VENGO DEL FOGÓN DE LA VECINA

Hace ya unos cuantos días que leí esta frase de una queridísima amiga, hermana de la vida: “vengo del fogón de la vecina”. Al inicio me dio algo de risa, sin embargo es una frase que me llevó a la reflexión y además motiva que escriba las siguientes líneas.


El interés no es hablar si hemos retrocedido en el tiempo, que nuestros hogares se hayan convertido en hogares primitivos, que si estamos a nivel de los primeros homínidos en cuanto a posibilidades culinarias, o hablar del déficit en los servicios básicos o las condiciones de vida.


Estas líneas van más allá, quiero destacar unas características que distinguen al venezolano, por las cuales es reconocido a nivel mundial, las cuales son la generosidad y la empatía que exhibimos sobre todo en momentos de dificultad. Lo cual me lleva a considerar que somos una raza con un cerebro empático, solidario con las emociones y necesidades ajenas.


Hoy entendemos un poco más de esas cualidades, características del venezolano que nos distinguen, de su conducta prosocial, gracias a los aportes dados por Giacomo Rizzolatti, cuando por allá a finales de los años 90, hizo el descubrimiento de las neuronas espejo, por lo que podría presumir que los venezolanos pertenecemos al eslabón evolutivo que algunos científicos desean llamar homo empathicus.Las neuronas espejos o también conocidas como especulares, son un tipo de neuronas que se encargan de imitar las acciones que inconscientemente llaman nuestra atención, tejiendo una red invisible que une a las personas y que permite aprender de los demás. El neurocientífico Ramachandram las señala como “neuronas Gandhi” por su capacidad de facilitar el entendimiento, la solidaridad y la cooperación con los demás.


Entonces con este conocimiento, sabiendo que para nuestro cerebro “los otros” son también extensiones de nosotros mismos, podemos vivir con mayor armonía, resolver nuestros conflictos y garantizar la supervivencia con un bienestar común, como bien lo manifiesta, el ya referido Rizzolatti: “las neuronas espejo son el ladrillo sobre el que se construye la cultura” y yo agregaría la sociedad.


Siendo así, y haciendo propicio lo señalado por Daniel Goleman, como seres humanos empáticos llegaremos muy lejos, y toda esta situación que actualmente estamos viviendo podría considerar que es para refinarnos ¡Porque vamos a llegar muy lejos!

“Si no tienes empatía y relaciones personales efectivas, no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos”.