Consejos filosóficos y espirituales para tener una buena salud.

Hace un tiempo, cuando comencé mi camino en la búsqueda de "la verdad", tuve la suerte de cruzarlo con personas que me enseñaron muchas cosas, algunas que ni siquiera sospeche que existían o fueran de esa forma.

Una de las cosas que pude aprender en ese tiempo fue a mantener mi salud lo mejor posible, con métodos quizás poco convencionales para la medicina actual pero con resultados comprobables. Por supuesto, estas prácticas no reemplazan a la medicina convencional, pero sí pueden contribuir a mejorar los resultados de un tratamiento médico.

Son cosas simples y sencillas que si les diéramos valor, probablemente no sufririamos enfermedades graves y las leves, como resfriados comunes y gripe, no durarían casi nada.

Habrá quien lo encuentre ridículo, pero se los digo de forma literal. El cuerpo humano no solo es nuestra consciencia, es el compendio de múltiples conciencias menores que responden a una consciencia mayor, de la misma forma en la que nosotros respondemos a conciencias superiores en nuestro propio plano.

Cuando entendemos esto, entendemos que nuestro cuerpo es un microuniverso que da albergue a diminutas formas de vida, cada una con una conciencia que es influida por una conciencia mayor. Aunque tienen individualidad, cada una puede responder a los dictados de nuestra conciencia, que para ellos sería la conciencia superior.

La práctica de hablar con nuestras células hace que ellas sientan nuestra presencia y actuar según nuestras necesidades físicas. Podemos emplear técnicas como la visualización, recreando en nuestra mente que tan rápido deseamos sanar de una dolencia, como curarnos de heridas y lesiones e incluso mantenernos sanos, creando inmunidad contra virus y bacterias.

El estado de ánimo es clave en el estado de salud de una persona, una persona que viva siempre con buen ánimo es menos proclive a enfermarse que una persona malhumorada o deprimida.

Cuando vibramos alto, estamos de buen humor, no nos dejamos manipular por influencias externas, no nos apegamos a sentimientos de baja frecuencia como el odio y el resentimiento, difícilmente nos enfermamos. Cuando tenemos esa claridad mental de mantener nuestra vibración en alto, nuestro cuerpo trabaja más eficientemente, libera sustancias como la oxitocina, que es fundamental para evitar el deterioro prematuro de las células, aparte de mejorar las funciones de corazón y cerebro, en consecuencia, el resto de cuerpo se mantiene en excelente estado.

Una vibración baja produce un efecto contrario, el cuerpo libera sustancias como la adrenalina y el cortisol, que al ser absorbidas por periodos prolongados de tiempo generan estrés, endureciendo músculos y órganos, provocando mal funcionamiento de los mismos y degenerando el cuerpo progresivamente, derivando en patologías mucho más graves.

Aparte de mantener una actitud mental positiva y tener plena conciencia de lo que es nuestro cuerpo, no debemos olvidar cosas elementales como comer sanamente, equilibrando nuestra alimentación y reducir la alimentación tóxica, como la comida chatarra, bebidas gaseosas, etc. Si le das a tu cuerpo alimentación de calidad, seguro podrás obtener su máximo potencial y reducir problemas a causa de mala salud.

También debemos ejercitar nuestro cuerpo, esto lo ayuda a mantenerse en buenas condiciones. Veamos a nuestro cuerpo como una máquina orgánica que tiene la costumbre de deteriorar y eliminar aquello que no usa, por lo que si no hacemos aunque sea una caminata diaria de media hora, por lo menos, nuestros músculos se van deteriorando y consumiendo lentamente por la falta de uso y la grasa se va acumulando de igual manera. Un poco de ejercicio no le hace daño a nadie.

Hago este tipo de prácticas y les cuento que me ha ido muy bien, desde hace un poco más de diez años. Realmente no soy de enfermarme mucho, uno que otro resfriado dos o tres veces al año, si enfermedades graves afortunadamente. He tenido la fortuna de tener un buen sistema inmune que me ha liberado de contagiarme de virus y cuando me ha tocado, mi cuerpo ha sanado en periodos muy cortos de tiempo.

Aparte, he observado que cuando me he enfermado ha sido en momentos en que no he estado bien anímicamente, aquejado por depresión o casos de molestias o disgustos. Cuando todo funciona positivamente en mi vida, es cuando mi salud se encuentra mejor.

No tienen que creer lo que les cuento en esta publicación, pero intentarlo no cuesta nada. Creer en ustedes mismos y en que su cuerpo es capaz de sanar de cualquier enfermedad, les abrira la puerta a una existencia más grata y placentera.