Wow! Te entiendo tanto que puedo sentir esa frustración, a veces hasta pararse de la cama e iniciar un nuevo día es un logro enorme aunque muchos no lo vea. Fui criada con un grado de exigencia donde se me pedía perfección por ser la hermana mayor, la guía de patrulla, la hija de la maestra un peso sobre mis hombros que me hacía sentirme que no era suficiente aún cuando desarrollaba cosas innovadoras y otras maneras de hacerlas; su exigencia me ayudó a perseverar en muchas cosas pero el daño que queda es sentir que necesitas de la aprobación del otro a ver si esta todo Ok, también el sentir que no sabes lo suficiente (esto ha mejorado pero aún lidió con ello) y el más importante de todos el merecimiento tener gratitud por lo que llega fruto de mi esfuerzo o solo por ser yo (Sí,coño te lo mereces échate flores).
Por mi experiencia te digo si tú no te das la seguridad y la aprobación que necesitas los de afuera tampoco lo van a hacer,ponte una estrellita por cada cosa que hagas, quizá no son pasos agigantados los progresos pero lo importante es nunca dejar de moverse, además que es tu concepto de éxito lo que te va a llevar a dónde quieres, no estás quedado estás haciendo lo que puedes con lo que tienes, no estás perdiendo el tiempo estás buscando la manera de vivir a plenitud pero desde tus gustos.
A mí me ha tocado algún tiempo en terapia y otro en otras prácticas y allí voy resarciendo o buscándole valor a esas cosas y me comencé a conectar con esa niña a la que le pedían perfección está fue una actividad de niño interno que la tengo pegada en el cuarto para verlo cada mañana y recordar que yo válido a esa nenita que le pedían tanto que ahora gracias a Hive vive su arte y su creatividad sin vergüenza al que dirán.

Amate y ama tus procesos porque ellos son los que te van a llevar a dónde quieres.

Un apapachote que si puedes.