Con el presente texto deseo participar en la nueva iniciativa convocada por @brujita18 y @annafenix: ¿A quién llamas cuando estás feliz, triste o en peligro? La vida es cambio y con frecuencia las circunstancias nos llevan a tener diversos pensamientos y sentimientos. A veces son de alegría, cuando vivimos momentos favorables o agradables, que generalmente nos gusta compartir con nuestros seres queridos; otras veces, son momentos de tristeza, vinculados a la pérdida, la frustración, o la incertidumbre, en los que también nos refugiamos en nuestros seres más cercanos. A veces, incluso, podemos encontrarnos en situaciones de peligro.
La felicidad
Con Daniel Navas, mi actual pareja
En la medida que pasa el tiempo nuestra noción de felicidad cambia. En la infancia generalmente está vinculada con experiencias sencillas, cotidianas, que compartimos con nuestra familia. En la medida en que vamos creciendo nuestra noción de felicidad cambia, a veces la sentimos en compañía de los seres queridos, a veces la sentimos al alcanzar metas que nos proponemos. A veces, como esos niños que fuimos, encontramos el contento en un paisaje, un dulce, una música.
Generalmente, cuando me siento feliz por algún logro personal o profesional me gusta compartirlo con mis seres más cercanos, esas personas que sabes que te quieren incondicionalmente y se alegran con tu felicidad; en mi caso son mi familia, mi madre, que ya tiene 95 años y aún está lúcida, mis hermanas, especialmente mi hermana mayor, Margarita; mi amiga más cercana, María Luisa, mi amigo de infancia, Luis, y mi actual pareja, Daniel. Daniel, particularmente, en los últimos meses me ha hecho muy feliz. Su compañía, su generosidad, su manera de ser han sido un regalo precioso de la vida que agradezco.
Con mis amigas María Luisa y Jenny
La tristeza
En tiempos de crisis como los que vive la humanidad hoy es muy fácil encontrar razones para sentirse triste. Guerras, problemas económicos, inestabilidad, incertidumbre, no hacen la vida precisamente fácil. Pero es una decisión personal escoger la perspectiva con la que enfocamos el mundo que nos rodea y las experiencias personales que nos toca vivir, de acuerdo con el país en el que vivimos, la situación social y económica en la que nos encontremos. Algunas personas ven el vaso medio lleno y otras el vaso medio vacío. Es más sano enfocarnos en las metas alcanzadas y en las experiencias y personas que nos motivan, que nos ayudan a crecer, que en las negativas que nos detienen, nos generan tristeza y frustración.
Quienes triunfan, quienes siguen adelante son las personas que ven el vaso medio lleno y perseveran, a pesar de los obstáculos, a pesar de las experiencias que causan dolor. Ahora, por ejemplo, me contenta que mis hermanas mayores, Isabel y Margarita, en las últimas semanas estén logrando crecer en sus metas profesionales, aunque a mí no me estén caminando bien en este momento. A pesar de que me he esforzado me encuentro en un bache profesional, no avanzo o muy poco. Debo reconocer que me causa frustración. Son momentos en los que debemos pedir apoyo.
No siempre es fácil pedir ayuda. Pero si es necesario hay que tener la humildad para hacerlo. Las personas que te quieren bien pueden apoyarte de distinta manera, pueden darte consejos, pueden darte apoyo afectivo, pueden darte apoyo material. Yo me siento agradecida porque sé que en este bache profesional y financiero, en este momento de incertidumbre, no estoy sola. Y puedo contar con las mismas personas que ya mencioné para compartir los momentos felices. Mamá, que ya no puede apoyarme financieramente, me escucha y me da consejos, mi hermana mayor también, el sábado me invitó a comer pizza y pasamos un rato muy agradable; mi amiga María Luisa, que es psicóloga, me invitó el domingo a su casa a ver una película y también conversamos. Mi amigo Luis y Daniel, que ambos se encuentran en España, no han dejado de comunicarse conmigo y apoyarme incluso financieramente.
Mamá, que siempre está allí para escucharme
Comiendo pizza con mi hermana mayor, Margarita
Estar en peligro
Felizmente, muy pocas veces en mi vida he estado en peligro. Pero cuando me siento frágil, cuando me siento en una situación que me supera y no sé cómo resolver, acudo a la fe, medito, que es mi forma de rezar, soy budista. Si estuviera en una situación de peligro real, probablemente acudiría a Daniel o a mi hermana mayor, Margarita.
Todas las fotos que ves fueron tomadas con la cámara de mi teléfono móvil.
Invito a los amigos @germanandradeg @rinconpoetico7 @amigoponc a participar en esta iniciativa.
Los seres amados son los más idóneos al momento de necesitar un consejo, un abrazo de consuelo en la tristeza, o disfrutar las alegrías. Si son los hermanos y los padres, aún más, porque nos conocen mejor que nadie desde la infancia y saben cómo apoyarnos de acuerdo a nuestras debilidades y temperamento. Pero hay que admitir que nuestra media naranja no sólo tiene la capacidad de percibir las sensaciones en nuestro interior, sino aliviarlas con su ternura. Me encantó leerte amiga, gracias por unirte a esta iniciativa. Un fuerte abrazo!! 🤗🌷
Estoy muy de acuerdo contigo. En la vida las cosas que nos dan felicidad varían con el tiempo, la edad y la madurez. Tienes muchas bendiciones entre ellas tener a tu madre a tu lado, aparte de personas que te apoyan incondicionalmente y te quieren para bien en todos tus momentos, que no todos son de felicidad. En medio de los procesos es importante tener a esas personas especiales que hacen la diferencia y ayudan a transitar esos caminos con seguridad. Me encantaron tus fotos. Gracias por compartir con todos nosotros un poquito de ti 🌹👻
Hola Beatriz, que maravillo texto con imágenes hermosas que transmiten buena energía.
Menos mal que me has invitado porque con el trance que viví en estos días se me pasó esta iniciativa. Gracias por la invitación.
Cariños desde este lado del planeta.