Tener amigas (desde la perspectiva de una mujer)

A cada lugar que voy y en el que he pasado algún tiempo he hecho una buena amiga.
Me enorgullece decirlo, porque siento que es una habilidad que se desarrolla con trabajo y tiempo, no surge de la nada. Socializar, hacer muchos amigos, quizás no sea mi fuerte. Pero hacer buenas amigas sí.
Hacer amigas es un arte que nos han vendido como tarea compleja: "Las mujeres son complejas, son competitivas, son envidiosas" "El peor enemigo de una mujer es otra mujer". Son generalizaciones que poco ayudan y generan miedo y rechazo para conectar con otras mujeres. Yo creo que el primer paso para hacer amigas, como mujer, es conectar con la propia feminidad, no desde un lugar impuesto, con un fin, sino como un medio que se puede disfrutar, y que a veces nos llevará a lugares más suaves, delicados, otras veces, será un lugar principalmente de abrigo y protección.
Luego de conectar con la propia feminidad, lo siguiente es tener la disposición de conocer a otra mujer. ¿Algunos rasgos tuyos como mujer te parecen desagradables/insoportables? Habría que trabajarlos, pues muy probablemente puedas conseguirlos en otras mujeres. De allí puede venir el comentario frecuente de algunas "se me hace más fácil hacer amigos hombres". Puede ser cierto, puede ser solo una preferencia personal, yo diría que una mujer no debería negarse la posibilidad de ser amiga de otra mujer.
Después de conocer, si ambas partes así lo quieren, se empieza a entablar una relación. A veces este establecimiento es torpe, como surge en la primera época de nuestra vida, en otras ocasiones es más elaborado. Particularmente, se me ha hecho más sencillo hacer amigas con las cuales sé que puedo contar en "momentos de vulnerabilidad". El café, las conversaciones, las risas y el disfrute suelen venir luego, pero antes, me gusta saber que estoy entablando una relación con una mujer de carne y hueso que me escucha, me entiende, me apoya y por la cual yo podría hacer/o estaría haciendo estas mismas cosas por ella.
Lo siguiente es cuidar. Y saber cómo cuidar a otra persona (la relación en sí misma) es algo más bien personal, como una planta que necesita más o menos agua, más o menos sol o sombra... Cuando tu planta se empieza a morir, no te molestes con ella, algo está pasando, quizás la estás cuidando diferente. Ser amiga de otra mujer implica ser intuitiva, paciente, empática, sensible...

Everywhere I go and every place I have spent time I have made a good friend.
I'm proud to say that, because I feel it's a skill that develops with work and time, it doesn't just come out of nowhere. Socializing, making lots of friends, may not be my forte. But making good friends is.
Making friends is an art that has been sold to us as a complex task: “Women are complex, they are competitive, they are envious” “A woman's worst enemy is another woman”. These generalizations are not very helpful and generate fear and rejection to connect with other women. I believe that the first step to make friends, as a woman, is to connect with one's own femininity, not from an imposed place, with an end, but as a means that can be enjoyed, and that sometimes will take us to softer, more delicate places, other times, it will be a place mainly of shelter and protection.
After connecting with one's own femininity, the next thing is to be willing to get to know another woman. Do some of your own traits as a woman seem unpleasant/unbearable to you? You would have to work on them, as you can most likely get them in other women. This may be the origin of the frequent comment from some women that “it is easier for me to make male friends”. It may be true, it may just be a personal preference, I would argue that a woman should not deny herself the possibility of being friends with another woman.
After getting to know, if both parties want to, a relationship begins to be established. Sometimes this establishment is awkward, as it arises in the first period of our life, at other times it is more elaborate. Particularly, it has become easier for me to make friends that I know I can count on in “moments of vulnerability”. The coffee, conversations, laughter and enjoyment usually come later, but first, I like knowing that I am engaging in a relationship with a flesh and blood woman who listens to me, understands me, supports me and for whom I could do/ would be doing these same things for her.
The next thing is caring. And knowing how to take care of another person (the relationship itself) is something rather personal, like a plant that needs more or less water, more or less sun or shade.... When your plant starts to die, don't bother with it, something is going on, maybe you are taking care of it differently. Being a friend of another woman implies being intuitive, patient, empathic, sensitive...