Ser Feliz con Poco

Ser feliz con poco. ¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos sido bombardeados, casi atacados súbitamente con esa frase que parece ser creada por los que tienen todo? Y es que si simplemente ser feliz es difícil, cuando te dicen ser feliz con poco, las cosas se complican más del triple, y los retos y los malos momentos parecen multiplicarse y surgir de donde antes no existían.

Lo que no podemos negar es la certeza de que cada vez necesitamos más para ser felices y lograr esa plenitud en la vida que nos vendió una vez la televisión y ahora las redes sociales, que cada día están más presentes en nuestras vidas. Nos encontramos siempre, sin saber el porqué, en busca de lo último, lo más nuevo, lo mejor y de punta. Queremos el último modelo de teléfono, aunque sabemos que no habrá grandes diferencias con el anterior, salvo un desorbitante precio. Queremos el coche más veloz, más lujoso, pero por supuesto que ese coche tiene que venir con su casa nueva, una casa de películas con todo perfectamente ordenado y una cocina impoluta y brillante, como recién entregada.

Hemos dejado atrás la felicidad de la simpleza y parece que no volverá. Ya resulta una propia contradicción humana encontrar la belleza y la felicidad en lo ordinario y sencillo. Pero una vez fuimos felices con muy poco, y quizás es momento de volver a serlo.

La sencillez puede convertirse hoy mismo en tu nueva filosofía de vida. Podrás convertirte en el nuevo Séneca en busca de la paz interior y la satisfacción plena en lo simple de la vida. Porque la filosofía estoica nos hace comprender que la felicidad no depende de lo que tenemos, de cuánto poseamos y cuántos objetos se acumulen en el interior de nuestra casa y alma. La felicidad no depende de factores externos. Todo lo que necesitas para ser feliz se encuentra dentro de ti, pero quizás esté oculto en un lugar profundo donde lleva tiempo sin ver la luz.

La verdadera felicidad se encuentra en la forma en la que reaccionamos a los problemas de la vida, en la medida en la que dejamos que situaciones fuera de nuestro control nos afecten y nos quiten la sonrisa. Aprende a valorar lo que ya tienes y trabaja primero con eso para ser feliz. Muestra una actitud de calma ante la adversidad y una necesidad nula de aprobación de los demás o de aprobación a partir de lo que posees. Cuando solo estás centrado en ti y en lo que ya tienes, el peso de tus hombros se aliviará, permitiéndote el desarrollo completo e integral de tu ser.

Siéntete agradecido por lo que ya tienes y ya eres. Dedica tiempo a agradecerte y a agasajarte. Agradece porque esta noche dormirás bajo un techo o tienes un plato de comida, o si no lo tienes aún, agradece porque tienes manos para trabajar y lograr lo que te propongas o la fuerza de voluntad necesaria para que, aun sin manos, te crezcas y te superes.

Recuerda siempre que en el minimalismo, menos es más. Quita de tu vida lo innecesario: los pensamientos invasivos, el egoísmo, el odio y el rencor. Nadie es culpable de tu situación, pero solo tú puedes mejorarla.

Ser feliz con poco no es conformarse con menos de lo que merecemos, es darle el verdadero valor a lo que ya poseemos o encontrar en lo logrado la felicidad y nuestros futuros objetivos. Es aprender a darle calor a la belleza de lo sencillo porque lo material te podrá dar comodidad y tranquilidad, pero se necesita más que eso para ser feliz. Se necesita elegir vivir en la felicidad.

No adornes de riquezas,
al corazón vacío.
Busca dentro tu propio sentido.
Tu propio valor perdido.

Necesitas poco para ser feliz,
porque casi todo ya está dentro de ti.
Dedícate a cultivar y amar.
A vivir y a sanar.

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Be Happy with Little

How many times throughout our lives have we been bombarded, almost suddenly attacked with this phrase that seems to be created by those who have everything? And if simply being happy is difficult, when you are told to be happy with little, things become three times more complicated, and the challenges and bad moments seem to multiply and arise from where they did not exist before.

What we cannot deny is the certainty that we need more and more to be happy and achieve that fullness in life that was once sold to us by television and now by social networks, which are more and more present in our lives every day. We find ourselves always, without knowing why, in search of the latest, newest, best and cutting edge. We want the latest phone model, even though we know that there will be no major differences with the previous one, except for an exorbitant price. We want the fastest, most luxurious car, but of course that car has to come with its new house, a movie house with everything perfectly tidy and a spotless, shiny, just-delivered kitchen.

We have left behind the happiness of simplicity and it seems that it will not return. It is already a human contradiction to find beauty and happiness in the ordinary and simple. But we were once happy with very little, and perhaps it is time to be happy again.

Simplicity can become your new philosophy of life today. You can become the new Seneca in search of inner peace and fulfillment in the simplicity of life. Because the Stoic philosophy makes us understand that happiness does not depend on what we have, how much we own and how many objects accumulate inside our house and soul. Happiness does not depend on external factors. Everything you need to be happy is inside you, but perhaps it is hidden in a deep place where it has not seen the light for a long time.

True happiness is found in the way we react to life's problems, the extent to which we let situations beyond our control affect us and take away our smile. Learn to value what you already have and work with that first to be happy. Show a calm attitude in the face of adversity and zero need for approval from others or approval from what you possess. When you are only focused on you and what you already have, the weight off your shoulders will be relieved, allowing you to fully and wholly develop your being.

Feel grateful for what you already have and already are. Take time to be thankful for yourself and to treat yourself. Be grateful because tonight you will sleep under a roof or you have a plate of food, or if you don't have it yet, be grateful because you have hands to work and achieve what you propose or the necessary willpower so that, even without hands, you can grow and surpass yourself.

Always remember that in minimalism, less is more. Remove from your life the unnecessary: invasive thoughts, selfishness, hatred and resentment. No one is to blame for your situation, but only you can improve it.

To be happy with little is not to settle for less than what we deserve, it is to give true value to what we already have or to find happiness and our future goals in what we have achieved. It is learning to give warmth to the beauty of the simple because the material may give you comfort and tranquility, but you need more than that to be happy. It is necessary to choose to live in happiness.

Do not adorn with riches.
Do not adorn the empty heart.
Search within for your own meaning.
Your own lost value.

You need little to be happy.
Because almost everything is already within you.
Dedicate yourself to cultivate and love.
To live and to heal.

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