El agridulce sabor de este cumpleaños. - The bittersweet taste of this birthday.

Hola, esta es mi catarsis.

Son las dos de la mañana, quizá unos minutos más o menos.

Dos de la mañana del 31 de Marzo de este año.

¡Es mi cumpleaños!

Y quisiera decir que he sido de estas personas que disfrutan y ríen; explotan de alegría por su día.

No.

Si me alegra vivir este día, así como me alegro y agradezco estar viviendo uno cada día.

Sin embargo, son pocos los cumpleaños que puedo recordar con una plenitud de celebración.

Muchos años me sentí atrapada en un bucle donde los cumpleaños eran un día más, y salie do a comer cualquier cosa bastaba.

Quizá hay algo intrínsecamente ligado con el tipo de crianza que tuve, o los métodos extraños ake mis padres usaban para celebrarnos.

No lo sé.

Quisiera decir que mejore con los años y ahora soy está que celebra por todo lo alto sus días rompiendo aquellos recuerdos y cadenas de tristeza y normalidad de esos días.

Pero no, simplemente no puedo.

No espero grandes sorpresas de nadie hacia mí, hace mucho deje de esperar.

Quería ver a mi papá llegar con flores o a mi mamá con un pastel en las mañanas.

Nunca pasó.

Esperé sorpresas simples de mis parejas, que jamás llegaron.

Solté la idea de vivir un cumpleaños perfecto como muchos muestran en sus perfiles.

Quizá sus perfiles mienten, es cierto. Muchos los dirán, pero al final del día al menos bonitas fotos quedaron.

Hoy es uno de esos. No espero nada, porque no me equivocaré, nada llegará.

Me complacen recibir las fieles llamadas de mis abuelos, mis padres y mis tíos.

Mis amigos, a su modo hacen de mi día un espacio en el suyo para recordarme.

Solo deseo que acabe el día y amanezca el siguiente, con un año más de vida pero sin pasar por la penosa sensacion de cumplir años y algunos me recuerden.

Es extraño lo sé.

No niego querer cambiar eso.

Pero, sucede.

Soñé y esperé tantos cumpleaños inolvidables que ya da igual, y esta bien que sigan pasando desapercibidos.

Este año no es diferente, sin embargo mi bebé hace las cosas bonitas desde que están, y sean o no un cumpleaños simplemente disfruto tenerlo.

Admito, hay días tensos en la maternidad, pero eso será otro tema.

Hay días que creo que al paso de los años, y en esta soledad indiscutible, pasaré por alto que los 31 llegan.

Pues todo lo que lleva se va, y esta bien cuando terminan.

Por otro lado, hay un orgullo extraño. Me agrada haber nacido un viernes 31 de Marzo, en Caracas.

Me gusta que haya sido un 31.

No creo en la numerología ni esas tontadas de los astros y los signos. Creo firmemente que nací el día de que debí y es el día correcto para mí.

Me alegro cada año, al hacer una cuenta atrás y ver que fui, que soy y que no volveré a ser.

Pero... Este año es distinto en todos los sentidos.

Ya no soy la chica del pre grado, ya recibí título. Ya soy Odontólogo.

Ya no estoy casada con un cerdo, y las malas desiciones Dios las arreglo en la medida que mi arrepentimiento y rendición a Él llegaron a mi vida.

Este primer trimestre del año cierra con broche de oro, con mi cumpleaños sí, pero feliz por tantas metas pequeñas y grandes que están sucediendo.

La Fe, su Amor y la inteligencia emocional que debe prevalecer, están dando pequeños frutos que anhelo disfrutar junto a los míos en el momento que deba suceder.

Quizá en unos años vuelva a escribir que todo terminó, y mis días de cumplir años son mejores, con el efecto "sospresa" que quise por muchos años y no los recibí.

No estoy triste, estoy simplemente resignada y conforme que no fui esa.

Soy esto, y así debo celebrarme yo.

Hay algo que me ha hecho ruido este tiempo, y es que desde antes de la fundación del Mundo, mi vida ya estaba planeando, estaba yo en el vientre de mi madre y ha quién yo sería estába escrito.

No, no es para mí el universo, ni el destino.

Dios lo hace así. Mi Dios sí.

Lo agridulce es, por la dulzura de vivir un día más y agrio por los recuerdos que quise tener y nunca he podido crear.

No tengo más que contaredad son muchas emociones y sentimientos cruzados en mí ahora, a esta hora.

Sea lo que sea que hoy suceda, se que la vida se vive y da igual quiena celebre a tu lado o no. Vives, ya con eso estás ganando.

*Inglés*

Hello, this is my catharsis.

It's two o'clock in the morning, maybe a few minutes or so.

Two o'clock in the morning on March 31 this year.

It's my birthday!

And I would like to say that I have been one of those people who enjoy and laugh; explode with joy for their day.

No.

Yes I am glad to be living this day, just as I am glad and grateful to be living one every day.

However, there are few birthdays that I can remember with a fullness of celebration.

For many years I felt trapped in a loop where birthdays were just another day, and going out to eat anything was enough.

Perhaps there is something intrinsically linked to the kind of upbringing I had, or the strange methods my parents used to celebrate us.

I don't know.

I'd like to say that I've improved over the years and now I'm the one who celebrates her days in style by breaking those memories and chains of sadness and normalcy of those days.

But no, I just can't.

I don't expect big surprises from anyone towards me, I stopped expecting long ago.

I wanted to see my dad arrive with flowers or my mom with a cake in the mornings.

It never happened.

I waited for simple surprises from my partners, which never came.

I let go of the idea of living a perfect birthday as many show in their profiles.

Maybe their profiles lie, it's true. Many will say so, but at the end of the day at least the photos were beautiful.

Today is one of those. I do not expect anything, because I will not be wrong, nothing will come.

I am pleased to receive the faithful calls from my grandparents, my parents and my uncles and aunts.

My friends, in their own way make my day a space in theirs to remember me.

I just wish the day would end and the next day would dawn, with one more year of life but without going through the painful sensation of having a birthday and some remembering me.

It is strange I know.

I don't deny wanting to change that.

But, it happens.

I dreamed and waited for so many unforgettable birthdays that it doesn't matter anymore, and it's okay that they continue to go unnoticed.

This year is no different, however my baby makes things beautiful since they are, and birthday or not I just enjoy having him.

I admit, there are tense days in motherhood, but that will be another topic.

There are days that I think as the years go by, and in this undeniable loneliness, I will overlook that 31 is coming.

For all that it carries goes away, and it's okay when they end.

On the other hand, there is a strange pride. I am pleased to have been born on a Friday, March 31st, in Caracas.

I like that it was the 31st.

I don't believe in numerology and all that nonsense about stars and signs. I firmly believe that I was born on the day I should have been and it is the right day for me.

I rejoice every year, as I count down and see that I was, that I am, and that I will never be again.

But... This year is different in every way.

I am no longer the undergraduate girl, I have received my degree. I am a dentist.

I am no longer married to a pig, and God fixes bad decisions as my repentance and surrender to Him came into my life.

This first quarter of the year closes with a flourish, with my birthday yes, but happy for so many small and big goals that are happening.

Faith, His Love and the emotional intelligence that must prevail, are giving small fruits that I long to enjoy with mine when the time comes.

Maybe in a few years I will write again that everything is over, and my birthday days are better, with the "surprise" effect that I wanted for many years and did not receive.

I am not sad, I am simply resigned and content that I was not that one.

I am this, and this is how I should celebrate myself.

There is something that has made me noise this time, and it is that since before the foundation of the world, my life was already planned, I was in my mother's womb and who I would be was written.

No, it is not for me the universe, nor destiny.

God makes it so. My God does.

Bittersweet is, for the sweetness of living another day and sour for the memories I wanted to have and never could create.

I have nothing more to tell but there are so many emotions and feelings crossing in me now, at this hour.

Whatever happens today, I know that life is lived and it doesn't matter who celebrates next to you or not. You live, and with that you are already winning.