La motivación: Ese impulso que nos anima a llevar a cabo actividades o grandes proyectos, puede venir de la necesidad de satisfacer nuestros deseos o de complacer los de otros. Por ejemplo: Si mi deseo es obtener un buen trabajo, para sentirme productiva, esa sería mi motivación, y si es porque me exigen que trabaje para colaborar con los gastos de la casa, en este caso la motivación viene de la petición del otro.

La motivación personal es la que nos deja mayores beneficios, o así lo veo yo, pues al ver cumplidas nuestras metas, el sentimiento de seguridad, satisfacción y agrado personal es inmenso, es lo que nos menciona @damarysvibra, que ocurre con la producción de la dopamina, esa hormona que nos ayuda a sentir felicidad.

@damarysvibra, nos propone en esta entrada número 15 de la serie ¿Quién soy? Que busquemos dentro de nosotros, esa fuerza que nos motiva a movernos y a llevar a cabo acciones, para lograr objetivos.

Un antes y un ahora:

Mi vida ha experimentado cambios desde siempre, y eso es bueno. Pero si me detengo a analizar qué cambios han sido más notables o relevantes para mí, sin duda alguna, mencionaría que son los que experimenté desde el primer momento en que vi a mi hija mayor.

Antes de mis hijos vivía por inercia, hacía lo que había que hacer, estudié porque se me dijo que era bueno estudiar, me gradué, conseguí trabajo y así como los autómatas pasaban mis días. No niego que viví experiencias enriquecedoras, donde disfruté y aprendí de todo un poco. Pero no puedo decir con certeza, si existía en mí, algo que me motivara.

Hoy en día son ellos tres los que mueven mis huesos y hacen que desee estar viva, que quiera hacer cosas, que tenga curiosidad, que me preocupe por estar sana, que quiera generar dinero, que quiera ir de paseo, viajar, conocer, aprender y más, mucho más.

Estoy viva y amo vivir. Pero son mis hijos los que me hacen amar estar viva. No sabría como explicarlo. Por ejemplo: Desde siempre me gustaron las manualidades, pero las realizaba porque en la universidad así me lo exigían en los talleres a los que asistía. Ahora las hago porque me entusiasma ver a mis hijas hacerlas conmigo. Busco nuevas ideas, para compartirlas con ellas y me regocijo mirando con orgullo, cómo me superan en mis habilidades.

Me esfuerzo en mi trabajo de llevar la venta de hamburguesas porque me encanta cocinar y compartir lo que preparo con las personas. Sin embargo, me motivo a crear nuevas propuestas para impulsar el negocio, por las ganancias con las que podré complacer a mis hijos, llevarlos de paseo, y disfrutar con ellos de todo lo que el dinero da. Esa frase de que el dinero sí ayuda a la felicidad, es muy cierta. Podría decir que el dinero es una motivación, pero lo que en realidad motiva, son las actividades que gracias al dinero puedo realizar junto a mis hijos.

Antes de que nacieran me motivaba a planificar los viajes a la playa, para descansar y divertirme. Ahora mi mayor motivación para volver a ver el mar, es para ver a mis hijos disfrutando de toda la maravilla que esos paisajes costeros nos ofrecen. En eso de irse un fin de semana a la playa y verlos correr en la arena y chapotear en el agua, bastante que me ayudaría el dinero. Entonces hay una motivación para ganar dinero, y eso son mis hijos.

Lo que me dicen mis hijos me motiva:

Soy muy optimista y positiva, sin embargo, no puedo escapar de la realidad venezolana y a veces me dejo llevar por preocupaciones y hasta me veo quejándome. Mis hijos, cada uno a su manera y desde sus perspectivas, me dicen:

Eileen (12 años): Todo está bien mami. Eres fuerte y te amo. Mañana lo podrás intentar de nuevo. Eres la mejor. ¿Te ayudo? Tengo una idea.

Viviana (9 años): Te amo mami. Hablemos con los ángeles. Te bendigo mami. Así como salió está bien. Vamos a orar juntas. Y ahora, desde hace un par de meses, nos dice a mí y a su papi, "Los amo y los valoro"

Álvaro (6 años): Toma un besito. Te veo preocupada, no te preocupes, yo estoy aquí. Te amo. Toma muchos abrazos. ¿Me rascas la espalda? ja,ja,ja,ja eso siempre me lo dice.

Ellos me animan y me motivan, me cambian la perspectiva del día y me hacen sentir mejor. Son tremendos, activos, ocurrentes y muy curiosos, a veces me sacan de mis casillas, pero valen su peso en oro y diamantes.

Me gusta encontrar publicaciones que me motiven a escribir. Y esta, en la que @damarysvibra, nos invita a compartir, qué nos motiva, cuadra a la perfección, pues es precisamente lo que ella desea, estoy segura. Motivarnos a seguir aprendiendo sobre nosotros mismos y encontrar así, el equilibrio que tanto deseamos.