Era un sábado por la tarde, con un cielo nublado que amenazaba lluvia, pero eso no iba a ser un obstáculo para una de nuestras aventuras favoritas: salir a comer barquillas. Mi tía Bere, quien realmente es tía de mi novio y yo me he unido tan bien a la familia que tengo un vínculo con todos ellos, decidimos ir a Maturín a tener una cita para ir a buscar unas cosas y aprovechar de compartir un rato agradable juntas. Llenas de emoción y una buena dosis de antojo por algo dulce.
It was a Saturday afternoon, with a cloudy sky that threatened rain, but that was not going to be an obstacle for one of our favourite adventures: going out to eat barquillas. My aunt Bere, who is really my boyfriend's aunt and I have bonded so well with the family that I have a bond with all of them, we decided to go to Maturín to have a date to go and pick up some things and take advantage of sharing a nice time together. Full of excitement and a good dose of craving for something sweet.
Tomamos el transporte público hacia la ciudad, como solíamos hacer, gracias a Dios llegamos temprano y pudimos irnos sentadas en el autobús, ya que cuando va muy lleno meten personas paradas hasta más no poder. Mientras mirábamos por la ventana, nos dimos cuenta cómo pasamos de un espacio verde, a ver los edificios iban pasando como un collage urbano, llenos de colores y formas, reflejando la vida dinámica de la ciudad. Estaba ansiosa por llegar al lugar que mi tía había elegido; una pequeña heladería que le había contado tenía las mejores barquillas de la zona.
We took public transport into the city, as we used to do, and thank God we arrived early and were able to sit down on the bus, as when it is very crowded, people stand up as much as they can. As we looked out of the window, we noticed how we went from a green space to see the buildings passing by like an urban collage, full of colours and shapes, reflecting the dynamic life of the city. I was anxious to get to the place my aunt had chosen; a small ice cream parlour that I had told her had the best ice cream bars in the area.
Al bajar en nuestra parada, el olor a lluvia se iba intensificando, y decidimos apurarnos. Caminamos de prisa por las calles asfaltadas, conversando animadamente sobre lo que íbamos a pedir. A mi tía Bere siempre le gustaba recordar las heladerías, aquellas que parecían haber desaparecido con el paso del tiempo. Sus ojos brillaban cada vez que mencionaba la heladería de “Don Manuel”, donde el helado de vainilla se servían con trozos de fruta fresca.
As we got off at our stop, the smell of rain was intensifying, and we decided to hurry. We walked hurriedly along the paved streets, chatting animatedly about what we were going to order. My aunt Bere always liked to reminisce about the ice cream parlours, the ones that seemed to have disappeared with the passing of time. Her eyes sparkled every time she mentioned the "Don Manuel" ice cream parlour, where the vanilla ice cream was served with chunks of fresh fruit.
“Es una pena que esos lugares ya no existan”, comenté mientras trataba de mantenerme a su paso. “Hoy en día los helados parecen más un producto industrial que una delicia artesanal”. Ella asintió con una sonrisa nostálgica, “Tienes razón, los sabores han cambiado, pero a veces todavía encontramos pequeñas joyas como esta”.
It's a pity those places no longer exist," I commented as I tried to keep up with him. "Nowadays ice creams seem more like an industrial product than an artisanal treat". She nodded with a nostalgic smile, "You're right, the flavours have changed, but sometimes we still find little gems like this."
Entramos a la heladería justo antes de que comenzara a llover. El lugar era acogedor, con una decoración que rememoran épocas pasadas; un gran mostrador lleno de sabores que prometían llevarnos de regreso a nuestra infancia. Un aroma a galleta fresca envolvía el ambiente, y la combinación de colores de los helados me hizo sentir como si estuviera en un sueño.
We entered the ice cream parlour just before the rain started to fall. The place was cosy, with a décor reminiscent of times gone by; a large counter full of flavours that promised to take us back to our childhood. A fresh biscuit aroma enveloped the atmosphere, and the colour combination of the ice creams made me feel like I was in a dream.
Mis ojos recorrieron los sabores disponibles y finalmente mi elección fue clara: una barquilla de galleta. No podía resistirme; pedí un sabor que había probado en Maturín que me pareció bastante rico y se trata del helado de galleta. Mi tía, con su mirada habitual jocosa, pidió una barquilla de ron con pasas. “Es un clásico”, dijo con complicidad, refiriéndose a que siempre elegía ese sabor.
My eyes roamed over the available flavours and finally my choice was clear: a biscuit bar. I couldn't resist; I asked for a flavour I had tried in Maturín that I thought was quite tasty, and that was biscuit ice cream. My aunt, with her usual jocular look, asked for a rum and sultana wafer. "It's a classic," she said knowingly, referring to the fact that she always chose that flavour.
Mientras saboreamos nuestras barquillas, la lluvia comenzó a caer con más fuerza, creando un bonito telón de fondo sonoro. Sus ojos se iluminaron con un recuerdo viniendo a su mente: “Hace años atrás, el dueño de este local pasaba siempre a ver cómo funcionaban las cosas, incluso una vez lo felicité porque los helados de aquí siempre fueron súper sabrosos, ese señor ya nos está más en el país, hace años se fueron, pero a pesar de eso siguen siendos espectaculares”
As we savoured our ice cream cones, the rain began to fall harder, creating a beautiful backdrop of sound. His eyes lit up with a memory coming to his mind: "Years ago, the owner of this place always came by to see how things worked, I even congratulated him once because the ice creams here were always super tasty, that gentleman is no longer in the country, they left years ago, but despite that they are still spectacular".
Mientras hablábamos sobre otras heladerías que habíamos visitado, le conté cómo recientemente había leído un artículo sobre los nuevos sabores que comenzaban a aparecer: helados de lavanda, de matcha y otros que no podríamos haber imaginado en nuestra infancia. Mi tía reflexionó sobre eso e hizo una pausa, “A veces es bueno experimentar, pero no debemos olvidar los clásicos, pensar que ya nos parecían extraños los helados de aguacate”. Luego recordó que en su infancia vendían unas bolsitas con helados artesanales que nosotros les llamamos “tetas” y había un señor en su pueblo que vendía tetas extrañas, con sabores de yuca, auyama y otros poco comunes.
As we talked about other ice cream parlours we had visited, I told her how I had recently read an article about the new flavours that were beginning to appear: lavender ice cream, matcha ice cream and others that we could not have imagined in our childhood. My aunt reflected on that and paused, "Sometimes it's good to experiment, but we shouldn't forget the classics, to think that we already thought avocado ice cream was strange". Then she recalled that in her childhood they sold little bags of homemade ice cream that we call "tetas", and there was a man in her village who sold strange tetas, with flavours of yucca, pumpkin and other unusual ones.
El tiempo pasó volando entre risas y recuerdos, y la lluvia que inicialmente parecía un inconveniente se convirtió en el marco perfecto para nuestra velada. Al terminar nuestras barquillas, decidimos seguir nuestro recorrido a investigar algunas cosas por la ciudad y luego volver a casa.
The time flew by with laughter and memories, and the rain that initially seemed like an inconvenience became the perfect setting for our evening. After finishing our nacelles, we decided to continue our tour to investigate a few things around the city and then return home.
Al salir, la lluvia nos dio un respiro y el cielo comenzaba a despejarse. Miré a mi tía, con una sonrisa en el rostro, y supe que en cada barquilla compartida había un pedazo de historia; un hilo que conectaba nuestro presente con los dulces recuerdos del pasado. Y así, con el corazón lleno, regresamos a casa, disfrutando del momento como solo lo saben hacer las grandes aventureras
As we left, the rain gave us a break and the sky began to clear. I looked at my aunt, with a smile on my face, and I knew that in each shared basket there was a piece of history; a thread that connected our present with the sweet memories of the past. And so, with our hearts full, we returned home, enjoying the moment as only the great adventurers know how to do.
Qué lindo tu post. Muy linda redacción y la forma de contar tu historia parece una novela y además me quedé con ganas de helado de ron con pasas jaja