Échame el Cuento: Errores y Sabiduría

Cuando leí el título de la iniciativa presentada por esta maravillosa comunidad que, tanto quiero, caí como en un estado catatónico. No adelantaba, no retrocedía y mucho menos cogía para los lados.

La razón puede ser muy simple, los errores cometidos son como el agua derramada: difíciles de enmendar por completo.

A ver si me explico. En mi vida de estudiante en la universidad había una materia que era Lógica. En ella se trabaja lo que era lo lógico y lo absurdo. Llevándola a la vida era ser precavido o estar un paso adelante a los acontecimientos. No es fácil, pero me ha servido como herramienta para no tropezar tanto en el caminar de mi existencia.

Errores he cometido como caca de gallina y de todos los tamaños, o sea, no soy tan sabio como muchos creen. Pero algo, si puedo decir, es que de todos he aprendido, excepto de unos tres. Esos tres han sido los divorcios o yendo más atrás, los matrimonios. Han sido mis grandes errores porque las veces que me casé lo hice con pura emoción. En esos momentos la inteligencia andaba choreta o apagada y la prevención andaba quién sabe en donde.

Tampoco es que la cosa fue tan mala, de esos matrimonios quedaron algunos buenos recuerdos y cuatro hijos maravillosos. Pero fueron fracasos y los fracasos son errores.

Por lo tanto, y después de esta reflexión, puedo responder a la pregunta de esta forma: no cometas el error de hacer algo que marcará tu vida y de otra persona pensando desde el corazón o la emoción, aguanta o haz un paréntesis y deja que la sabiduría, la inteligencia se activen y te hagan ver los pros y los contras. Al final, estoy seguro de que serás feliz.

Ahora, ando viendo una vieja para casarme, pero esta vez, verificaré que tenga plata. ¿Viste?, estoy pensando en el futuro, eso es evitar errores.