En muchas ocasiones pasa por mi mente una simple pregunta: ¿Por qué muchas personas creen que son el resultado de sus experiencias?... ¿Acaso están asumiendo su identidad en función de lo que sea que les pase en la vida?... Es una pregunta que me inquieta y me confunde.
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La gente confunde los hechos con la realidad
Es normal hasta cierto punto que las personas durante un tiempo (sobre todo en sus años mozos) crean que son la suma de todas las cosas que les pasan en la vida; ya que es una confusión habitual propia de la juventud, pero pasados los años seguir manteniendo esa creencia es algo que puede causar preocupación a muchos niveles.
Y la causa de dicha preocupación es simple: Creer que somos lo que nos pasa es muy cómodo para cualquiera, pero tristemente genera sentimientos de indefensión y frustración al final del todo. Porque quien cree que es resultado de algo que no pudo cambiar y que escapa a su control, es alguien que no asume (ni podrá nunca asumir) responsabilidad por algo de lo que le pasa. Como resultado de ello, todo lo que sale mal en su vida es siempre culpa de alguien o algo más.
Ello, desde luego, le condena a repetir los errores en múltiples oportunidades con la pérdida de recursos, tiempo y esfuerzo que ello significa. Es simplemente un desperdicio desde todo punto de vista.
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Lo más triste y lamentable de todo esto es que esta costumbre de no asumir responsabilidad por nada de nada, es prácticamente la característica más distintiva que define a la mayoría de la gente en los tiempos que corren. Estamos en la era del facilismo extemo; en la que la gente cree y siente que todo, absolutamente todo, está al alcance de un click; y que todo lo que les pasa es fruto de los tiempos en que vivimos, por lo tanto, nada puede ser cambiado, ni cuestionado, en el fondo.
Pero al sostener esa creencia (que por cierto es muy limitante), la gente pierde el sentido de su propia valía, y no comprende el rol que cumple en su propia vida; lo que les lleva a una crisis existencial de proporciones épicas que no tienen idea de cómo asumir y no están dispuestos a enfrentar.
Ese sentimiento de tenerlo todo con facilidad genera la sensación de ser llevados por los acontecimientos, y hace que la gente no se tome nada demasiado en serio.
Lo correcto es saber que somos más que la suma de nuestras experiencias
Así como sabemos que el todo es mucho más que la simple suma de sus partes, los seres humanos también debemos saber que somos mucho más que la mera suma de nuestras experiencias de vida; y también, somos mucho más que el simple resultado de los tiempos que corren.
Esto significa que a uno puede pasarle una situación de casi cualquier naturaleza (agradable o desagradable), pero esa situación no nos define y no debe servir de excusa para que elijamos en el futuro malas opciones en nuestras vidas basándonos en esos eventos.
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Por ejemplo, muchas personas (por no decir que casi todo el mundo) cometen el error de creer que deben criar a sus hijos de una determinada manera, simplemente porque ellos fueron criados así. Basadas en sus propias experiencias, y sobre la premisa (certera o no), de que el método bajo el cual fueron criadas fue el mejor; muchas personas cometen al críar a sus hijos, los mismos errores que sus padres cometieron con ellas.
Entonces, los errores, los traumas y la inconsciencia se van transmitiendo y retransmitiendo de generación en generación, por la mera repetición de erradas maneras de hacer las cosas y de ver la vida. Porque por ejemplo, si tuviste un padre irresponsable que no te compraba las cosas que necesitabas (como ropa, comida, medicinas, etc); no significa que sea correcto que críes a tus hijos de la misma forma, basándote en el hecho de que a ti tu padre no te dio nada en su momento.
Para ponerlo de otra manera, que a ti te criaran con carencias (materiales, afectivas o de cualquier tipo), no significa ni significará jamás que esa es la manera correcta o ideal de criar a nadie. Por el contrario, una persona sabia, que no sea egoísta y que sepa muy bien lo mal que se siente vivir una experiencia de ese tipo, actuará para con sus hijos de una manera completamente opuesta a como actuaron con ella en el momento de criarla.
Los resultados de saber que no somos lo que nos pasa, sino mucho más que ello
La consecuencia de saber que nuestro valor como personas va mucho más allá de lo que nos pasa, es lograr el éxito en lo que sea que nos propongamos. Porque si somos capaces de entender que algo malo que nos pasó, es algo que no se debería repetir, y que podemos evitar (ya sea para con nosotros o para con alguien más), entonces significa que tenemos sabiduría y capacidad de comprensión profunda que ponemos en práctica como es debido.
Esto significa la bendición de saber que no estamos condenados a repetir los errores una y otra vez; y que no tenemos que ser parte generadora del círculo vicioso que la mayoría de la gente sostiene; sino que podemos hacer las cosas de una manera distinta y mejor.
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Visto todo de esta manera, las soluciones a los problemas, la manera como vemos la vida y como nos manejamos ante ella es algo que adquiere una nueva dimensión de crecimiento y aprendizaje permanente; ya que podemos trascender a nuestras experiencias, y superarlas, sin importar la naturaleza de las mismas. Entonces, usamos las experiencias como maestras de vida en vez de cómo limitantes que nos atan a consecuencias que no podemos cambiar.
Eliminando el conformismo
Una consecuencia natural de asimilar que no somos lo que nos pasa, es que conseguimos eliminar el conformismo y la sensación de impotencia que ata a quienes no lo entienden. Es cuando entendemos que si somos o hacemos algo es porque hemos elegido por nuestra cuenta que así sea.
No se es gordo, rico, pobre, flojo, ignorante, sabio, bueno o malo porque la sociedad nos hizo así, o porque tus padres no te quisieron lo suficiente o te criaron de una determinada manera; o porque no tuviste suficientes oportunidades; esas son solo excusas que te das a ti mismo para no asumir responsabilidad ni reconocer que es tu propia culpa el hecho de que no has logrado lo que sientes que debiste haber logrado en tu vida.
Lo más cumbre es que para poder solucionar un problema de este tipo cuando está tan arraigado (como ocurre en el caso de los que no asumen responsabilidad por nada en sus vida), es que las personas tienen que reconocer que efectivamente algo está mal en su forma de ver las cosas. Y es allí donde radica el problema; porque es precisamente lo que genera el predicamento y el círculo vicioso que conlleva; ya que dichas personas no suelen ser capaces de ver que hay un problema como tal.
Superando las emociones
Una de las cosas más importantes en todo esto de entender que somos más que la suma de las cosas que nos pasan, es el hecho de comprender también que las emociones y el ego juegan un papel importante.
Ya que si estamos dispuestos a superar la frustración y la tristeza que nos genera el hecho de saber que las cosas nos sucedieron de una determinada manera, podremos ver más allá; y entender que no tenemos que repetir los acontecimientos y que podemos hacer, a partir de entonces, las cosas de una manera diferente y mejor en todos los sentidos.
Al actuar de esta manera reflexiva, lograremos el éxito en lo que sea que queramos alcanzar, porque no dejaremos que lo que nos haya pasado nos paralice, ni determine nuestro futuro ni nuestro actuar; y esa es la verdad del asunto.
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