The Window / La Ventana (ENG/ESP)

Lucy woke up from her long afternoon nap and perceived a strange smell coming from the window; it was a familiar scent, unmistakable: the sea.

But it couldn't be the sea, it was in her room, she knew her room perfectly;

The same used books, the same worn bed, his clothes in a messy corner, the same feeling of confinement in the city.

He was in his room, how could he smell the Sea?

He concentrated on the smell, until he noticed that he could hear it too; he could hear the crashing of waves against a breakwater.

He heard the seagulls singing in the distance and also; he began to feel the characteristic humidity of the coastal breeze caressing his skin.

She opened her eyes and jumped out of bed, ran to the window and was stunned; there, where before she had only seen the gray building across the street, now stretched an immense ocean. The water, a deep, crystal blue, stretched as far as the eye could see.

She laughed, nervous, impressed, bewildered and excited.

How could she have the sea within reach of her window?

She didn't hesitate for a second before sitting on the sill and dipping her feet in to test the water.

It's cool, how the sea must be.

She looked in all directions, making sure not to be seen, to finally; take off her pajamas and dive deep into it.

She climbed out to check that her window was still there; floating in the nothingness, but with full access to her room.

He dove in once more, into the deep; to grab some stars from the seabed, also some snails, saw a couple of fish swimming peacefully and even, a sock and a dolphin.

He swam as long as his body wanted him to, until gradually the day began to turn orange and the sunset began to turn the waves rougher.

He returned to his window, no problem; when he entered his room he had wet the floor, looking for a towel to dry himself.

The afternoon wind whipped the window with force, so she decided to close it while she looked for clothes to wear, so she could watch the sunset sitting from her window.

When she was ready, she took the hands, pulled them and got the gray panorama of the city.

Bewildered, she closes the window again, this time more carefully; she opens it again, to see the same gray landscape she has known since she moved to the concrete jungle.

She tries a couple of times, without success.

Gone is the smell of the sea, and the sound of the waves; now everything is replaced by the sound of cars and smog.

Was it a dream?

But the tan on his arms and the smell of salt on his clothes confirm to him that it was all real.

He smiles to himself and thanks the universe for that little trip to the sea from his room.

Thanks for reading!

==== VERSION EN ESPAÑOL ====

Lucy despertó de su larga siesta vespertina y percibió un olor extraño proveniente de la ventana; Era un aroma conocido, inconfundible: el mar.

Pero no podía ser el Mar, estaba en su habitación, conocia a la perfección su habitación;

Los mismos libros usados, la misma cama desgastada, su ropa desordenada en una esquina, la misma sensación de encierro en la ciudad.

Estaba en su habitación, cómo podía oler el Mar?

Se concentró en el olor, hasta notar que también lo escuchaba; escuchaba el repicar de las olas contra un rompeolas.

Escuchaba las gaviotas cantando a lo lejos e tambien; empezaba a sentir la humedad característica de la brisa costera acariciando su piel.

Abrió los ojos y salto de la cama, para correr hacia la ventana y se quedó pasmada; allí, donde antes solo había visto el gris edificio de enfrente, ahora se extendía un inmenso océano. El agua, de un azul profundo y cristalino, se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

Rió, nerviosa, impresionada, desconcertada y emocionada.

¿Cómo podía tener el mar al alcance de su ventana?

No lo dudo ni un segundo antes de sentarte en el umbral y sumergir sus pies para probar el agua.

Está fresca, cómo debe ser el mar.

Miro a todas direcciones, asegurándose de no ser vista, para finalmente; quitarse el pijamas y zambullirse en lo profundo del mismo.

Salió para chequear que su ventana seguía allí; flotando en la nada, pero con acceso completo a su habitación.

Se zambulló una vez más, en lo profundo; para tomar algunas estrellas del lecho marino, también unos caracoles, vio un par de peces nadar tranquilamente e incluso, una media y un delfín.

Nado tanto como le pidió el cuerpo; hasta que de paulatinamente; el día empezo a tornarse naranja y el atardecer, empezó a volver las olas más recias.

Volvió a su ventana, sin problema; al entrar en su habitación había mojado el piso, buscando una toalla para secarse.

El viento de la tarde azotaba con fuerza la ventana por lo que decidió cerrarla mientras buscaba ropa que ponerse , así, ver el atardecer sentada desde si ventana.

Al estar lista; toma las manecillas, las jala y se consigue con el gris panorama de la ciudad.

Desconcertada, cierra la ventana nuevamente, está vez; con más cuidado; la abre de nuevo, para ver el mismo paisaje gris que conoce desde que se mudó a la selva de cemento.

Lo intenta un par de veces, sin éxito.

Ya no está el olor a mar, ni el sonido de las olas; ahora todo es reemplazado por el sonido de los carros y el smog.

¿Habrá sido un sueño?

Pero el bronceado de sus brazos y el olor a sal que está en su ropa, le que confirman que todo fue real.

Sonríe para sus adentros y agradece al universo ese pequeño viaje al mar desde su habitación.

Si has llegado hasta aca, muchas gracias por leer!