ENGLISH
The difference between illusion and reality is an issue that has occupied the human mind since ancient times.
Already in the Allegory of the Cave, the philosopher Plato, exposed a situation where men chained to the bottom of a cave, and who had never gone outside, would surely think that the world was only a place of shadows.
The reason for that brilliant observation derived from the fact that certainly our construction of reality is mediated by the senses. If all we have known is the inside of the cave, there is no way to imagine the outside in a different way.
And although it is true that we can imagine with a certain margin of freedom, our imagination is also limited by certain conditions of the reality of life.
For an indigenous person of those who still survive in remote and remote regions of our planet, completely outside our civilization, it would be almost impossible to imagine, for example, a mechanism such as a computer. They would need other kinds of experiences to feed their imagination in order to make the leap from the world of nature, in which they live and know, to the world of machines.
In our time we have recognized the power of our mind to help shape reality. There are people who, with the right mental training, are able to intervene in biological functions that were considered autonomous, and can control at will what seemed impossible, varying their body temperature, changing their heart rate and even remaining for a long time without breathing. It has also been demonstrated the effect that mental readiness has in boosting immune system responses.
But this does not mean that our mind is capable of creating any reality. I can think that poverty in my community is going to disappear, but there will have to be more than my thoughts for that reality to happen. It is not enough to just think it and wish it with my heart for it to become a reality. It has to be worked for.
Of course, we will always have the freedom to create fantasy worlds where we can isolate ourselves from our surroundings and live in a certain way our own reality. And perhaps the technology of our days can help a lot in that. The means already exist for someone to spend their whole life locked up at home. Internet shopping and delivery services facilitate those options towards isolation and solitude.
On the other hand, there is a whole big movement in technology aimed at creating artificial subjects very much like us and even surpassing us in skills.
I do not doubt that at some point in the future it will be possible to clone human beings to produce extraordinary subjects, with more abilities, stronger and free of the ailments that others will continue to have, if ordinary people continue to exist. But these new subjects created by ingenious minds will not be endowed with spirituality.
Our spirituality comes to us from something beyond what we know and can understand. It is the force that drives us to believe, love and have faith. If it were something only biological, it is likely that in the future it could be replicated. But the spiritual essence far exceeds our biology. Humans are spiritual beings in biological bodies. It is true, we will be able to create very efficient immortal machines, but how will we be able to give them the spiritual quality? That is not in our hands.
Some may accuse me of lacking imagination for not being able to conceive that human beings can create artificial beings endowed with spirituality. But the truth is that for me it is unthinkable.
So far it seems to me that we have been very intelligent in integrating technology with our spiritual side and I see no conflict in it.
The internet has favored the spread of spiritual ideas. This debate, for example, we are having in the realm of one of the latest technologies, Web 3.0, the Blockchain world, in the virtual space.
Does the fact that we are communicating through this medium diminish our spirituality in any way? No. We simply take advantage of a technology that allows us to communicate, that allows us to break spatial boundaries, and to leap over language and cultural barriers to connect on aspects that interest us, such as spirituality.
I can imagine with my limited understanding many things about the future world; extraordinary machines, even with the ability to dominate us Terminator style, but what I cannot think of is human beings empty of spirituality. The reason I mentioned above, the spiritual is a Divine gift not created by us.
Once again I thank the friends of @ecotrain for bringing us each week these topics that invite us to think about our experiences and beliefs. To participate click on this link
Thank you for your time.
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ESPAÑOL
La diferencia entre ilusión y realidad es un asunto que ha ocupado la mente humana desde la más lejana antigüedad.
Ya en la Alegoría de la Caverna, el filósofo Platón, nos exponía una situación donde hombres encadenados al fondo de una cueva y que nunca hubiesen salido al exterior, seguramente qué pensarían que el mundo era solo un lugar de sombras.
La razón de aquella brillante observación derivaba del hecho de que ciertamente nuestra construcción de la realidad está mediada por los sentidos. Sí lo único que hemos conocido es el interior de la cueva, no hay forma de imaginar el exterior de un modo distinto.
Y aunque es verdad que podemos imaginar con cierto margen de libertad, también nuestra imaginación está limitada por ciertas condiciones de la realidad de la vida.
Para un indígena de los que aún sobreviven en regiones apartadas y remotas de nuestro planeta, completamente al margen de nuestra civilización, sería casi imposible imaginar, por ejemplo, un mecanismo como el de una computadora. Le harían falta otro tipo de vivencias con las que alimentar su imaginación, para poder dar el salto del mundo de la naturaleza, en el que vive y conoce, al mundo de las máquinas.
En nuestro tiempo hemos reconocido el poder de nuestra mente para contribuir a moldear la realidad. Hay personas que con el entrenamiento mental adecuado son capaces de intervenir en funciones biológicas que se consideraban como autónomas, y pueden controlar a voluntad lo que parecía imposible, variar su temperatura corporal, cambiar su ritmo cardíaco y hasta permanecer largo tiempo sin respirar. También ha sido demostrado el efecto que tiene la buena disposición mental para potenciar las respuestas del sistema inmunológico.
Pero esto no quiere decir que nuestra mente sea capaz de crear cualquier realidad. Puedo pensar que la pobreza de mi comunidad va a desparecer, pero tendrá que haber algo más que mis pensamientos para que esa realidad pueda ocurrir. No basta con solo pensarlo y desearlo con el corazón para que se haga realidad. Hay que trabajarlo.
Claro que siempre tendremos la libertad de crearnos mundos de fantasía donde podamos aislarnos del entorno y vivir de cierta forma nuestra propia realidad. Y quizá la tecnología de nuestros días pueda ayudar mucho en eso. Ya existen los medios para que alguien pueda estar toda la vida encerrado en su casa. Los servicios de compra por internet y delivery facilitan esas opciones hacia el asilamiento y la soledad.
Por otra parte, hay todo un gran movimiento en la tecnología cuya finalidad es la creación de sujetos artificiales muy parecidos a nosotros y que incluso nos superaran en las destrezas.
No dudo que en algún momento del futuro se pueda llegar a la clonación de seres humanos para producir sujetos extraordinarios, con más habilidades, más fuertes y libre de los padecimientos que seguirán teniendo los demás, si es que siguen existiendo las personas comunes y corrientes. Pero esos nuevos sujetos creados por obra de mentes ingeniosas no estarán dotados de espiritualidad.
Nuestra espiritualidad nos viene de algo que está más allá de lo que conocemos y podemos comprender. Es la fuerza que nos impulsa a creer, amar y tener fe. Si fuese algo solo biológico es probable que en el futuro se pudiera replicar. Pero la esencia espiritual rebasa por mucho nuestra biología. Los humanos somos seres espirituales en cuerpos biológicos. Es verdad, podremos llegar a crear máquinas inmortales muy eficientes, pero ¿cómo vamos a poder darles la cualidad espiritual? Eso no está en nuestras manos.
Pueda ser que alguno me tache de falto de imaginación por no poder concebir que el ser humano pueda crear seres artificiales dotados de espiritualidad. Pero la verdad es que para mí es impensable.
Hasta ahora me parece que hemos sido muy inteligentes para integrar la tecnología con nuestra parte espiritual y no veo conflicto en ello.
El internet ha favorecido la difusión de ideas espirituales. Este debate, por ejemplo, lo estamos sosteniendo en el ámbito de una de las últimas tecnologías, la Web 3.0, el mundo de las Blockchain, en el espacio virtual.
¿Disminuye en algo nuestra espiritualidad el hecho de que nos estemos comunicando a través de este medio? No. Sencillamente echamos mano a una tecnología que nos permite comunicarnos, que nos permite romper los límites espaciales, y saltarnos las barreras idiomáticas y culturales para conectarnos sobre aspectos que nos interesan, como este de la espiritualidad.
Puedo imaginar con mi limitado entendimiento muchas cosas sobre el mundo futuro; máquinas extraordinarias, incluso con la capacidad de dominarnos al estilo Terminator, pero lo que no puedo pensar es en seres humanos vacíos de espiritualidad. La razón la comenté arriba, lo espiritual es un regalo Divino no creado por nosotros.
Una vez más agradezco a los amigos de @ecotrain por traernos cada semana estos temas que nos invitan a pensar sobre nuestras vivencias y creencias. Para participar pincha en este enlace
Gracias por tu tiempo.
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Muy interesante tu punto devistacon respectoaeste tema, las observaciones con respecto al hecho de quienes somos en función de tener espiritu y como las máquinas aún con inteligencia artifical no tendrían esa cualidad, ahora que te leo pienso en la noción del arte y la belleza,con cosas que no necesitamos para la supervivencia, pero estan dentro de nosotros como elementos propios, y no han podido ser clasificados dentro de las ciencias empíricas, de tu post me gustó mucho la frase: Es verdad, podremos llegar a crear máquinas inmortales muy eficientes, pero ¿cómo vamos a poder darles la cualidad espiritual? Eso no está en nuestras manos
Excelente post, @irvinc un abrazo!!
Sí, hasta ahora hemos podido llevar el asunto sin mayores interferencias, no se sabe cómo podrá ser en el futuro. Fíjate que en la ciencia ficción los visionarios siempre presentan al componente espiritual aún en las peores cirscuntancias. Mientras seamos humanos la espiritualidad estará en nosotros. Muchas gracias por pasar y comentar, estimado @joseantpp. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Hola! Un debate largo el de la espiritualidad. Leerte me trajo un pensamiento, algo fantasíoso, para ficción la realidad ¿No?. Siempre he creído que la capacidad del hombre es inimaginable, mientras van pasando los siglos siempre un nuevo invento expande el mundo que conocíamos. Ahora con la web 3.0, se abre la posibilidad de estar realmente conectados y con más libertad para usar los recursos que hay en ella. Si en algún momento pudimos usar la telepatía y lo olvidamos, ahora la web 3.0 es casi telepatía en un clip. Saludos!
Buena esa: "para ficción la realidad". Sí, hasta ahora hemos podido combinar todos los avances tecnológicos con nuestro impulso espiritual. No puedo imaginar que eso llegue a ser distinto y en algún momento nos quedemos vacíos. Muchas gracias por pasar y comentar, estimado @yuri.ccs. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
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