Leía esta publicación tuya y pensaba mucho en mí.
Soy de los pocos que dio gracias por la llegada de la cuarentena. Ojo, la cuarentena y no la pandemia que ahora es endemia.
Soy un amante de estar en casa, no soy hombre de estar en la calle y como eso me gusta tanto, mi oficina es la casa.
Trabajo en short, me levanto a la hora que quiera. Puedo trabajar en la madrugada o después de mediodía o a primera hora del día o tal vez ni trabaje.
Es como tú dices, nada como tener mi propio horario.
Ahora, esa parte del vivir en pareja y hacer lo que nos gusta no me cuadró.
Nadie debe imponernos horarios en nuestras casas, se supone que en una relación nadie manda a nadie y las cosas se ponen claras desde el principio; yo por lo menos lo hago.
Los lunes para mí son como los días de descanso y los viernes también y los días cuando más le pongo energía son los fines de semana. No lo escogí, llegaron solitos y me siento cómodo.
Muy simpático tu contenido, me ha gustado mucho.
Que viva la libertad de horarios y las casas medio limpias.
Felicidades amiga.
Bendiciones para ti y los tuyos.
PD: bendiciones para tu sobrina pilas.Hola Ana María (@soyanafuentes)