Como dices, así como nosotros podemos cambiar, los otros también pueden, el problema es que la mayoría ni siquiera considera que tiene algo que cambiar. Orar y hablar con Dios es algo realmente gratificante, es algo que mi madre me enseño desde que tengo memoria y es sanador.
Saludos y bendiciones.
A veces no nos damos cuenta de nuestros errores y defectos porque no vemos nada malo en ello. Hasta que alguien no los dice, o, nos encontramos en un problema debido a ello.
Es un trabajo bastante grande aprender a reconocerlo.
También siento que es sanador, su amor restaura. Bendiciones para ti también. :)