Vivimos en tiempos convulsos donde muchas veces nos cuesta distinguir las verdaderas razones tanto del comportamiento ajeno como del propio, pero donde se hace primordial que entendamos qué es lo que pasa en tal sentido para poder distinguir lo que realmente nos pasa y los motivos de ello. Y en medio de estos pensamientos me puse a reflexionar hoy sobre lo que nos motiva o desmotiva para lograr lo que queremos en la vida.
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Lograr el éxito requiere de enfoque real
En todo esto, es especialmente importante que tratemos lo referente a lo que nos motiva en nuestro propio comportamiento a nivel personal antes que enfocarnos en el comportamiento, las razones y las motivaciones de los demás. Esto lo digo porque enfocarnos en entender las motivaciones de los demás es mucho más complicado y requiere de mayor nivel de esfuerzo que entendernos a nosotros mismos. Por lo que reflexionándolo con calma caemos en cuenta de que para entender mejor al mundo la mejor práctica es primero tratar de entendernos a nosotros mismos.
Ahora, todos sabemos que lograr el éxito en la vida (sea cual sea la concepción que tengamos de esa palabra), es una cuestión de esfuerzo, pero también de enfoque; y de un nivel de disciplina que nos lleve por el curso de acontecimientos adecuados que nos permitan alcanzar eso que llamamos "la cima". Pero en este entender, nos damos cuenta además de que la motivación (siendo un factor subjetivo y personal como en efecto lo es) juega un rol importante en nuestro desempeño en cualquier cosa o área de la vida.
Ese enfoque (del que hablaba en el párrafo anterior) es la capacidad para mantener el foco de nuestra mirada fijamente en el objetivo que ansiamos, sin perder ni por un momento de vista lo que estamos buscando lograr. Ya que sin esto, todo esfuerzo sería caótico, desordenado y poco o nada efectivo.
Y si lo pensamos (por obvio que nos pueda parecer) hablar de enfoque significa más concretamente, hablar de enfoque real; porque de nada sirve argumentar o pensar que estamos enfocados en lo que queremos lograr si realmente no lo estamos. Porque en el caso de creer que estamos debidamente enfocados en nuestras metas y de que realmente no lo estemos, entonces estaríamos engañándonos a nosotros mismos; y el fracaso estaría garantizado por la falta de coherencia y correspondencia entre nuestro hacer y nuestro querer.
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La motivación: ¿Qué nos desmotiva y qué nos motiva?
El caso es que la motivación es el móvil, nuestro norte, por lo que es lo que nos mueve en el sentido de nuestras metas, y en lo más profundo de nuestro ser, es lo que tenemos que descubrir realmente. Por lo que conocer lo que nos motiva y lo que nos desmotiva tiene entonces profundas implicaciones psicológicas en nosotros y en nuestras capacidades para lograr el éxito.
Ahora, podríamos llegar a pensar que el mundo nos desmotiva o nos motiva, y que todo depende del cristal con que lo veamos, pero también hay que entender que el mundo no está aquí para motivarnos ni desmotivarnos, sino que simplemente el mundo es lo que es; o sea, es simple y llanamente un lugar donde convergen personas que se sienten motivadas o desmotivadas en función de cómo toman o asimilan las cosas que les pasan.
Así que tanto los traumas que nos desmotivan, como los éxitos o visiones que nos impulsan o motivan a salir adelante, son fruto de una percepción y de una concepción de vida que nos lleva a convencernos a nosotros mismos de que podemos o no podemos lograr algo que queremos. Básicamente, todo yace y nace en el discurso o la narrativa que hacemos sobre lo que nos pasa o deja de pasar.
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Superar la demotivación y lograr motivarnos a través de la disciplina
Ahora, pensar en todo lo que he dicho hasta ahora en este post nos lleva a darnos cuenta del rol (tan importante como subestimado) que tiene la motivación en la vida. Y lo que es más, nos lleva a darnos cuenta del valor real de la disciplina. Porque como siempre he dicho y pensado, la realidad es que estar siempre motivados en la vida está muy bien, es muy bonito y es lo ideal; pero no siempre es posible que lo logremos, por más enfocados en el éxito que estemos; y es por ello que existe ese algo llamado disciplina.
La disciplina permite que no perdamos el curso, ni la visión, por más que la motivación personal pueda fallarnos en un momento dado; ya que la disciplina nos lleva a esforzarnos aún cuando nuestras fuerzas o ganas parecen decaer. Por lo que esa es la función y la gran hazaña que la disciplina nos permite tener, o sea; nos permite gozar de capacidad de persistencia, sin importar nuestro estado de ánimo en un momento o en otro.
Y aún más importante, la disciplina nos permite a la postre no solo lograr el éxito en la vida, sino también lograr estar motivados y felices en el proceso de transitar el camino hacia ese éxito. Porque uno de los principales factores que hacen que la motivación de muchas personas decaiga en la vida es el nivel de esfuerzo y paciencia que hay que poner en todo objetivo que tengamos para poder lograr algo positivo y duradero al respecto; cosa que se maneja de una manera mejor (más proactiva y efectiva), cuando tenemos disciplina.
Porque las fuerzas, el ánimo o la convicción nos pueden fallar en la vida, pero la disciplina nos obliga a persistir en lo que hacemos de manera constante, coordinada y efectiva, sea que estemos animados o desanimados en un momento dado, todo lo cual nos lleva al éxito, y a un estado de sensación de bienestar duradero y certero.
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¿El mundo nos motiva o nos desmotiva? ¿Vivimos motivados o desmotivados?
Así que a la pregunta sobre si el mundo nos desmotiva, yo diría que no, el mundo no nos demotiva; y respecto a la pregunta sobre si vivimos desmotivados, tampoco, porque yo creo que el temperamento del ser humano es una especie de balanza que unas veces puedes estar tender hacia la motivación mientras que otras veces puede tender hacia la desmotivación, en función de un cúmulo de circunstancias.
Ahora, esto nos indica que no importa cual sea nuestro estado mental ni de ánimo, lo importante es seguir adelante, y conocernos a nosotros mismos en un sentido profundo, personal y honesto, de modo que sepamos muy bien qué es lo que nos impulsa a seguir adelante o a decaer en nuestros esfuerzos. Pero echarle la culpa al mundo, es solo buscar excusas en la vida, y esa práctica es algo propio de la gente fracasada y mediocre. Porque los ganadores buscamos soluciones, no excusas.
Por otra parte, asumir que vivimos desmotivados es sumergirnos en el derrotismo y en la falacia de pensar que todo siempre será igual y de que sin importar todo lo que hagamos, nada tiene propósito en la vida.
Aún así, todos somos humanos, y podemos cometer el error en un momento dado de pensar que el mundo nos desmotiva o de que vivimos desmotivados por nuestra propia culpa; pero lo que creo más importante de todo esto es saber que nada es permanente en la vida, sino que todo es cíclico, y eso es una cosa que debemos entender bien. Y que en función de eso es por lo que debemos apoyarnos en la disciplina para lograr todo el éxito que queremos.
¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.
I think both are true world surely doesn't Hel this world have so many problems, all the world situation is full of bad news for the present and the future but it's also true that lack of motivation it's also a matter of state of mind of not seeing hope or positive things.
Your right. Thanks for comment.