El asunto estriba en ¿Cuántas oportunidades son las aceptadas? Es decir, si ya diste una oportunidad por un tipo de error ¿Debes dar otra oportunidad por el mismo tipo de problema?
Comprendo cuando hablas de un hijo, pero, de alguien que no lo es y habiendo advertido antes las consecuencias de un nuevo error ¿Debes permitir de nuevo que se burlen de ti?
No lo sé, entrañable amigo, una cosa es perdonar y otra muy diferente es que te vean cara de pendejo.
Y la liga jamás debe ser estirada hasta averiguarlo.
Soy de los que creen en la redención, pero, hay punto de no retorno.
Saludos.
Esa es una buena pregunta. ¿Cuántas oportunidades pueden ser justas? Y sobre esto no es fácil llegar a un consenso.
Estoy de acuerdo en permitir la posibilidad de la enmienda; me parece justo porque el error es parte de la esencia humana. Y entiendo que habrá personas que no tengan intención de corregirse y las oportunidades para redimirse no se pueden extender al infinito, en cuyo caso todas las oportunidades que se dan son tiempo perdido.
He conocido personas, de este último tipo, algunas muy jóvenes, donde lamentablemente hay que aceptar que son seres irrecuperables.
Muchas gracias por pasar y comentar, mi estimado amigo @fermionico. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.