'El imperio de lo inútil', hay tantas cosas de las que hablar que me resultaba difícil elegir un tema, pero creo que mucho de lo que puede abordarse puede resumirse en este encuentro eterno del que somos víctimas, entre lo que realmente necesitamos y lo que nos han hecho creer que necesitamos.Pensando en como participar en la iniciativa propuesta por @charjaim en la comunidad Holus-lotus, titulada

El ya fallecido canta-autor Facundo Cabral decía: "Deseo poco, y lo poco que deseo, lo deseo poco", que es un manera muy poética de expresar que no se necesita mucho para ser feliz, y coincido con él porque es algo que he estado comprobando recientemente. Es sorprendente la cantidad de cosas que tenemos o deseamos y que realmente no necesitamos en realidad.

Y aquí no me refiero solo a lo material, sino también a lo emocional, e incluso a lo intelectual. La necesidad de pareja es un ejemplo si hablamos de lo emocional, y la necesidad de status, reconocimiento y validación, es otro si hablamos de lo intelectual, aunque también aplica a lo emocional.

Lo más curioso es que las necesidades reales son relativamente fáciles de cubrir, de resolver, mientras que las necesidades creadas, y de las que podemos prescindir si aprendemos a hacerlo, son las que realmente nos exigen una fuerte inversión en más de un sentido.

¿Qué necesitamos realmente? Yo diría, siendo muy sintético, que sustento, refugio y afecto, y una cuarta cosa, después de tener resueltas las anteriores, sería la realización personal. Si hablamos de sustento hablamos de alimento, y no necesitamos comer como reyes para estar bien alimentados, ni necesitamos a un chef para cocinar algo que además de nutrirnos haga feliz a nuestro paladar.

Todos los pueblos del mundo tienen una comida tradicional rica en nutrientes y sabores, generada a partir de los productos de fácil acceso en la región, y que por lo general son los más accesibles y fáciles de obtener. No necesitamos ir a restaurantes, ni comprar productos que tienen que atravesar el planeta para llegar a nuestra mesa, para tener una alimentación rica y balanceada.

Dejemos entonces que comer cosas que nos enferman y que además son más caras, o por lo menos hagámoslo con menos frecuencia. ¿Cuáles son? Pues todas las que vienen empaquetadas y están llenas de productos químicos, y todo aquello que está modificado para durar más. Si compras una manzana y después de 15 días aún se ve fresca, esa manzana no es buena para ti. ¿Qué fruta en su estado natural, después de bajarla de un árbol, a los 15 día sigue como si nada? Ninguna.

Aprendamos a elegir mejor lo que comemos y dejemos de comprar todo lo que nos ofrecen los medios de comunicación como supuestamente sano. Come lo que no viene empaquetado, producido por una fábrica y no la naturaleza, y que está lleno de productos químicos que ni siquiera sabes como pronunciar.

Si hablamos de refugio no necesitamos una mansión para obtenerlo. Tampoco digo que nos vayamos a vivir a una cueva. Pero dejemos de adquirir hipotecas o invertir los ahorros de una vida para ampliar una casa que realmente no necesitamos que sea más grande, o peor aún, adquirir otras, a menos que sean como un inversión. Mucha de la gente más rica del mundo no tiene casa, prefiere rentar.

Tengamos una vivienda de acuerdo a nuestras necesidades y posibilidades, en una zona que nos de seguridad y tenga cerca todo lo que necesitamos. Veamos lo que está pasando en Los Ángeles por los incendios: mucha gente arruinada porque no tomó una decisión sabia en este sentido.

Dentro de esa vivienda tengamos también solo lo que en verdad necesitamos. No gastemos en una máquina para hacer ejercicio que luego ni vamos a usar, en una freidora de aire que usamos si acaso una vez al mes, o cosas que hacen, por un alto costo, lo que podemos hacer nosotros, como esas aspiradoras robot que por más que programes nunca limpian bien los rincones.

En cuanto a afecto empecemos por aprender a estar solos, por no necesitar a nadie para sentirnos plenos. Nuestra felicidad no puede depender de los demás, debe depender solo de nosotros. Solo cuando aprendemos a estar solos podemos estar con los demás y tener relaciones sanas con ellos, empezando con nuestra familia, que es siempre lo más importante. Uno no puede estar bien con los demás sino se está bien primero con uno mismo.

La pareja no es indispensable, aunque siempre deseable, y si encontramos a la persona correcta, pues fabuloso. Cuanta gente vive con alguien que realmente no ama, solo para no estar sola o cumplir con un requisito social. Tampoco es necesario tener miles de amigos, solo aquellos que de verdad resuenen en nosotros. Haz una lista de tus amistades y reflexiona sobre cuales son realmente significativas. Esas son las que tienes que conservar, en las que vale la pena invertir tiempo y afecto, y por lo general son menos de las uno piensa.

Respecto a la realización personal, esta no debería depender de la aprobación externa, sino solo de la interna. Es curioso, y hasta triste, como le damos tanta importancia a la aprobación de gente a la que en realidad no les importamos y tampoco nos importan tanto en realidad.

Gastamos en autos, ropa, y un estilo de vida que muchas veces no nos corresponde, porque en realidad no podemos pagarlo, solo para poder pertenecer, para ganarnos la aceptación de los otros, una aceptación banal y superficial que no nos da mucho, y nos quita demasiado.

Hace que nos endeudemos, que nos volvamos esclavos del trabajo, que cofundamos nuestras prioridades y olvidemos lo que realmente es importante. Cuando seas capaz de medir las cosas con tu propia vara, y no la que usan los demás, o la que te diga el entorno que debes usar, podrás ser feliz y auto-realizarte.

Dejemos de aspirar a lo que nos dicen que debemos aspirar. Dejemos de comprar lo que nos dicen que debemos de comprar. Dejemos de ser como nos dicen que debemos ser. Dejemos de creer en lo que nos dicen que debemos de creer. Averigüemos quienes somos, que realmente necesitamos, y seremos felices.

El camino para ello no es fácil porque todo lo que nos rodea apunta en la dirección opuesta, pero todo empieza con un primer paso, y si tu quieres, hoy es un buen día para dar el primer paso para alejarse del imperio de lo inútil en dirección hacia vida más plena y más real. Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.