En la vida, enfrentamos situaciones difíciles que requieren decisiones que pueden contribuir o no a nuestra paz mental, emocional o física, y que pueden dejarnos cicatrices en el corto plazo o tener consecuencias para toda la vida. Sin embargo, está en nuestras manos, mente y corazón establecer los límites para mantener una vida saludable y llevarla con tranquilidad.
En mi caso personal, caí en la costumbre errónea de establecer límites muy austeros en cuanto a mi situación económica, repitiendo una y otra vez que me conformaría con trabajar y ganar el dinero necesario para cubrir las necesidades básicas y poder llegar a fin de mes con "cero" dinero y sin deudas.
Se cumplió mi "DESEO" Sería de tanto repetirlo, invocarlo o clamar al poder divino que se escuchó como un deseo imperioso de que fuese así, tal cual al pie de la letra, que hoy estoy sumergido en ese vaivén económico de la vida de estar siempre al límite de la felicidad y tranquilidad física y emocional.
Por supuesto, que Dios aprieta, pero no ahorca y junto con sus Ángeles de batalla salen en auxilio para socorrernos y tratar de aliviar esas necesidades terrenales en el menor tiempo posible y siempre y cuando lo solicitemos con mucha fe y devoción.
Entrar en el campo religioso siempre creará un punto de discusión y análisis porque es algo intrínseco de cada ser viviente, pero es una referencia para expresar parte de nuestras creencias y poder dar testimonio de los detalles que pueden rodear una situación personal, como por ejemplo: "salir al trabajo en tu moto y al encenderla para iniciar el viaje, sientes un aire (viento) que mueve tu cabello y "le voilà", falta tu casco de protección. Desgraciadamente durante el trayecto, un conductor irresponsable de un transporte escolar se cruza imprudentemente en contravía y no te da tiempo de reaccionar colisionando por un lado del bus. Te salvaste de una contusión y fractura craneal por la acción e intervención divina, que muchos no relacionan ni justifican los resultados, pero se siente que tuvo un efecto positivo al salvarse una vida.
Escrito original de: @anecdotas