🎄 Costumbres y Tradiciones Navideñas: De lo Ancestral a lo Extravagante

in Holos&Lotus2 days ago

¡Hola a todos! Es un inmenso placer saludarlos y, además, tener la oportunidad de formar parte de esta última iniciativa del año de la comunidad. Es el momento perfecto para conversar sobre esas costumbres y experiencias peculiares que adornan nuestras celebraciones navideñas.

En mi caso particular, siempre me he guiado por la fuerza de la tradición. Trato de rescatar lo mejor y más genuino de estas fechas, concentrando mi energía en colocar la decoración navideña con esmero y, por supuesto, en la preparación minuciosa de la cena tanto de Nochebuena como de Año Nuevo. Sin embargo, en el seno familiar, hemos adoptado algunas prácticas que, aunque no son tan comunes, se han enraizado profundamente en nuestro calendario decembrino.

El Ritual de la Abundancia y la Maleta Viajera

Entre las tradiciones que solíamos seguir en casa de mis padres, recuerdo vívidamente lo que comenzó como la celebración del Espíritu de la Navidad. Este concepto lo conoció mi madre ya en su vida adulta, y pronto lo adoptamos en casa. Nos cautivó la idea de declarar proactivamente cosas positivas para el futuro, sembrando la intención de prosperidad y abundancia. Prácticamente, es un rito que realizamos cada 21 de diciembre.

Hello, everyone! It is a great pleasure to greet you and to have the opportunity to be part of this latest community initiative of the year. It is the perfect time to talk about those unique customs and experiences that adorn our Christmas celebrations.

In my particular case, I have always been guided by the power of tradition. I try to bring out the best and most genuine aspects of this time of year, focusing my energy on carefully placing Christmas decorations and, of course, meticulously preparing dinner on both Christmas Eve and New Year's Eve. However, within our family, we have adopted some practices that, although not so common, have become deeply rooted in our December calendar.

The Ritual of Abundance and the Traveling Suitcase

Among the traditions we used to follow at my parents' house, I vividly remember what began as the celebration of the Spirit of Christmas. My mother learned about this concept as an adult, and we soon adopted it at home. We were captivated by the idea of proactively declaring positive things for the future, sowing the intention of prosperity and abundance. Practically speaking, it is a ritual we perform every December 21.

Nuestra versión particular consistía en un acto simbólico: teníamos que meter las manos en un bowl lleno de arroz crudo, lentejas, conchas de mandarina secas, y monedas, y pasarlo de mano en mano entre todos los presentes. Era una poderosa señal de que la abundancia y la buena fortuna fluirían hacia nosotros en el año venidero. Adicionalmente, creamos una lista de deseos detallada, escrita a mano, con la esperanza firme de que se irían materializando progresivamente a lo largo del nuevo ciclo.

Pero, hablando de rituales más extraños, lo más pintoresco que he hecho en Navidad fue salir corriendo a la calle con una maleta al reventar el año (o, como decimos, justo a medianoche del 31 de diciembre). Esta acción tiene un objetivo muy claro y potente: declarar que ese año será de muchos viajes y que nos esperan numerosas aventuras. Es una práctica que he observado en muchísimas familias; ver a la gente sacar su maleta, a veces a reventar de ropa, y trotar por la acera es un espectáculo peculiar que se repite cada fin de año. Debo confesar que en mi experiencia personal no ha dado un efecto inmediato o masivo, pero este año he decidido prepararla con especial convicción para declarar que los viajes que haré serán para divertirme, explorar y atesorar momentos agradables.

El Color de la Fortuna y la Nostalgia del Pesebre

Cuando era niña, solía escuchar con mucha frecuencia a las mujeres de la familia y a las vecinas hablar sobre la necesidad de comprar ropa interior de color amarillo o dorado para atraer el dinero y la prosperidad. Sinceramente, de pequeña no entendía qué tenía que ver el color de la lencería con recibir dinero. Recuerdo que, en un par de ocasiones, mi madre nos compró a mí y a mis hermanos ropa interior amarilla porque era parte ineludible de la tradición que ella había adoptado. Sin embargo, como adulta, no es algo que mantenga, pues siento que la verdadera prosperidad se atrae con el esfuerzo y la buena energía, no solo con una prenda.

Our particular version consisted of a symbolic act: we had to put our hands in a bowl filled with raw rice, lentils, dried tangerine peels, and coins, and pass it from hand to hand among all those present. It was a powerful sign that abundance and good fortune would flow to us in the coming year. In addition, we created a detailed, handwritten wish list, with the firm hope that our wishes would gradually come true throughout the new cycle.

But, speaking of stranger rituals, the most colorful thing I've ever done at Christmas was to run out into the street with a suitcase at the stroke of midnight on December 31. This action has a very clear and powerful purpose: to declare that this year will be one of many trips and that numerous adventures await us. It's a practice I've observed in many families; seeing people take out their suitcases, sometimes bursting with clothes, and jog along the sidewalk is a peculiar spectacle that repeats itself every New Year's Eve. I must confess that in my personal experience it has not had an immediate or massive effect, but this year I have decided to prepare it with special conviction to declare that the trips I will take will be for fun, exploration, and treasuring pleasant moments.

The Color of Fortune and the Nostalgia of the Nativity Scene

When I was a child, I often heard the women in my family and my neighbors talk about the need to buy yellow underwear.

Otro elemento fundamental en nuestra Navidad era el nacimiento (o pesebre). Mi mamá solía armar uno realmente grande, una estructura de madera que llenaba con todos los personajes de la Natividad. Todos ayudábamos en el montaje, y luego era un punto de visita en el vecindario; la gente se acercaba a tomarse fotos. Era un momento muy bonito de comunidad y fe. Cuando formé mi propia familia, lo repliqué durante unos tres años. Luego me mudé, y por temas de espacio —había comprado un árbol de Navidad muy grande—, simplemente no había lugar físico para el nacimiento. Con el tiempo, muchas figuras se fueron extraviando, y un día, tristemente, me deshice de él.

Actualmente, mi foco está en el árbol navideño y en decorar la fachada de mi casa con muchísimas luces. Me gusta adornar el jardín, manteniendo un gusto estético, sin caer en rituales excesivos o extravagantes que realmente no tienen nada que ver con la verdadera magia o la esencia del nacimiento de Jesús. Sin embargo, es vital recordar que cada familia es un universo, y mientras mantengamos el respeto mutuo, todas las tradiciones son válidas. Definitivamente, no me considero alguien con gustos extravagantes para estas fechas, más allá de los tradicionales propios de la época.

Aprovecho esta ocasión para invitar a mis amigas @lisfabian, @sidalim y @angelica7 para que nos cuenten si ellas, por el contrario, sí tienen rituales inusuales o muy extravagantes en estas celebraciones. Lo importante, al final del día, es ser feliz, compartir con las personas que suman a nuestra vida y nos llenan de alegría.

Les deseo a todos una Feliz Navidad y un próspero y abundante Año Nuevo. ¡Que sus deseos se cumplan!

Another fundamental element of our Christmas was the nativity scene (or manger). My mom used to put together a really big one, a wooden structure that she filled with all the characters from the Nativity. We all helped set it up, and then it became a tourist attraction in the neighborhood; people would come by to take pictures. It was a very beautiful moment of community and faith. When I started my own family, I replicated it for about three years. Then I moved, and due to space issues—I had bought a very large Christmas tree—there was simply no physical place for the nativity scene. Over time, many of the figures were lost, and one day, sadly, I got rid of it.

Currently, my focus is on the Christmas tree and decorating the front of my house with lots of lights. I like to decorate the garden, maintaining an aesthetic taste, without falling into excessive or extravagant rituals that really have nothing to do with the true magic or essence of the birth of Jesus. However, it is vital to remember that each family is a universe unto itself, and as long as we maintain mutual respect, all traditions are valid. I definitely don't consider myself someone with extravagant tastes for this time of year, beyond the traditional ones typical of the season.

I would like to take this opportunity to invite my friends @lisfabian, @sidalim, and @angelica7 to tell us if, on the contrary, they do have unusual or very extravagant rituals during these celebrations. At the end of the day, the important thing is to be happy.

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Me acordaste del ritual de la maleta xmi tía Cecilia la hacia cada año buscando salir de viaje nunca le resultó hasta ahora que pudo hacerlo.

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