Mantener una vida sana y feliz en pareja requiere esfuerzo y dedicación y en esta oportunidad no soy la excepción puesto que estos casi 3 años han resultado bonitos pero difíciles y aún más cuando llegan a nuestra vida los hijos. Pero díganme ustedes ¿Quién no se ha enamorado alguna vez? Bueno, enamorarse es sorprendentemente fácil y puede ocurrir rápidamente, en minutos o segundos, o más lenta y gradualmente con el uso de expresiones faciales, sonrisas, caricias y con el transcurrir del tiempo.

Porque es que es fácil sentir "mariposas" en el estómago cuando besas por primera vez. También es similar a cómo tu corazón se siente como si latiera incontrolablemente la primera vez que te acaricia una mano. Es fácil experimentar el amor cuando dos personas se miran a los ojos en sueños.

Pero después de los primeros minutos, es igual de fácil olvidar cómo sucedió. Es fácil sentirse solo y creer que la hierba es más verde del otro lado. Sí, enamorarse es fácil, o incluso demasiado fácil. Lo difícil es mantener viva la llama del amor durante mucho tiempo porque después de enamorarse, en ese preciso momento es perseguir y sí, ser capturado, el amor se ralentiza. Con el tiempo, la pasión se desvanece, la chispa desaparece y el sentimiento de ser amado se convierte en la norma. No más secretos. Ya no hay ningún elemento sorpresa. Ahora es sólo una rutina diaria. ¿Cómo lo hace la gente? ¿Cómo se puede mantener una relación a largo plazo? Sólo hay una clave para amar. Tienes que elegirlo todos los días ya que cuando nos enamoramos, elevamos nuestras emociones al nivel más alto. Todo sobre el oponente parece interesante, único y maravilloso pero permanecer enamorado es una elección, dónde se trata de un proceso activo de toma de decisiones que requiere esfuerzo y compromiso. Es fácil enamorarse de alguien a pesar de todas sus buenas cualidades: inteligencia, belleza, bondad. Es fácil enamorarse de ellos.

Sin embargo mantenerse enamorado es la parte más difícil porque cuando se levanta el velo, lo único que quedan son dos personas imperfectas que intentan encontrar nuevas formas de enamorarse. Te quedas sin temas de qué hablar y acabas repitiendo las mismas historias una y otra vez. Y las manchas que cubrían nuestros ojos y nos impedían ver los defectos del otro poco a poco van desapareciendo.

Tal vez sea algo pequeño, como que sigue olvidando días importantes o que ya no está tan atento como solía ser. Quizás sea algo más grande. Por ejemplo, le gritamos a alguien cuando algo no nos gusta o cuando las cosas no salen como queremos y es que lo que pasa es que nadie es perfecto y todos nos vamos a casa con la mochila llena de defectos, por lo que mantener viva la llama del amor puede no ser tan fácil ni tan bonito como pensábamos en un principio, significa que eres consciente de que no es nada. Las personas que se enamoran y permanecen juntas no lo hacen porque no tengan otra opción, sino porque cada día es una elección y todos los días decidimos dar lo mejor por el otro.

Ahora bien, si queremos mantener una buena convivencia lo mejor que podemos hacer es tener expectativas realistas y, sobre todo, ser respetuosos y tener una buena convivencia, reconociendo que las cosas pueden salir mal, comunicarnos eficazmente y mostrar mucha paciencia y tolerancia. Porque son iguales como imaginamos o deseamos y puede que no siempre estemos con ganas de estar de buen humor o con ganas de reír, pero si la persona con la que compartimos nuestra vida realmente nos llena y nos hace felices, prestaremos mucha atención a la relación y a cada detalle dónde hay que intentar estar atento para así tener una excelente comunicación que sinceramente desde mi experiencia y punto de vista es la clave de todo.

Sin embargo tambien hay que tener en cuenta que las pequeñas cosas son tan importantes como las grandes puesto que la convivencia se compone de pequeños acontecimientos, momentos cotidianos que se repiten una y otra vez donde hay que ser respetuoso y sensible a los deseos y necesidades del otro, ponerse de acuerdo mutuamente, hacer concesiones cuando sea necesario, dejar espacio y tiempo libre para ambos, pero sobre todo se debe mostrar madurez en la forma de comunicarse. La mayoría de las parejas discuten sobre cosas cotidianas que se pueden lograr con relativa facilidad y comunicación activa, dónde optamos por ser muy educadas cuando hablamos, pero al mismo tiempo podemos ser agresivos u hostiles, criticando a los demás o haciéndoles sentir que no son lo que esperan y es que la comunicación agresiva y ruidosa tampoco conducirá a una relación duradera sino al fin de la misma.