I've rarely had portraits done, and I've really liked them. Not only because of the technique, but because of how I look.

A difficult thing about portraits is that both the model and the photographer are happy with the result.

There are times when a good portrait lacks proper light management, or the other way around, but the model doesn't look good, or maybe they do, but they don't feel comfortable.

However, there are times when both things can coincide, or at least that's what I think when I see these portraits.

These photos were taken by my photography teacher, Geczain Tovar, after teaching a workshop on photographic lighting.

I asked to him if he could take some pictures of me, because it had been a while since I had a good portrait, and so far, these have been my favorites.

I didn't ask Geczain if he liked the result, maybe one day I will.

Pocas veces me han hecho retratos, y que realmente me hayan gustado. No solo por la técnica, sino por cómo me veo.

Algo difícil de los retratos es que tanto el modelo y el fotógrafo estén contentos con el resultado.

Hay veces que un buen retrato carece de un manejo de luz adecuado, o al revés, pero el modelo no se ve bien o puede que sí, pero no se siente a gusto.

Sin embargo, hay veces donde ambas cosas pueden coincidir, o al menos es lo que pienso al ver estos retratos.

Estas fotos me las tomó mi profesor de fotografía, Geczain Tovar, luego de dictar un taller sobre iluminación fotográfica.

Tenía el set listo, y me animé a preguntarle si podía tomarme algunas fotos, porque en realidad ya hacía un buen tiempo sin tener un buen retrato, y hasta ahora, estos han sido mis favoritos.

No le pregunté a Geczain si le gustó el resultado, tal vez un día lo haga.