Colors of the soul | My skies and me [En-Es]

Nada más hermoso y que conforte el alma, que los colores de un cielo. Desde siempre y por siempre, soy amante de ellos y de sus colores. Esos que me brindan en cada amanecer o en cada tarde, e incluso, en cada anochecer. El cielo es una mágica conjunción de color, alegría, amor, y de muchos otros sentimientos que forman parte de tu ser.

Cada amanecer o atardecer, siempre admiro lo que me regala este elemento hermoso de la naturaleza. Un mismo cielo, así como la vida, puede tener muchos colores, a veces, dependiendo de nuestro ánimo y el momento en que vivamos.

Hay cielo azules tan hermosos, con sus copos de algodón naturales, que con solo mirarlos, te alegran el alma y por supuesto, el día. Otros tornasoles, con rosados, violetas, azules, todos juntos en un mismo lienzo, y que hacen de la vista, un deleite que nos adorna también el alma.

Un amanecer es tan especial y con cielos llenos de tanta energía bonita, de esa que alegra el alma y te infunde la disposición y voluntad necesaria para comenzar el día. Cada amanecer, cada cielo, es un regalo de agradecimiento.

Hasta los grises, muchas veces, como en ocasiones se encuentra nuestra alma, como dice una canción conocida por allí, los grises también forman parte del paisaje. Un cielo gris o nublado, o quizás después de la lluvia, siempre da paso al naciente sol, ese que vence lo gris y se instala para también regalarnos elementos preciosos como un arcoíris.

Son tantas las maravillas que nos ofrece el cielo. Yo tengo mi propia colección de cielos, muchísimos, no llevo la cuenta de cuantas imágenes son, pero hoy, quiero compartirles unas cuantas por aquí para alegrar su alma, su vista, su existir. Gracias por acompañarme hasta aquí. Los veo en la próxima publicación.