Recuperando viejos papeles de la casa de mis padres que había guardado en algunas cajas después que, por exigencias de los restantes herederos, me vi obligado a venderla después de su fallecimiento, me encontré con aquellos que se referían a la compra del terreno donde edificaron la casa.
Me causó una especial ternura ver como mi padre, con ahínco, en un cuaderno que había comprado solo con ese objetivo en el año 1946 anotaba uno por uno todos los materiales de construcción empleados, lo que le había pagado a las personas que habían construido la casa, ya que él trabajaba en el campo.
Todos los días paso delante de la casa y me arrepiento de no haberla podido comprar, aunque pienso que es mejor así, los herederos contestatarios hubieran siempre argumentado alguna crítica.
En los últimos años infinidades de personas ocupan casas semi-abandonadas en forma abusiva, con hijos pequeños, con el solo objetivo de impedir el desalojo por las autoridades judiciales y policiales.
Los drones de las agencias, secretarias y ministerios encargados de la recaudación impositiva han detectado un enorme número de villas, supercasas de fin de semana en barrios privilegiados que en las direcciones de catastro figuran como terrenos baldíos.
De un extremo al otro. Quien se declaran en condiciones de vulnerabilidad económica abusan y ocupan casas que no son de ellos aparte de ser subsidiados por el Estado en sus múltiples facetas: comida, instrucción, un entero servicio de asistencia sanitaria gratuita a su disposición, otorgamiento de casas populares pagando cánones mensuales casi irrisorios.
Y por el otro lado aquellos sectores arrogantes, desprejuiciados y enriquecidos generalmente también gracias al Estado como funcionarios o proveedores del mismo, haciendo gala de una riqueza desmedida e inmoral que ni siquiera declaran las gigantescas villas que han construido.
Sigo leyendo el cuaderno y me siento cada vez más orgullosos de mis padres que, sin pedirle nada a nadie, construcción su casa, humilde, pero con las todas las comodidades necesarias, sin pedirle nada a nadie. Y mucho meno a los políticos de turno.
Pagando incluso los derechos municipales de construcción, los planos y los recibos de valuación en el año 1949 aparte de anotar todos los gatos y declararlos.
Eso si, nunca pudieron comprarse un auto. Ni nuevo ni usado. La casa para ellos era lo básico, lo fundamental, lo que servía para dar cobijo a sus hijos. Después la situación económica fue cambiando y debieron limitarse a sobrevivir sin hacernos faltar nada de las necesidades esenciales.
Y de esta manera llegaron a la edad de jubilarse con todos los aportes realizados, porque a costa de ganar menos trabajaban siempre, siempre como trabajadores registrados. No como la enorme cantidad de gente sin aportar nunca en su vida que se ha jubilado lo mismo.
Hoy casi tres cuartos de siglo más tarde veo todos los días soberbios, arrogantes, pobres mal declarados vulnerables que siguen viviendo a costa del Estado sin importarles mínimamente su extracción social, y haciendo empleo de una inmoralidad que me deja atónito.
Cada día que pasa recuerdo con más cariño a mis padres y les estaré eternamente agradecido por el legado de moral y honradez que me dejaron.
Retrieving old papers from my parents' house that I had kept in some boxes after, due to the demands of the remaining heirs, I was forced to sell it after their death, I met those who referred to the purchase of the land where they built the house. House.
It caused me a special tenderness to see how my father, with zeal, in a notebook that he had bought just for that purpose in 1946, wrote down one by one all the construction materials used, what he had paid to the people who had built the house, since he worked in the fields.
Every day he passed by the house and I regret not having been able to buy it, although I think it's better this way, the rebellious heirs would always have argued some criticism.
In recent years countless people occupy semi-abandoned houses in an abusive manner, with small children, with the sole objective of preventing the eviction by the judicial and police authorities.
The drones of the agencies, secretaries and ministries in charge of tax collection have detected an enormous number of villas, super weekend houses in privileged neighborhoods that appear as vacant land in the cadastre addresses.
From one end to the other. Those who declare themselves in conditions of economic vulnerability abuse and occupy houses that are not theirs apart from being subsidized by the State in its many facets: food, education, an entire free health care service at their disposal, granting of popular houses paying fees almost ridiculous monthly.
And on the other hand, those arrogant, unprejudiced and enriched sectors generally also thanks to the State as officials or providers of the same, displaying an excessive and immoral wealth that the gigantic villas they have built do not even declare.
I continue reading the notebook and I feel more and more proud of my parents who, without asking anyone for anything, built their house, humble, but with all the necessary comforts, without asking anyone for anything. And much less to the politicians of the day.
Paying even the municipal construction rights, the plans and the valuation receipts in 1949 apart from noting down all the expenses and declaring them.
That if, never could buy a car. Neither new nor used. The house for them was the basic, the fundamental, what served to shelter their children. Later the economic situation changed and they had to limit themselves to surviving without making us lack any of the essential needs.
And in this way they reached retirement age with all the contributions made, because at the cost of earning less they always worked, always as registered workers. Not like the huge number of people without ever contributing in their lives who have retired the same.
Today, almost three-fourths of a century later, I see every day the arrogant, arrogant, poor, poorly declared vulnerable, who continue to live at the expense of the State, without caring in the least about their social background, and making use of an immorality that leaves me stunned.
Every day that passes I remember my parents with more affection and I will be eternally grateful for the legacy of morality and honesty they left me.
Es una pena que no hayas podido comprar la casa pero creo que esos documentos y notas que tienes de tus padres tienen un gran valor sentimental, tal vez mayor que la propia casa en mi opinión.
Es verdad, porque me recuerdan el sacrificio que han tenido que hacer para tener su propia casa.
El valor del esfuerzo o del sacrificio, como se decía antes, es algo que se ha ido perdiendo con el correr de los años entre el facilismo de obtener gratuitamente a expensas del Estado cosas que unas décadas atrás se obtenían luego de años y años de esfuerzo.
Creo que es una hermosa enseñanza. Gracias por recordármelo @coquicoin
Así es, es muy triste pero es lo que ha estado pasando en nuestro país.
De nada y feliz tarde.
Ver el esfuerzo que hicieron nuestros padres por darnos un hogar, un techo eso vale oro. Por los documentos puedo ver qué hace bastante tiempo. Te cuento que en la construcción de mi casa llevo los mismos datos en un libro, todo lo que se pagaba en bolívares y cada una de las facturas de compra de materiales e inclusive los muebles de toda la casa. Todo tengo todo registrado y guardado con mucho cariño, por eso es quiero tanto mi casa porq nos costó mucho y es el patrimonio de mis hijos. Gracias por compartir tu post amiga. Saludos y Bendiciones 😊
Una de las fotos es propio la hoja o las hojas del cuaderno donde mi padre anotaba todo. Estamos hablando de los años '40. Esa y la libreta del almacenero donde anotaban todo lo que compraban y pagaban a fin de mes creo que debe ser de las pocas anotaciones que hacían mis padres.
En esos años quien aprendía a leer y escribir podía considerarse afortunado. Terminar la escuela primaria, un lujo. Acceder a la escuela media era de ricos. Y la universidad era para un sector aristocrático de la sociedad. De ahí el valor emotivo que para mí tienen esos cuadernos con esas pocas anotaciones. Es un verdadero tesoro que piensa conservar por el resto de mi vida.
Gracias por comentar y por compartir esos lindos recuerdos @floreudys79