La mascara de los deseos - The mask of desires

La vida es un viaje lleno de deseos que adoptan diferentes formas a lo largo de mi camino. Estos deseos, que son parte esencial de mi ser, han sido domesticados, negados, reducidos, ignorados, amados o actuados según mi estado de ánimo y mis creencias más profundas.

Sin embargo, cada vez que persigo estos deseos, me doy cuenta de que son meras máscaras que cambian de forma.

Es en ese momento que debo reconocer lo fácil que sería no negar la voluntad de vida que reside en mi interior.

Anhelo ser famosa, tener abundancia económica, ser importante para alguien y amar. En mi afán por satisfacer estos deseos, me encuentro con personas que luchan contra la muerte para hacer una última negociación y vivir un poco más.

También me encuentro con aquellos que se aventuran lejos en busca de la curiosidad de experimentar nuevos lugares. Hay quienes recorren enormes distancias solo para encontrar el reflejo del amor al encontrarse con un espejo.

En cada encuentro, en cada experiencia, me doy cuenta de que estos deseos externos son solo ilusiones temporales.

Son máscaras que nos ponemos para tratar de encontrar el significado y la plenitud en la vida, pero, en realidad, el verdadero deseo radica en reconocer y nutrir la voluntad de vida que reside en nuestro interior, en conectarnos con nuestra esencia más auténtica.

Es fácil dejarse llevar por las expectativas de la sociedad, por la búsqueda de reconocimiento y riqueza material, pero, al final del día,:

¿qué es lo que realmente importa? ¿Es la fama y el dinero lo que nos brinda la verdadera felicidad? ¿O es la conexión con nosotros mismos y con los demás lo que nos colma de plenitud?

Cada experiencia, cada deseo satisfecho o insatisfecho, me enseña que la verdadera riqueza reside en el amor que doy y recibo, en la autenticidad con la que vivo mi vida y en la conexión con mi ser más profundo.

Cuando dejo de buscar fuera de mí misma y me adentro en mi propio ser, descubro una fuente inagotable de felicidad y plenitud.

Es importante recordar que los deseos externos son efímeros y cambiantes, pero el deseo de vivir plenamente, de amar y de ser auténtica, es eterno y verdadero.

Así que, en lugar de negar la voluntad de vida que reside en mi interior, elijo abrazarla y permitir que me guíe en este viaje llamado vida.

Que cada experiencia sea una oportunidad para conectarme con mi esencia, para aprender y crecer, y para recordar que la verdadera felicidad se encuentra en el simple acto de ser quien realmente soy.

No necesito las máscaras de los deseos externos para encontrar la plenitud, porque dentro de mí yace un deseo infinito de vivir auténticamente y en armonía con el mundo que me rodea.

En cada paso de mi camino, recordaré que la vida es mucho más que perseguir deseos efímeros.

Es un viaje de autodescubrimiento, de conexiones profundas y de amor incondicional, que cada deseo que adopte forme parte de mi crecimiento y me acerque más a la verdadera esencia de mi ser.

Así que, aquí estoy, lista para abrazar la voluntad de vida que reside en mí, lista para vivir plenamente y sin negar quien soy.

Life is a journey filled with desires that take different forms along the way. These desires, which are an essential part of my being, have been tamed, denied, reduced, ignored, loved or acted upon according to my state of mind and my deepest beliefs.

However, each time I pursue these desires, I realise that they are merely masks that change form.

It is at that moment that I must recognise how easy it would be not to deny the will to life that resides within me.

I long to be famous, to have financial abundance, to be important to someone and to love. In my eagerness to fulfil these desires, I meet people who fight against death to make one last bargain and live a little longer.

I also meet those who venture far away in search of the curiosity to experience new places. There are those who travel vast distances only to find the reflection of love in a mirror.

In each encounter, in each experience, I realise that these external desires are only temporary illusions.

They are masks we put on to try to find meaning and fulfilment in life, but in reality, the true desire lies in recognising and nurturing the will to life that lies within us, in connecting with our truest essence.

It is easy to get carried away by society's expectations, by the quest for recognition and material wealth, but at the end of the day, what really matters?

Is it fame and money that bring us true happiness, or is it the connection with ourselves and others that brings us fulfilment?

Every experience, every fulfilled or unfulfilled desire, teaches me that true wealth lies in the love I give and receive, in the authenticity with which I live my life and in the connection to my deepest self.

When I stop looking outside myself and go within myself, I discover an inexhaustible source of happiness and fulfilment.

It is important to remember that external desires are ephemeral and changeable, but the desire to live fully, to love and to be authentic, is eternal and true.

So instead of denying the will to live that resides within me, I choose to embrace it and allow it to guide me on this journey called life.

Let every experience be an opportunity to connect with my essence, to learn and grow, and to remember that true happiness is found in the simple act of being who I really am.

I do not need the masks of external desires to find fulfilment, because within me lies an infinite desire to live authentically and in harmony with the world around me.

Every step of the way, I will remember that life is much more than the pursuit of ephemeral desires.

It is a journey of self-discovery, deep connections and unconditional love, that each desire I adopt becomes part of my growth and brings me closer to the true essence of my being.

So, here I am, ready to embrace the will of life that resides within me, ready to live fully and without denying who I am.