No quiero empezar esta carta como ‘una nota antes de morir’ porque le tengo mucho miedo a la muerte. Me aterra el hecho de pensarlo por eso no pienso tanto en eso.
Ha sido un poco difícil.. Solo quiero que la gente deje de preocuparse tanto por las tensiones pequeñas e insignificantes en la vida y trate de recordar que todos tenemos el mismo destino después de todo.
Todo es TAN insignificante cuando mirás la vida como un todo. Veo mi cuerpo perderse delante de mis ojos y no hay nada que pueda hacer al respecto. Todo lo que deseo ahora es tener un cumpleaños o una Navidad más con mi familia. O simplemente un día más con mi novia y mi perro. Sólo uno más.
Quiero que dejen de tenerme lástima.
En estas navidades, a pesar de que el árbol parecía bastante triste y vacío, pasamos un lindo tiempo en familia.
Aunque pude sentir un silencio en varias ocasiones. Imaginen a mi familia tratando de comprarme un regalo. Es irónico.
Hay veces que suelo preguntarme porqué me pasa todo esto.
Soy una persona que nunca le hizo daño a nadie. Ni siquiera se me ocurriría.
Pero comprendí que el cáncer no entiende de pausas, va a por ti. A las adversidades hay que mirarlas a la cara, una a una. No le he permitido ningún atisbo de debilidad. Fue agresivo conmigo, pero yo también lo fui con él. Quería hacerle ver que se había equivocado de cuerpo.
Recuerdo recibir la noticia aquél terrible 10 de noviembre del 2021. Sentí como si me hubieran tirado una baldazo de agua congelada.
Todos mis sueños se cayeron a pedazos. Mis proyectos. Mi futuro..
Bueno. Ya hablé mucho. Mis dedos ya no son los de antes asi que disculpen si he escrito poco. Ellos se cansan muy rápido.
Mi cabello ya no está pero mis ganas de vivir todavía están aquí.
Si. Están aquí..
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