Nuestra mente hay que educarla y en ocasiones instaurarle límites y restricciones. Nuestro cuerpo habla lo que nuestra mente aplica.
También en algún momento de este recorrido llamada vida, consideré en obtener y al tener, sentí en ocasiones vacíos e insatisfacciones.
En la actualidad, quizás porque ya me he liberado de ciertas responsabilidades disfruto lo grande de las pequeñas cosas. Un compartir con amigas, un atardecer, la lluvia, la naturaleza, un buen café en fin tantas cosas que pueden ser de nuestro agrado, que nos recompensan y otorgan felicidad.
Un gusto estar por acá, hasta otro momento.
Feliz semana para tí y los tuyos.Hola @zuly63 profunda y sentida tu publicación.