¿Qué podemos aportar los ciudadanos en una sociedad en crisis?
Reflexión profunda. Podemos dejar que el barco se hunda o simplemente tomar el timón en medio de la tormenta y los fuertes vientos tempestuosos que están sacudiendo el barco.
La sociedad en crisis es como una densa noche de oscuridad de intenso caos que dificulta el bienestar de sus ciudadanos. Sobrevivir puede ser una alternativa e intentar buscar lo bueno en medio de tantas cosas malas es una posibilidad de creer que es posible apelar al bienestar, aunque el coste sea muy duro y doloroso.
Venezuela se encuentra en la encrucijada de una sociedad en crisis, en la que el bienestar social ha entrado en un panorama muy oscuro. Qué se puede aportar en medio de una crisis política, económica, social, espiritual y ética.
Puedo compartir mi experiencia, pero no es suficiente si cada ciudadano en una sociedad en crisis no hace su aporte humanista y creativo.
¿What can we citizens contribute in a society in crisis?
Deep reflection. We can let the ship sink or simply take the helm in the midst of the storm and the strong tempestuous winds that are rocking the ship.
Society in crisis is like a dense night of darkness of intense chaos that hinders the well-being of its citizens. Surviving can be an alternative and trying to look for the good in the midst of so many bad things is a possibility to believe that it is possible to appeal to well-being, even if the cost is very hard and painful.
Venezuela is at the crossroads of a society in crisis, in which social welfare has entered a very dark panorama. What can be contributed in the midst of a political, economic, social, spiritual and ethical crisis.
I can share my experience, but it is not enough if every citizen in a society in crisis does not make his or her humanistic and creative contribution.
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El propósito de este artículo no es hablar de política, y mucho menos, culpar a quienes pueden ser los responsables directos de producir el caos en el bienestar social de sus ciudadanos.
Como individuo de una sociedad en crisis como la venezolana, he visto que el bienestar social, que incluye salud, educación, servicios públicos y oportunidades de progreso para sus habitantes, ha caído a un nivel extremo de deficiencia, que sigue afectando la calidad de vida de los habitantes.
Podemos buscar las causas y caeremos en un ciclo repetitivo de política, economía y crisis de valores o ética.
Los valores son aspectos tan íntimos del ser humano que no se pueden comprar, sino que se forman en el propio individuo, en la medida en que desarrolla un sentido de pertenencia, tanto en su entorno familiar como social.
Desde niño, mis padres insistieron en el respeto, la honradez, la transparencia y, sobre todo, la sinceridad. Cuando estos valores fallan, ciertamente, la sociedad entra en crisis y consecuentemente el bienestar social se quiebra.
Por muy rico que sea un país en petróleo, gas y otros minerales, creo que la ética es lo que permite administrar y distribuir bien la riqueza generada por estos recursos, lo que puede traducirse en bienestar social.
¿Qué ha pasado en nuestra sociedad?
Seguramente ha pasado de todo, hemos caído en una sociedad en crisis donde hemos perdido el sentido de pertenencia y el sentido social de bienestar que produce calidad de vida.
La actual crisis política ha tenido sus efectos aterradores, en donde la sociedad ha quedado a la deriva de factores externos que puedan intervenir para encontrar una solución en una sociedad que profundiza en crisis.
Vivir en una sociedad como la nuestra requiere valentía, coraje y amor nacionalista, aunque defender los derechos de la vida parezca una tragedia.
La elección parece ser escapar o emigrar y quedar abandonado a la suerte de la vida.
La sociedad en crisis parece muy trágica y el bienestar social parece haber perdido el sentido de la vida para quienes lo anhelan y sueñan.
Algunos miembros de mi familia se preparan para emigrar y otros ya lo han hecho, sin embargo, mi reflexión parece tan confusa que aún no comprendo por qué se ha perdido tanto la ética humana que el bienestar social no importa, aunque sea disfrazado a los ojos de quienes dirigen un conglomerado.
The purpose of this article is not to talk politics, much less, to blame those who may be directly responsible for producing chaos in the social welfare of their citizens.
As an individual of a society in crisis such as the Venezuelan one, I have seen that social welfare, which includes health, education, public services and opportunities for progress for its inhabitants, has fallen to an extreme level of deficiency, which continues to affect the quality of life of the inhabitants.
We can look for the causes and we will fall into a repetitive cycle of politics, economics and crisis of values or ethics.
Values are such intimate aspects of the human being that they cannot be bought, but are formed in the individual himself, to the extent that he develops a sense of belonging, both in his family and social environment.
Since I was a child, my parents insisted on respect, honesty, transparency and, above all, sincerity. When these values fail, certainly, society goes into crisis and consequently social welfare breaks down.
However rich a country may be in oil, gas and other minerals, I believe that ethics is what allows the wealth generated by these resources to be well managed and distributed, which can translate into social welfare.
What has happened in our society?
Surely everything has happened, we have fallen into a society in crisis where we have lost the sense of belonging and the social sense of well-being that produces quality of life.
The current political crisis has had its terrifying effects, where society has been left adrift from external factors that can intervene to find a solution in a society that is deepening in crisis.
Living in a society like ours requires bravery, courage and nationalistic love, even if defending the rights of life seems a tragedy.
The choice seems to be to escape or to emigrate and be left to the fate of life.
Society in crisis seems very tragic and social welfare seems to have lost the meaning of life for those who yearn and dream for it.
Some members of my family are preparing to emigrate and others have already done so, however, my reflection seems so confused that I still do not understand why human ethics have been lost so much that social welfare does not matter, even if it is disguised in the eyes of those who run a conglomerate.
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La situación de Venezuela viene crítica desde hace mucho tiempo, pero creo que está en un punto en el que, si persiste la misma situación/gobierno, la migración será cada vez mayor, con una gran fuga de cerebros, que hará casi imposible que el país se recupere en décadas. Espero que eso no sea lo que siga ocurriendo, porque un país sin mano de trabajo jóven, con gran aprte de los cerebros educados huyendo en busca de mejores condiciones, y un gobierno con corrupción extrema, de un tamaño del que nunca se había visto, veo un país, mi país, irse al precipicio total, sin pretender ser fatalista, claro.
En lo particular salí hace mucho tiempo de Venezuela, tengo la nacionalidad Colombiana, eso me facilitó el proceso, pero es muy difícil asumir una postura dentro del país, una que no implique arreisgar la vida incluso. NO sé si vuelva algún día, pero tengo claro que mientras siga el mismo gobierno, no lo haré. Por ética, y por muchas razones de fondo.
Pero deseo lo mejor para Venezuela, y para todos los países del mundo, a decir verdad. Gran reflexión.
Así es amigo. Las cosas en Venezuela siguen compleja. Mi hijo tiene 6 años de haber emigrado a Colombia. Mi esperanza era verlo regresar pronto, sin embargo la crisis de la sociedad venezolana no garantiza bienestar social a sus ciudadanos. Esperemos la intervención divina que obra en perfecta voluntad.
Feliz día.
@tipu curate 4
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En mucho aprecio tu apoyo, amiga.
Feliz día.