Una meta cumplida ESP-ENG

El dia miércoles 15 de junio del presente año fue mi graduación, en donde obtuve el título de Licenciada en Administración y Gestión Municipal, esta es una carrera que tiene su área ocupacional en alcaldías, siendo sus atribuciones todo concerniente a la vida municipal como lo son los servicios públicos, la seguridad, la vivienda, entre otros. Debo confesarles que cuando comencé la carrera en el año 2015 exactamente, no me gustaba y me sentía presa por el sistema quien fue que me asignó a esa universidad y a esa carrera, continué estudiando hasta que estudiaba para agradecerle a mi padre todo lo que había hecho por mí, el apoyarme en mis estudios y aconsejarme a nunca abandonarlos.

Congelé los estudios durante un año motivado a que me puse hacer un curso de peluquería porque pensaba irme a otro país debido a lo difícil que en ese tiempo era mantenerse en mi país de origen, tanto como, o estudiaba o trabajaba, bueno las cosas no resultaron como lo planeaba y terminé quedándome, retome los estudios en la misma carrera, porque poco a poco le fui tomando amor, ya no lo hacía por obligación ya era porque me gustaba.

Pero cuando ya me gustaba y estaba deseosa de aprender más llega la Pandemia del Covid-19 y ahora me tocaba ver las clases online, algo que me frustraba y no me gustaba para nada, yo soy del tipo tradicional, interactuar en un salón de clases con los profesores, con los típicos métodos de enseñanza, es la manera en la que aprendo más, pero ni modo así terminaron mis estudios, sin poder ni siquiera interactuar con mis compañeros de clase solo por redes sociales cuando teníamos una evaluación grupal.

Aunque debo aceptar que me benefició en algo, y es que durante ese tiempo salí embarazada y las náuseas de los primeros meses fueron muy feas, algo que agradecí es que no tenía necesidad de asistir en ese estado a la universidad o dejar de nuevo la universidad, porque entregaba mis trabajos por correo. Nació mi hija y aun así en el pos parto estuve haciendo mis asignaciones y cumpliendo con lo que se me requería, ahora un poco más complicado porque tenía que estar atendiendo a mi bebé.

Su llegada a mi vida no lo vi como un tropiezo para estudiar, lo contrario ahora tenía una motivación más por seguir estudiando, me sentía agotada porque un bebé recién nacido da mucho trabajo, en lugar de descansar cuando ella lo hacía, yo debía aprovechar ese tiempo para hacer mis tareas. De esa manera hice mi tesis, mi esposo y mis suegros me ayudaban con la bebé cuando la estaba realizando, me fue muy bien ya que obtuve una ponderación de veinte puntos.

El dia de la graduación mientras me encontraba en aquel teatro sentada pude recordar todo lo que me llevo a ese dia, todo el esfuerzo que conllevó, tantas noches en vela haciendo los trabajos, tantas veces que me tuve que ir caminando porque no me alcanzaba el pasaje, la vez en la que hubo fallo eléctrico a nivel nacional, las veces que tuve que eludir las marchas violentas que se hacían por el cambio político, son cosas que en su momento también me llevaron a pensar y a ponerme en retrospectiva si lo que estaba haciendo valía la pena.

Y les puedo decir que sí, vale la pena cada momento, cada segundo de tu tiempo, no cualquiera llega a portar esa toga negra que representa un logro en el que eres un profesional, en el que a pesar de las dificultades lograste llegar a una de tus metas más importantes de toda tu vida.

A ti querido lector te digo que si tienes una meta lucha por lograrla, no te dejes convencer por personas toxicas que no aportan nada en tu vida, cada segundo de tu valioso tiempo vale la pena si lo empeñas en algo que te hace feliz y te ayudará a progresar, esfuérzate por sacar esa carrera universitaria tan anhelada, haz el curso de lo que te gusta, y haz caso omiso a críticas. En un momento de mi vida me dejé llevar por malos comentarios, pero después pensé que sería un gran logro en mi vida terminar aquello que ya había empezado y así fue, no me conformaré con este logro. ¡Voy por más!