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Han pasado unos días desde que dejé colgado mi última publicación en esta linda comunidad, pero ya estoy de vuelta. Esta vez para compartir con todos ustedes mis impresiones sobre el libro de Dale Carnegie Cómo ganar amigos e influir en los demás o cómo le digo yo: Tener más amigos e influir en ellos.
En este libro, el autor aporta al lector una buena cantidad de consejos que contribuirán a mejorar y preservar nuestra relación con los demás de una forma amena y directa, cónsona con este tipo de textos. Su lenguaje sencillo se caracteriza por la aparición recurrente de ejemplos, anécdotas, reproducción de diversas conversaciones que le sirven al lector para pensar en ¡Bueno, será que aplico esto a ver cómo me va! O, quizás, en, ¡Caramba, esto no lo había pensado!
Es, básicamente, un manual. Un manual en el que después de explicarte muchísimas cosas te deja un par de reglas a seguir para que las pongas en práctica. Les confieso que al principio no quería leer este libro, pero mientras lo hacía me fui volviendo un poco más cercana a él, hubo partes que salté (lo admito), sobre todo algunos espacios dedicados a narrar algunas experiencias, pero cada palabra fue quedándose en mi psique y comenzó el proceso de aceptación.
Está estructurado en cuatro secciones, cada una con una intención distinta. La primera sección nos enseña a cómo tratar con el prójimo. Aquí respiré profundo, porque hay prójimos que no colaboran. No hacen ningún mérito para que nuestra relación mejore. Pero, como el señor Dale es muy sabio, entendí que no podemos controlar los que otros hagan, piensen o digan, pero sí gestionar cómo asumir eso.
Al mismo tiempo, también nos invita a dejar la queja atrás, porque nadie quiere a un quejumbroso al lado y tampoco nosotros lo queremos. La queja aleja a los demás y también nos hunde en la miseria, así que no más quejas. Posteriormente, nos explica que en vez de arremeter con todas nuestra furia conviene buscar las mejores palabras para no agrandar los problemas. Aquí, tenemos un problema, de verdad, porque el problema no es lo que diría, sino lo que mi cara dice, pero ese es otro tema.
Ser siempre sinceros con las cosas que les digamos a los demás. Recuerdan una de esas frases motivacionales que dice algo, así como que todos tienen sus propios problemas, nos los hagas más grandes con tus comentarios, es decir, no vaya por allí esparciendo tu mala vibra. Si lo que va a salir de tu boca, no edifica, mejor cállate.
La segunda parte de este libro, está destinada a explicar seis formas de mostrarnos agradables frente a los demás y para esto es necesario ser cortés, mostrar interés por las cosas que le interesan a los demás. A ver, todos conocemos a alguien que siempre quiere estar por encima de los demás al punto en el que solo habla de él y se le olvida que está con otra persona. Hablar de nosotros no es malo, pero también hay que tener cuidado de centrarnos solo en nosotros cuando alguien está del otro lado, quizás, también esperando a ser escuchado.
Sonreír también forma parte de intentar agradarles a las personas. Todas las personas responden mejor a una sonrisa que a una cara amarga. Es verdad, que no todos los días tienes ganas de regalar de amor y sonrisas al mundo, porque, vamos a estar claros, la vida, con sus luces y colores, no nos las pone fácil, pero no perdemos nada con intentarlo.
También menciona otras cosas, pero hay una que me parece bastante interesante y tiene que ver con los nombres, pues no hay nada que resulte más agradable al otro que ser nombrado, esto es importante para todos. Cuando somos niños sentimos una emoción especial cuando nuestro profesor se tomaba el tiempo de llamarnos por nuestro nombre, aunque eso significara un regaño. Recordar los nombres implica que nos interesamos por los demás y que también podríamos llegar a ser buenos oyentes.
La tercera parte busca aportar ideas para lograr que las personas piensen como nosotros y es aquí donde entra el tema de persuadir a los demás. Evidentemente, sobre esto mucho se ha escrito y bastante experiencia podemos tener todos sobre el mismo. Unas buenas otras malas. Una de las reglas que aquí se plantea está relacionada con la posibilidad de evitar las peleas a toda costa. La confrontación nunca es buena y menos si viene acompañada de gritos, golpes, y policía. Sin embargo, podemos optar por controlar la fiera que hay dentro nosotros, respirar y posponer la batalla para después y con más calma retomar el tema. Esto nos permitirá escucharnos mejor, revisar y corregir nuestros argumentos de ser necesario.
Ser amigables con ciertas y determinadas personas, pero, no dejar arrastrarnos por nuestras pasiones hace una gran diferencia, por eso mantenerse calmados y lo más respetuoso posible es la clave. No es fácil, pero evita bastantes problemas. Además, piensa la última vez que tuviste una pelea tan fuerte y penosa que se pudo haber evitado solamente respirando. Entonces, por nuestra salud y paz mental, es mejor evitar.
Por último, la cuarta sección, está implícitamente relacionada con la labor del líder, específicamente, relacionada con la figura del líder que queremos reflejar. Una de las cosas que más afecta el desempeño de una empresa es el trato de los jefes y los empleados. Generalmente, en un ambiente cargado de malos tratos y toxicidad, pocas veces prosperará. Recuerdo que uno de mis jefes me decía que él debía buscar que todos estuvieran conformes son sus trabajos para que los resultados fueran los mejores.
No se trata de convertirse en los mejores amigos, pero sí de promover en los empleados acciones encaminadas a mejorar todo el clima de trabajo. Si bien este texto está enmarcado en el contexto empresarial, bien puede adaptarse a distintos contextos de nuestras vidas como la docencia, ya que una de las cosas más difíciles de hacer dentro de un salón es la disciplina y la comunicación dentro del mismo, por lo que serviría al docente como un conjunto de estrategias aplicables al aula.
De igual manera, en un plano más íntimo como el de nuestros hogares, no está de más practicar otras formas de comunicación antes de seguir abonando un camino de espinas en el núcleo familiar. ¿Cuántas veces no hemos sido protagonistas de feas peleas familiares? O ¿Cuántas veces hemos presenciado situaciones en las que los padres pierden el control de sus hijos? Situaciones que se escapan de nuestras manos y que pueden ser mejoradas si comenzamos a aplicar un par de cosas que nos aporta este texto.
Se les quiere, mis amores…
ENG
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Hello, hello my dear readers of Holos&Lotus!
It's been a few days since I left my last post in this nice community, but I'm back. This time to share with all of you my impressions about Dale Carnegie's book How to Win Friends and Influence Others, or as I call it: Have More Friends and Influence Them.
In this book, the author provides the reader with a good deal of advice that will contribute to improving and preserving our relationship with others in a pleasant and direct way, in keeping with this type of text. His simple language is characterised by the recurrent appearance of examples, anecdotes and reproductions of various conversations that help the reader to think: Well, I'll apply this and see how it goes! Or, perhaps, "Gee, I hadn't thought of that!
It is basically a manual. A manual in which, after explaining a lot of things, it leaves you with a couple of rules to follow so that you can put them into practice. I confess that at first I didn't want to read this book, but as I did I became a little closer to it, there were parts that I skipped (I admit it), especially some spaces dedicated to narrate some experiences, but each word was staying in my psyche and the process of acceptance began.
It is structured in four sections, each with a different intention. The first section teaches us how to deal with others. Here I took a deep breath, because there are uncooperative neighbours. They do not make any merit for our relationship to improve. But, as Mr. Dale is very wise, I understood that we cannot control what others do, think or say, but we can manage how to deal with it.
At the same time, he also invites us to leave complaining behind, because nobody wants a complainer around and neither do we. Complaining drives others away and also plunges us into misery, so no more complaining. Subsequently, he explains that instead of lashing out with all our fury, it is better to find the best words so as not to make problems bigger. Here, we have a problem, really, because the problem is not what I would say, but what my face says, but that is another matter.
Always be honest with the things we say to others. Remember one of those motivational phrases that says something like, everyone has their own problems, don't make them bigger with your comments, that is, don't go around spreading your bad vibes. If what's coming out of your mouth doesn't edify, you'd better shut up.
The second part of this book is intended to explain six ways to be pleasant in front of others, and for this it is necessary to be polite, to show interest in the things that interest others. Let's see, we all know someone who always wants to be above others to the point where they only talk about themselves and forget that they are with someone else. Talking about ourselves is not a bad thing, but we also have to be careful about focusing only on ourselves when someone else is on the other side, perhaps, also waiting to be heard.
Smiling is also part of trying to make people like you. All people respond better to a smile than to a sour face. It is true that not every day you feel like giving love and smiles to the world, because, let's be clear, life, with its lights and colours, doesn't make it easy for us, but we don't lose anything by trying.
He also mentions other things, but there is one that I find quite interesting and it has to do with names, because there is nothing that is more pleasant to the other than to be named, and this is important for everyone. When we were children we felt a special emotion when our teacher took the time to call us by name, even if it meant a scolding. Remembering names implies that we care about others and that we could also become good listeners.
The third part seeks to provide ideas on how to get people to think like us, and this is where the issue of persuading others comes in. Obviously, much has been written about this and we can all have a lot of experience of it. Some good, some bad. One of the rules raised here is related to the possibility of avoiding fights at all costs. Confrontation is never good and even less so if it is accompanied by shouting, hitting, and police. However, we can choose to control the beast inside us, breathe and postpone the battle for later, when we can return to the subject more calmly. This will allow us to listen to ourselves better, to review and correct our arguments if necessary. Being friendly with certain people, but not letting our passions get the better of us makes a big difference, so staying calm and as respectful as possible is key.
It's not easy, but it avoids a lot of trouble. Besides, think about the last time you had a fight so loud and painful that it could have been avoided by just breathing. So, for our health and peace of mind, it is better to avoid.
Finally, the fourth section is implicitly related to the work of the leader, specifically, related to the figure of the leader we want to reflect. One of the things that most affects the performance of a company is the treatment of bosses and employees. Generally, in an environment laden with mistreatment and toxicity, you will rarely prosper. I remember one of my bosses telling me that he had to make everyone happy with their jobs so that the results would be the best.
It is not a question of becoming best friends, but of encouraging employees to take action to improve the whole working environment. Although this text is framed in a business context, it can be adapted to different contexts of our lives, such as teaching, since one of the most difficult things to do in a classroom is discipline and communication within it, so it would serve the teacher as a set of strategies applicable to the classroom.
Likewise, on a more intimate level, such as in our homes, it is worth practising other forms of communication before we continue to tread a thorny path in the family nucleus. How many times have we not been the protagonists of ugly family quarrels? Or how many times have we not witnessed situations in which parents lose control of their children? Situations that are out of our hands and that can be improved if we begin to apply a couple of things that this text brings us.
You are loved, my loves...