Hablar de paz, de bienestar, de equilibrio emocional y toda esa búsqueda que emprendemos diariamente puede llegar a verse como una pose nada verdadera. Una mentira más que nos inventamos para aparentar.

Recuerdo aquella expresión que me dijo alguien una vez: «Sé feliz tú que puedes». Esta persona me hacía ver que yo tenía todos los elementos alrededor, para tener un rostro de satisfacción, se refería a mis hijos, no a bienes materiales ni experiencias fantásticas, que es lo que la mayoría piensa debería tener para sentirse bien.

Esta persona también tenía estos elementos, pero no tenía la mirada para verlos. En otra oportunidad alguien me preguntó que por qué no estaba en Francia, trataba de demostrarme que en Venezuela no se podía ser feliz. Le contesté que porque a mí nunca me había pasado por la mente ir a Francia. Y sin mentira ninguna, a mí nunca me pasó por la mente salir a ningún sitio fuera del país; pero estoy segura de que si dentro de mis metas hubiera estado viajar, lo habría hecho y tendría eso como ejemplo de satisfacción.

Pienso que cada persona decide a qué aferrarse para la búsqueda de su bienestar, es algo personal. Quien vive en la queja verá solo lo negativo, y seamos objetivos, siempre lo habrá. En su viaje a Francia criticará la espera, los pasajeros que le quedaron cerca, el clima, la comida y más para sentirse desdichado. Hay un dicho que dice: «va para el cielo y va llorando».

Quien no logra emocionarse con: la alegría de un niño, las piruetas de un gato, el cantar de los pájaros, una brisa mañanera, un café compartido, un abrazo, el saludo de un amigo, pero sí gastará su energía quejándose por todo, no entenderá la elección que hacemos para preferir el bienestar.

Dirá que es una gran mentira que no hay felicidad, que es imposible sentirse bien cuando hay tantos problemas en el mundo y comenzará su lista de quejas, ese comportamiento afecta el entorno, lo altera lo vuelve gris, ese individuo se ganará el remoquete de amargado.

La actitud de intentar sentirse bien pese a todo, suele caer mal a algunas personas, que buscan crear conflictos, y retar a quien expone sus razones de bienestar, para ayudar a quien pueda sentirse mal.

Cuando me agarra el mal humor o decaigo en mis intentos y leo alguna publicación en @holos-lotus, de inmediato mi ánimo cambia, a mí me gustaría que así le ocurriera a todos los que frecuentan nuestra comunidad.

Entendemos que se trata de un proceso, de una búsqueda dentro de nosotros mismos, para apartar todo aquello que nos sabotee, de vivir recordándonos la grandeza del agradecimiento, de practicar la congruencia, esto es, hacer lo que predicamos, para sentir nuestras emociones y conocer el beneficio de sentirnos en bienestar, tan necesario para tener salud.

No es una utopía ser feliz, es una búsqueda necesaria, la infelicidad es dañina para la persona y su entorno, revisar cómo podemos cambiar nuestra manera de estar, hasta que seamos tan raros que la gente se pregunte, ¿Qué tienen esas personas que ríen por todo y disfrutan su compañía pese a estar donde están?

Gracias por tu amable lectura.

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