¡Hola, Hivers!
Hoy quiero reflexionar sobre la esencia de Web3, que puede ser algo heredado y propagado entre individuos y comunidades. Pero me hago la pregunta: ¿Nos basamos en un pensamiento creado por un individuo o por una comunidad que representa un verdadero cambio en internet?
Esta pregunta surge porque, en el sector Web3, vemos que los VCs (venture capitalists) y exchanges privadas han estado distribuyendo una literatura y conceptos de Web3 que, en muchos casos, se alejan de los principios iniciales que filosofia propone. Estos principios son la descentralización, la propiedad y dirección por parte de los usuarios, y la resistencia a la censura, aspectos fundamentales que muchas comunidades todavía intentan defender y promover, por ejemplo: Hive.
Cuando hablamos de educación en Web3, también se presenta una contradicción. Muchas veces, los esfuerzos educativos están enfocados en promover productos específicos. Como he mencionado en otras publicaciones, este enfoque crea un patrón en el que se simplifica la narrativa. Por ejemplo, si alguien quiere que compres una moneda meme, te dice que las monedas meme son Web3, omitiendo la riqueza y diversidad del ecosistema. Esto limita la capacidad de las personas para explorar, cuestionar y entender profundamente los fundamentos de Web3.
Entonces, volvamos a la pregunta: la idea de Web3, ¿quién la define? ¿Cómo podemos estar seguros de que no es simplemente el capricho de un grupo o individuo con intereses particulares? La verdadera esencia de Web3 debe centrarse en beneficios tangibles: la resistencia a la censura, el acceso continuo a nuestros activos digitales y la capacidad de construir sin depender de las grandes corporaciones de internet. Sin embargo, estos principios solo pueden sostenerse si la comunidad los prioriza y los refuerza continuamente.
Aquí es donde debemos reflexionar como comunidad. Somos nosotros quienes, al construir bajo principios que realmente beneficien a los usuarios de internet, tenemos el poder de reinventar y consolidar la esencia de Web3. No significa rechazar todas las ideas heridas, sino cuestionarlas y asegurarnos de que sean útiles para todos o mayoría. Si permitimos que las narrativas generalizadas tengan el control sin cuestionamientos, se puede correr el riesgo de disminuir los valores fundamentales que nos condujeron a la creación de un espacio digital descentralizado.
Al final, el poder de Web3 radica en su capacidad para empoderar a los individuos y las comunidades. Esto no se logra aceptando ciegamente lo que otros nos imponen, sino siendo críticos, aprendiendo de diversas fuentes y participando activamente en el desarrollo del ecosistema.
Cada nueva herramienta, proyecto o concepto debe evaluarse en función de si en realidad cumple con los principios de descentralización, inclusión e innovación.
Si queremos que Web3 sea más que una moda pasajera o un conjunto de productos diseñados para solo extraer dinero de los tontos, debemos fomentar un espacio para la discusión abierta y honesta. Esto incluye tener la escucha activa en debates dentro de nuestras comunidades y construir juntos una visión más compartida. Solo así podremos evitar que los intereses de pocos que dominen el rumbo de esta nueva era de internet
Entonces, la pregunta queda abierta: ¿Qué estamos haciendo hoy, como individuos y como comunidad, para asegurarnos de que Web3 continúe siendo una herramienta de cambio y no solo una extensión del sistema centralizado o el que conocemos hoy en día? Es hora de reflexionar, actuar y mantener viva la esencia de lo que realmente que puede significar Web3.

