Hermanazo, solo tú eres capaz de contar una historia tan triste con la depresión de protagonista, con ese toque de humor y distensión que hace que sea tan agradable leerte. Le di un reblog con esta cuenta que casi no comparte contenido de otros.

El buen Tito siempre presente en tu vida. Tremendo pana, ese señor. Aracelys que activó la ayuda y orquestó ese apoyo que necesitabas. Sin dejar de mencionar la oportuna acción de la doctora Odalys que te atendió para evitar lo de la ahorcada y hacer lo posible de impedirla para siempre.

Pero, ¿sabes qué fue lo más efectivo, según mi opinión? Tu deseo de dejarte ayudar, tu mente abierta para aceptar la ayuda de un psiquiatra, esa misma voluntad y creatividad que usabas para intentar acabar con tu vida, la usaste para salir de ese pozo de la depresión.

Mi experiencia me ha hecho entender que mientras no sepamos qué nos pasa, cualquier acción u omisión es "perdonable", pero una vez que sabemos lo que tenemos, que nuestra situación tiene nombre, la voluntad debe activarse y buscar la manera de salir, no echarse a morir, no escudarnos en lo que sentimos y pensamos. Por supuesto, no es sencillo, lo sé muy bien. Me molestaba sobremanera que me dijeran "tienes que poner de tu parte". No podía, una parte que no podía controlar hacía el sucio trabajo de impedirme avanzar.

Sin embargo, una parte de la voluntad hay que ejercerla y tú, sin darte cuenta lo que hiciste. Aprovechar esa parte consciente y hacer lo posible por salir de nuestra situación.

En fin, un tema extenso y que da para mucho. Gracias por contarnos tu historia de superación, estimado Germán. Un gustazo verte participar.

Gary Samuel Bilbao