Como muestra de la importancia de cada pequeña piedra solo hay que ver sus diseños con mosaicos de azulejos, preciosidades que van mucho más allá de la famosa salamandra que recibe a los visitantes del Parc Güell.
En efecto, la marca personal es la verdadera huella que dejamos tras nosotros al pasar por este mundo y de eso Gaudí anduvo sobrado. Fue fiel a sí mismo, algo de lo que pocos pueden presumir.
Ah, tengo un selfie con él de unas vacaciones que pasé en Comillas. 😁
El Capricho de Comillas es toda una deliciosa obra, que, junto al Palacio Episcopal de Astorga (hoy día reconvertido en Museo de los Caminos) forma parte de las escasas obras de Gaudí fuera del ámbito de Cataluña. De pequeñas piedras gaudinianas, te regalo este recuerdo del Park Güell: