friends since they were children, Niall belonged to one of the human villages near the orc village, and they met when the humans visited the orc village in one of his many diplomatic trips, extremely important to maintain peace between both races. Niall showed the orc a device for cutting wood that had been designed by the gnomes and dwarves, known as the greatest engineers in all of Do'Rehs, being one of the most intelligent races in terms of science, the machine, of course. razor-sharp teeth and forged from metal, it seemed to ignite when Niall pressed a button and immediately upon contact with the tree, it passed through with ease.

In a few minutes they had finished gathering the wood needed for Kargath. -Hey friend, what do you think if we go fishing? It's been a long time since we prepared some of those salmon from the lake in a bonfire, and the truth is that I'm quite hungry, I've been walking these roads all day looking for some bandits who escaped from the dungeons in the morning - said the exhausted human and noticeably worn. The orc simply nodded, knowing that thanks to the wonderful machine, he had saved a lot of time and it was a hobby of friends to do that from time to time, the lake salmon were one of the most exquisite marine meats in all of Do' rehs.

While they prepared and ate the salmon, they both talked for hours and time was short, by the time they realized it was quite late and Kargath had to return because the ceremonial ritual was about to start, they arranged to see each other and they said goodbye with a friendly greeting. .

The next day after the ceremony, all the townspeople were worried. For the first time in almost 100 years, the shamans had not told the town what they had discussed with the spirits. The last time a tidal wave of epic proportions happened, it devastated that village of the orcs, which even 100 years later had not been able to recover the entire extension of territory that once belonged to them, as the centaurs and the beasts of the plains took over. of those sites. Kargath was talking with other orcs about the natural disaster that could approach when they heard the horn blow from the military headquarters, a horn that was common to hear because centaurs and other beasts used to attack the village frequently, so the orc warriors were prepared to take up arms and defend themselves, however, on that occasion it was different, nobody observed anything approaching from the horizon and the orders of the leaders were only to attend the barracks, there, Kargath and the other soldiers found out the worst, the spirits announced a betrayal on the part of the human kingdoms, considering the orcs a primitive threat, if what they said was true, a large legion of soldiers was heading to the camp at that time and the orcs decided to intercept them in an open field, something which was supposed to benefit them.

Kargath and the other orcs formed with tenacity and courage, but deep down, he wanted that when he arrived at the site, there would be nothing, unfortunately for Kargath, the human war drum was heard in the distance, the humans on their splendid horses and with their huge swords, they went at full speed towards the armies of the orcs, of course, the latter brought out their wildest side and the massacre began, Kargath was a magnificent warrior, with a single movement he was capable of decapitating any human In addition to the fact that his physique allowed him to receive wounds from the swords without diminishing his strength, driven by anger, however, at one point in the battle, Niall managed to place his sword on the orc's neck, but realizing that he was It was about his friend, he froze, he didn't slash his throat, while Kargath, in a moment of despair and anguish and completely clouded with adrenaline, got carried away with confusion and ran his ax right through the human's stomach, Niall hitting him. He looked and only managed to say a few words before dying -I understand you-.

Kargath only stayed with the body of his friend in his hands, hoping that they would kill him, that some human would take pity on the feeling of pain that the orc felt and end his life, however it was not like that and the orcs were increasingly outnumbered. to the humans, until they finally made them back, however, in the midst of jubilation and ecstasy for having won, while they prepared a great feast, they all realized that Kargath was not there, and his corpse was not there either, for which, they couldn't leave him for dead.

Kargath stayed on top of a mountain, tormented by visions he had of the moment he killed his friend, despite knowing that he stood up for what he believed to be just and true, the impulse of fear and confusion were what drove him. Driven to do such a heinous act, Kargath spent many years living in exile, while the war between orcs and humans only spread. One day he was found by a group of orcs, just the day the spirits came down to talk to the shamans. Kargath lay just outside his cabin, scruffy, aged, and immediately reacting hostilely.

"Get out of my sight, or I'll kill you all" said the orc with his eyes alight with blood, due to the hatred and repudiation that he felt towards all living things.

The orc shaman approached Kargath ignoring his threats -listen, old warrior, the spirits have told us where to find you, especially one in particular who wants to talk to you- he expressed while taking out a series of used powders and herbs from an old leather bag. by orcs to attract spirits. Once he finished mixing everything, he spilled it on the ground and after pronouncing words in a native language of the orcs, the ghostly figure of Niall appeared, Kargath, shocked, had no other reaction than to try to get away, until Niall spoke to him.

-Kargath...- he said with a voice that seemed to come from everywhere and from nowhere to the voice, very soft, angelic - many times the circumstances in which we find ourselves are out of our control and cloud our judgment, leading to our bodies to perform acts we do not want, I do not blame you for what you did in a moment of confusion and fear, when you could not reflect on the consequences, you did what you had to do to defend your race and I forgive you, I do. I've done since that day I left and until now, I don't regret having become my friend - Niall said. -Kargath, the old orc spirits have informed me that a prophet will return from oblivion to seal the differences between humans and orcs, since a common enemy is approaching at great speed, I am sure that you are the only one capable of sealing that gap, end the cycle - ended before vanishing.

Kargath asked his visitors to leave, and he was left alone for another couple of months, where he only remembered the few seconds of talk he had with his friend, in constant reflection and self-knowledge, Kargath, who had already obtained Niall's forgiveness, found the Self-forgiveness, and he knew that the only mission that would make him feel good about himself, would be the one that Niall and the orc ancestors entrusted to him, to close the gap. Kargarth took his things and went to the heart of the problem, the human kingdoms, with a single mission, to convince them that the orcs are not a threat to the integrity of life in Do'Rehs.

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KARGATH


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