Medios (e) inicios. Un paseo astrológico por Enero.

Volvemos a festejar “un nuevo año”, una serie de procesos de apertura y cierre, en desarrollo y en declive ¿Qué tal el inicio de este 2021?
Aquí en Chile habita el pueblo mapuche, sobreviviente a las conquistas y colonizaciones de múltiples índoles. Su nombre del mapudungun “gente de la tierra” (mapu- tierra, che- gente) habla de la ecología de su vivir, el buen vivir en alianza permanente con gaia, así también se manifiesta en uno de sus más connotados ritos que sucede en el solsticio de invierno conocida como We tripantu, el día más corto del año la noche más larga, es cuando sucede lo que llaman el retorno del sol. Tal como el pueblo mapuche marca el inicio de su año muchas otras culturas lo hacen a su estimación y tradición, cada una con su explicación e historia, y así cada unx de forma personal puede reconocer su ciclicidad. Con lo anterior también notamos a este monociclo formado por múltiples ciclos interconectados. Ahora te pregunto ¿Cómo estuvo la segunda mitad del 2020? ¿Cómo va este inicio de 2021?
Quiero añadir, sí me rijo en cierta fracción por este calendario gregoriano ya que gran porcentaje mundial sigue este cambio numerológico, puedo escuchar a la mente colectiva gestionarse por este cambio, pues no es lo mismo regirse por 2020, es decir por la vibración del 4, que por la vibración del 5 en este 2021. Cada sistema y cosmovisión tiene su forma de contar el relato planetario, o incluso universal que vivimos todxs y cada unx, podemos elegir.
Diciembre del 2020 tuvo un final dramático, emotivo y frágil, ha brotado la semilla puesta en Julio, con la** luna nueva en cáncer** comenzó un proceso de habla y escucha entre la historia personal, familiar y de aquello que fue legado o entregado, un movimiento desde el corazón consciente a nuevas formas, una temporada acompañada de un eclipse en capricornio que generó revuelo desde las estructuras económicas hasta las familiares, es decir todo ámbito de relación estructural que conforma la sociedad, partiendo por el primero, la familia. En diciembre esta luna llena en Cáncer muestra el nacer de una nueva forma de relacionarnos, la esperanza de una nueva sociedad donde podamos sentirnos hijxs de la misma madre; o al menos seres humanxs por igual, sí es Júpiter y Saturno en acuario que renacen de las cenizas Capricornianas que dejo el proceso vivido en por lo menos los dos últimos años al estar no solo estos gigantes transpersonal, sumemos a Plutón que continua desarmando las viejas formas de hacer sociedad.
Así cerrábamos el año en un pacto con el corazón, al debe con nuestra madre tierra, ansiosos de esta nueva construcción y, por supuesto, cansados esperando un periodo de más tranquilidad, buscando como volver a encontrarnos, la pandemia nos alejó y ya ansiamos el reencuentro. Pero vemos como enero ha acabado con esas esperanzas, el virus continua desarrollándose y por tanto las cuarentenas y restricciones continúan, así también las preocupaciones económicas. La propuesta es sincera y directa, “hacer de este lugar un lugar para la plenitud de todxs, el cielo lo construirá la humanidad hermanada”, colaborativas, ONG, juntas vecinales, las familias, etc, llamadas a crecen, a reformularse desde la base social ese es el mensaje de la luna en cáncer y de Júpiter y Saturno en acuario, que al hacer cuadratura con Urano en Tauro establece certeras condiciones para las nuevas propuestas, debemos reevaluar nuestro vivir personal y colectivo porque todo aquello que vaya en contra de la naturaleza y su armonía será tarde o temprano removido. Marte en el signo de Aries nos colocó ansiosos, las ganas de ver el mundo con nuestros ojos, revelar mi verdad y construirme se contraponen a Quirón en Aries dañado por su propia brusquedad y franqueza Ariana, porque sabemos que hemos herido por ser así como somos es que la escucha activa se posiciona como una herramienta eficiente al tratar con la otredad, no tenemos el mismo lenguaje, pero la honestidad abre murallas y flexibiliza, debemos afinar la comunicación inter e intra personal. Aun así los desencuentros no faltan porque cuando conozco mi verdad, cuando sé lo que quiero y busco los choques son inminentes y los desacuerdos también, incluso en mi individualidad, moderación en el carácter es lo que pide este Quirón y Luna, pero también la subjetividad de las emocionalidad Ariana y canceriana nos moverán irremediablemente. Este Marte es especialmente enérgico y fecundo, hace trino con Venus en Sagitario, un favorable aspecto para crear síntesis y establecer rumbo, que puede eclipsarse tiñéndose de delirio y confusión debido a la tensión de Neptuno en Piscis al cuadrar a la Venus y al tener un Nodo norte en Géminis, podemos traducir esta oposición (tensión por polarización) como: la incredulidad de la esperanza aparecida, la duda de la verdad propia porque quizá siento que debo seguir buscando e incorporando desde afuera, o quizá ignoro el mensaje desde otras realidades y posibilidades al creer que esta normalidad y mi realidad aún pueden reformularse, aún pueden existir. El trino Venus Marte nos da aliento para concluir e iniciar con intensión y motivaciones.
La luna menguante nos regala una sensación de calma, es momento de disminuir el ritmo aunque sea por poco tiempo, estando todos los astros directos a excepción de Urano en el signo de Tauro nos movemos en la realidad tratando de refrescar las ideas para tocar la originalidad y autenticidad, cuestionando la marginalidad con que tratamos a ciertos grupos de personas y aquella que vive dentro exigiendo verdad y equidad… nos llega nuevamente el olor a podredumbre de las estructuras que han perecido y con ella la curiosidad , queremos asombrarnos nuevamente con los mundos de otrxs y modificar el propio, crear nuevas barandas en nuestra realidad. Enero comenzó en el ojo del huracán, en la calma inquietante, y a medida que pasaron los días la tensión aumentaba, la exigencia de aplicar los nuevos aprendizajes nos golpearon la nuca y pudimos sentir que aún no estamos listos, se nos reveló la gran prueba del 2021: poner en práctica las revelaciones del 2020, cayendo, errando y levantándonos. Continuamos en un viaje de transformación y ahora es el turno de la carne, procurar de la salud, manifestar día a día la realidad anhelada, la vara se siente alta y los nervios fallan ante el caos alrededor y la mente colectiva.
El compromiso que pidió la luna nueva en Capricornio 12/01 es abrir canales y puertas para un dialogo constructor, un dialogo revelador y frontal, como mencioné anteriormente enero reveló las cucarachas que quisieron escabullirse, pero fueron expuestas a luz pública donde la memoria se está desnudando y recordando nuestro verdadero rol en la estructura social. Por tanto es momento de comprometernos, tomar nuestras virtudes, aceptar las revelaciones y reconstruirnos eligiendo matices de preservación, sanación del ecosistema, desarrollo y tecnología.
¿Qué conclusión les trajo la luna llena en leo del 28 de enero? Una luna que nos instó a hablar desde el corazón, a volver a alimentar el fuego para que se abra paso con valor y decisión, porque es el corazón quien elige, por más análisis que la mente realice ésta queda desamparada sin la voluntad del alma, porque es el corazón que late quien escucha, siente y elige. La ultimas semanas de este mes fueron explosivas e incomodas, nos cuestionamos nuestro lugar, mi verdad, nuestro aporte social ¿es sincero con el ser propio? ¿Por qué y por quién hago lo que hago? ¿Quiero seguir en este trabajo? ¿Tengo voluntad propia? ¿Elijo o me arrastra el colectivo? Aquello que hicimos desde el amor hoy es desnudado con brutalidad, sin anestesia como quien quita sin vendaje doloroso de remover, o como quien desnuda al amante sin conocer la dulzura, sentíos el seco y frio mundo que nos reveló Plutón en Capricornio, se torna árido entre los vientos de acuario su mente confunde a quien no ha anclado su luz representada por Leo, a quien no reconoce sus talentos, ni brillo como aporte a la construcción colectiva. Sin corazón ardiente la mente se deshumaniza y olvida al ser. Queremos explotar y al mismo tiempo se abre un abismo en contención y amortiguación dentro de cada unx despejando la vista para formar un cuadro anual, uno de colores marcados y definidos, decisión y materialización acompañado de abundancia en inspiración, el universo abrirá las puertas y ventanas que debemos aprender a valorar y aprovechar, será un año de apertura a las reformas colectivas vinculares, podemos beneficiarnos y evolucionar como humanidad o una vez más, dejar las cosas así como han sido.
Quiero finalizar este concentrado paseo por enero con una frase desde el blog “Luna de Abril”; a quien agradezco y sugiero leer si gustas de este tipo de posteos, “NO HAY PROYECTO COLECTIVO SIN SUBJETIVIDAD SOBERANA Y CREATIVA”, debemos recuperar el pensamiento propio, la soberanía del corazón y unirles en una sola voz conectiva para que lo nuevo pueda crecer. Solo el reflejo del sol en la luna puede ser visto, la luz del colectivo parte por la luz de mi corazón, la cual ofrendo a la totalidad. Cuéntame cómo han sido estos meses de 2021 y cómo te sientes al leer este texto, me agradaría leerles.
NOTA: la traducción desde el mapudungun mencionada en esta columna es un breve acercamiento a lo que el pueblo mapuche refiere en su lengua, ya que esta posee un rico valor cultural, subjetivo y sagrado, su vivir y hablar esta sellado con profunda significancia que no puede ser valorada al traducir de forma literal.

101004554_10223906856838200_6619379046562136064_n.jpg

luna llena enero.png

Imagen 1 sin referencia de origen.
Imagen 2 de propia autoria. www.astro.