¿Quién soy? Mi yo navideño//Who am I? my Christmas self. (Esp-Eng)

Español

¿Quién soy? Mi yo navideño.

En estos días decembrinos, ya los cristianos nos preparamos para celebrar la navidad, unos días que nos invitan a la paz y a la armonía. En este sentido, esta iniciativa de mi yo navideño, me hace pensar en mi proceso de cómo ha ido madurando en mi el sentido de la navidad.

Desde muy pequeño, la navidad era compartir con la familia, regalos debajo del arbolito y la cena navideña e incluso la cena del fin de año. En Venezuela desde niños crecemos con la emoción de que el niño Jesús nos dejaba los regalos en la noche del 24 de diciembre, la ilusión de dormir temprano después de la cena para que amaneciera rápido, y de ver que nos había traído el niño Dios.

Ya de adolescente vas madurando y ya sabes que los Regalos del Niño Jesús son tus padres quienes te lo colocan en el arbolito o en el pesebre, y ves con agradecimiento que tus padres alentaron la fe con un signo tan importante como ese. Ya en esta etapa, lo importante ya no eran los regalos sino los amigos del barrio con quien jugabas antes de la media noche.

De adulto, la cosa cambia un poco, tal vez con los compromisos laborales o académicos ya estas fechas son como descanso y compartir familiar, aunque los demás elementos siguen presente, parece ser que según la etapa en la que vives una de ellas cobra más valor de la otra. En mi caso ya sacerdote los juguetes que recibía ahora los doy a los niños más vulnerables, la cena ya no es solo con mi familia, sino con la familia de la parroquia.

El 24 de diciembre mi prioridad es dar gracias a Dios en la celebración de la misa, durante la vigilia de la natividad, de allí salgo corriendo a casa de mi madre que dista a una hora aproximadamente. Aunque llego tarde mi madre, hermanas y sobrinos me esperan con cariño para compartir la mesa de navidad, al llegar a casa, doy gracias a Dios por nacer en mi vida, en la vida de mi familia, y obviamente doy gracias a Dios por el Don de la Familia. Antes anhelaba ir a dormir para ver mis regalos al día siguiente, ahora me quedo en vigilia a esperar que mis sobrinos se duerman para yo colocar junto a mis hermanas y madre los regalos de mis sobrinos. De una u otra manera, siento que cada uno de nosotros estamos llamados a representar al niño Jesús en cada niño que con anhelo la noche del 24 se va a dormir para esperar al día siguiente su regalo de navidad, que no es solo el regalo como tal, es la emoción de que el niño Dios se acordó de mí y me dio un regalo.

Navidad no se trata de lo material, se trata de hacer presente a Dios en la vida de los demás, mi mayor regalo de navidad es mi Familia unida, el mejor regalo de un niño, es que le niño Jesús se acordó de mi

English

Who am I? my Christmas self.

In these days of Christmas, we Christians are preparing to celebrate Christians are preparing to celebrate Christmas, days that invite us to peace and harmony. Peace and harmony.

In this sense, this initiative of my Christmas self, makes me think about my me to think about my process of how the meaning of Christmas has been maturing in me Christmas.

From a very young age, Christmas was about sharing with the family, presents under the tree and Christmas dinner and even the New Year's Eve dinner. In Venezuela since we were children we grew up with the excitement of the baby Jesus leaving us gifts on the night of December 24, the illusion of going to sleep early after dinner so that the sun would rise quickly, and to see what the baby God had brought us.

As a teenager, you mature and you know that the Gifts of the Child Jesus are your parents who place them in the tree or in the manger, and you see with gratitude that your parents encouraged your faith with such an important sign. At this stage, the important thing was no longer the gifts but the neighborhood friends with whom you played before midnight.

As an adult, things change a little, perhaps with work or academic commitments, these dates are already like rest and family sharing, although the other elements are still present, it seems that depending on the stage in which you live one of them takes more value than the other. In my case, as a priest, the toys I used to receive are now given to the most vulnerable children, the dinner is no longer only with my family, but with the parish family.

On December 24, my priority is to give thanks to God in the celebration of the mass, during the vigil of the nativity, from there I run to my mother's house, which is about an hour away. Although I arrive late, my mother, sisters and nephews are waiting for me with love to share the Christmas table, when I arrive home, I thank God for being born in my life, in the life of my family, and obviously I thank God for the gift of the family. Before I longed to go to sleep to see my gifts the next day, now I stay awake waiting for my nieces and nephews to go to sleep so that I can place with my sisters and mother the gifts of my nieces and nephews. In one way or another, I feel that each one of us is called to represent the child Jesus in each child who longingly goes to sleep on the night of the 24th to wait the next day for his Christmas gift, which is not only the gift as such, it is the emotion that the child God remembered me and gave me a gift.

Christmas is not about material things, it is about making God present in the lives of others, my greatest Christmas gift is my united family, the best gift for a child is that the baby Jesus remembered me.

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