Hmm... Qué arrecho.
Recuerdo que contaste esa historia la noche que te conocí. Fue cuando hiciste Yopo, por primera vez, en Cumaná.
La violación ha sido mi miedo más grande desde los 18 años cuando vivimos un secuestro-atraco en un bus. Mi mamá pasó unos días llorando atormentada en las noches por el miedo que tuvo de que me violaran. Yo nunca había temido eso, pero ya nunca he vuelto a vivir sin pensar en ello. Prácticamente, cada día de mi vida.
Esa noche fue la primera vez que, en vez de temer, di gracias a Dios porque yo nunca lo había vivido. LA PRIMERA VEZ. Si no fuese por ti, nunca me hubiese dado cuenta de que a mí no me había pasado.
Lo tenía tan metido en la cabeza que, inconscientemente, me sentía una víctima de violación.
Todavía es mi mayor miedo; a veces no puedo dormir o salir, pero ahora por lo menos puedo recordar agradecer.
Te debo eso. Tremendo hueco en la cubeta que hasta a mí me regó un poquito. ❤️
Eres demasiado valiente por decir que lo perdonas. Gracias a Dios pudiste sanar este dolor y tu cancer. Al menos verlos a la cara. 💛
No lo sabia ney, que lindo que hayas tenido la oportunidad de ver las cosas desde una perspectiva de agradecimiento. Aveces no sabemos de a quienes vamos impactando y cambiando con nuestras vivencias, por eso agradezco siempre que me dicen esto, gracias a ti por hacerme saber que contarlo siempre es mejor.