The maelstrom of life takes us ahead, it is exhausting, so many responsibilities, so many things to do, every day is a journey of bills to pay, work, responsibilities, orders to execute and a sea of emotions that are orphaned within us.
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They, the emotions are the ones we should pay more attention to, they are there silently, whispering to you slowly, it is an almost imperceptible conversation, but the maelstrom of life demands a lot from you, it always wants more, until it bleeds you, leaves you breathless, almost exhausted and does not allow you to listen.
Listen, tune your ear, be silent and feel and listen and go inside, to that place where no one else can enter, that place that only your inner self knows and where all your secrets are kept and there in the intimacy of your being, listen to yourself, accept yourself, value yourself and love yourself.
I know, it is a brave act and we are not prepared for everything we are going to hear, so many stories, so much pain, so many why, but you can, just dare and do it.
Live one day at a time, and at the end of that day, the only one that exists, because the past has passed and the future has not arrived, evaluate everything you have lived, everything you have felt, every thought, every emotion, every feeling.
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The importance of this lies in the fact that then emotions do not accumulate, feelings do not accumulate; but in an act of invaluable love towards ourselves, every day we clean from our interior the debris of frustrations, anger, hatred, sadness generated during the day.
So, every night we die and every morning is a new day, every morning we are reborn, because you are a new you, brand new, clean and with the wonderful opportunity to live one day at a time.
Thank you for reading me, infinitely grateful to be able to send through this post a little of my experience in the healing of my inner being.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version). Sorry for mistakes in tralation.
AHORA EN ESPAÑOL
La vorágine de la vida nos lleva por delante!, es agotador, tantas responsabilidades, tantas cosas por hacer, cada día es una travesía de cuentas por pagar, trabajo, responsabilidades, órdenes por ejecutar y un mar de emociones que se quedan huérfanas dentro de nosotros.
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Ellas, las emociones son a las que más debemos prestar atención, están allí silentes, susurrándote despacito, es una conversación casi imperceptible, pero la vorágine de la vida, exige mucho de ti, siempre quiere más, hasta desangrarte, dejarte sin aliento, casi exhausto y no te permite escuchar.
Escucha, afina tu oído, quédate en silencio y siente y escucha y ve adentro, a ese lugar donde más nadie puede entrar, ese lugar que solo tu ser interior conoce y donde se guardan todos tus secretos y allí en la intimidad de tu ser, escúchate, acéptate, valórate y amate.
Lo sé, es un acto de valientes y no estamos preparados para todo lo que vamos a escuchar, tantas historias, tanto dolor, tantos por qué, pero tú puedes, solo atrévete y hazlo.
Vive un día a la vez, y al finalizar ese día, el único que existe, pues el pasado ya pasó y el futuro no ha llegado, evalúa todo los que has vivido, todo lo que has sentido, cada pensamiento, cada emoción, cada sentimiento.
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La importancia de esto radica en que entonces no se acumulan las emociones, no se acumulan los sentimientos; sino que en un acto de invaluable amor hacia nosotros mismos, cada día limpiamos de nuestro interior los escombros de frustraciones, rabias, odios, tristezas generados en el día.
Entonces, cada noche morimos y cada mañana es un nuevo día, cada mañana renacemos, pues eres un nuevo tú, nuevecito, limpiecito y con la maravillosa oportunidad de vivir un día a la vez.
Gracias por leerme, infinitamente agradecida de poder enviar a través de este post un poco de mi experiencia en la sanación de mi ser interno.
