La poesía de Julio Cortázar en su crepúsculo

in Ecency2 months ago (edited)


Se suele conocer al escritor belga-argentino Julio Cortázar, en primer lugar, como cuentista (10 libros de cuentos) y novelista (6 novelas), además como ensayista, prosista sui generis y dramaturgo. También por sus magistrales traducciones, entre ellas las de los cuentos de Edgar Allan Poe. Pero poco se le conoce, en general, como escritor de poesía, en el sentido estricto, más allá de que sus textos narrativos o ensayos están llenos de poesía.


El escritor Julio Cortázar en ilustración - Fuente


Sobre Julio Cortázar he publicado en esta plataforma varios posts (ver 1, 2, 3). A propósito de que este año se cumplen 110 años de su nacimiento —26 de agosto de 1914—, he querido ofrecer este post para destacar parte de su quehacer como poeta, deteniéndome en el que fuera su último libro en este género: Salvo el crepúsculo.

Salvo el crepúsculo fue publicado en 1984, dos meses después de la muerte de Cortázar. En ese singular libro, como le gustó hacer a nuestro escritor (vg. Rayuela), reunió, dice la presentación que de modo aleatoria, textos escritos a lo largo de varios años, sobre diferentes temas (el amor, el jazz, el tango, etc.) o dedicados a escritores y artistas apreciados por él; destacan particularmente los textos de tema amoroso.

Su título lo toma del siguiente haiku del maestro Matsuo Bashō, que aparece como epígrafe iniciador del libro:

Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.


Significativo verso escogido por Cortázar para titular su libro, quien quizás presentía su cercana partida. Si bien el crepúsculo es la claridad del inicio del día con la salida del sol, también es la luz de su ocultamiento, y esta es tal vez la de mayor fuerza en el verso y para el libro. Seguidamente, reproduciré cinco poemas breves de dicho libro.


Fuente


LA MADRE

Delante de ti me veo en el espejo que no acepta
cambios, ni corbata nueva ni peinarse en esta
forma. Lo que veo es eso que tú ves que soy, el
pedazo desprendido de tu sueño, la esperanza
boca abajo y cubierta de vómitos.
Oh madre, tu hijo es éste, baja tus ojos para que
calle el espejo y podamos reconciliar nuestras
bocas. A cada lado del aire hablamos de cosas
distintas con iguales palabras. Eres una columna
de ceniza (yo te quemé), una toalla en la percha
para las manos que pasan y se frotan, un enorme
búho de ojos grises que espera todavía mi
nombramiento decorativo, mi declaración
conforme a la justicia, a la bondad del buen vecino,
a la moral radiotelefónica. No puedo allegarme,
mamá, no puedo ser lo que todavía ves en esta
cara. Y no puedo ser otra cosa en libertad,
porque en tu espejo de sonrisa blanda está la
imagen que me aplasta, el hijo verdadero y a
medida de la madre, el buen pingüino rosa yendo
y viniendo y tan valiente hasta el final,
la forma que me diste en tu deseo: honrado, cariñoso,
jubilable, diplomado.


Juego de espejos: la madre que mira al hijo, el hijo que se mira en el espejo de la madre; miradas que se encuentran y se distancian, en el deseo, en lo proyectado, en lo imaginado, y que conforman, finalmente, el ser que se quiere y el ser que se es. Un afectuoso poema, sin duda.


HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas. Entonces
la tramo en aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como
si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

(31/12/1951)


La nostalgia propia del último día del año expresada en este delicado poema amoroso donde se piensa e imagina, pese a la ausencia o la distancia, la presencia de esa tierna mano de la amada, que es la metáfora de ella misma, por la cual es posible sostener la continuidad de la vida en el tiempo que pasa.


(De OTROS CINCO POEMAS PARA CRIS)

3
A veces creo que podríamos
conciliar los contrarios
hallar la centritud inmóvil de la rueda
salir de lo binario
ser el vertiginoso espejo que concentra
en un vértice último
esta ceremoniosa danza que dedico
a tu presente ausencia.
Recuerdo a Saint-Exupéry: "El amor
no es mirar lo que se ama
sino mirar los dos en una misma dirección"
Pero él no sospechó que tantas veces
los dos miramos fascinados a una misma mujer
y que la espléndida, feliz definición
se viene al suelo como un gris pelele.


Un sugestivo poema que conjetura la posibilidad o el deseo de lo unitivo, de la coincidencia que sueña el amor, pero que pareciera que la realidad se encarga de derrumbar o no permitir.


Fuente


(De CINCO ÚLTIMOS POEMAS PARA CRIS)

1
Ahora escribo pájaros.
No los veo venir, no los elijo,
de golpe están ahí, son esto,
una bandada de palabras
posándose
una
a
una
en los alambres de la página,
chirriando, picoteando, lluvia de alas
y yo sin pan que darles, solamente
dejándolos venir. Tal vez
sea eso un árbol
o tal vez
el amor.


Otro hermoso poema de amor de nuestro poeta. La metáfora de las palabras como pájaros que se posan en ese árbol-poema que ha de ser, en el que el amor pueda aposentarse.


LAS RUINAS DE KNOSSOS

Ya no hay laberintos
ni reyes de mirada plana, imprecatorios,
inventando por gestos las leyes de la tierra.
Las calles se repueblan de monstruos cabizbajos
confundidos entre las vendedoras de pasteles y peinetas,
sin decretos ni claustración, caídos
a la irrisión de las miradas que los siguen y enumeran.
Ni prestigio, ni nombres execrados,
ni hermanas lamentándose en los muros.
Envueltos en bufandas se pierden en los huecos del tráfico
con paquetes que llevan a sus casas,
a las pensiones familiares donde comen y duermen.
A nadie tienen que los tema y vocifere,
ningún adolescente de encendida espada
irrumpe de la nave y corre a ellos para morder por fin
el alegre, jugoso durazno de la sangre


Knossos (o Cnossos), ciudad de la desaparecida cultura cretense, es en este poema imagen de la destrucción de una antigüedad hoy venida a menos en una civilización sin sacralidad, con una honorabilidad de espíritu inexistente, en una vida decadente.


Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Cort%C3%A1zar
https://cortazarygenette.wordpress.com/wp-content/uploads/2010/06/salvo-el-crepusculo.pdf


Vector abstracto 1.jpg


Gracias por su lectura.




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Aprecio los poemas de Cortázar tanto como su prosa, su sensibilidad y profundidad.

Igualmente, amiga. Gracias por su vista y comentario. Saludos, @beaescribe.