Crónicas de un residente de Pediatría - Entre gustos y disgustos

Creo que una de las cosas que más he aprendido en este postgtado es aprender a soltar y dejarme llevar por el destino quizá? No sé cómo llamarlo, pero me he dado cuenta que luchar contra la marea te resta más energía, que lo que realmente llega a resolver el problema.

Al inicio no se imaginas cuántas luchas cogía yo, todo lo veía injusto, quería luchar contra la marea. Supongo que con el tiempo aprendí que al menos en este contexto nosocomial en el contexto actual del país, no voy a cambiar, así que sencillamente toca aprender lo bueno y desechar lo malo. Por qué al final del día el tiempo pasa y como he visto en muchos memes por allí, la residencia médica dura solo 3 años, pero el ser especialista, toda la vida. Y sencillamente malgastar mi tiempo y energía en cosas que realmente no está en mi manos cambiar es sencillamente inútil.

Un ejemplo claro fue hace unas semanas, cuánto iniciaron las nuevas rotaciones. En el postgtado de pediatría hay rotaciones por el área neonatal, evidentemente está forma parte de una subespecialidad. Sin embargo, este año he rotado casi en su totalidad en áreas neonatales, cuando me informaron que nuevamente iría al área Neonatal y de paso a la terapia intensiva, no sé imaginan la molestia que me dió. Hice cartas, escritos, reclamos al departamento para cambiarme de rotación, y nada de eso funcionó, sencillamente me tocó aceptar ir a la terapia, y aunque me cueste decir esto en voz alta, la estoy disfrutando bastante.

A pesar de no ser el lugar más feliz y sencillo con el cual lidiar de la tierra, me tocó rotar con personas bonitas y el ambiente de trabajo es llevadero. Por eso lo que dije al inicio, a veces es mejor no luchar contra la marea y sencillamente fluir con ella.

El tiempo pasa y pasa rápidamente, solo me queda acumular experiencias bonitas y aprender al máximo durante lo que dure este periodo de formación, que he de decirles que ha Sido de la época mas difícil de mi vida, ha puesto a prueba mi paciencia, mis niveles de resiliencia, mis capacidades físicas, mi manejo de emociones. Pero que sin duda alguna me ha hecho crecer no solo a nivel profesional si no también a nivel personal.

Hoy estamos a tan solo un año y medio de lograr la meta, y cada que miro hacia atrás, no saben lo orgullosa que me siento cada día de mi misma, de ver cómo cada día soy más hábil con ciertas cosas, como lo que hace un tiempo me daba tanto miedo hoy lo hago sin dudar. Ha Sido un proceso muy duro y difícil de sobrellevar, pero aquí vamos cada día dando lo mejor de uno mismo, con la meta más clara que nunca, trata de ser mejor persona y medico a diario.

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