Me ha gustado mucho la sonoridad de tu poesía, cada palabra parece flotar, caer y tener sentido. Las imágenes se ajustan perfectas en esa escala de grises que define la vida con su luz, oscuridad y matices intermedios.
La vida con su dulce y su amargo vale la pena...
Gracias por compartir este escrito.
Es así, siempre vale la pena, como dices, que entre lo amargo y lo dulce, seamos lo fresco para los demás. Me gusta que te guste esta particular "partitura" sonora, donde la repetición hace un juego de escala sobre tres visiones simples entre lo que es, lo que se anhela y lo que parece ser. Un gran abrazo