ESPAÑOL
Hola amigos HIVE… hoy les traigo una historia biográfica de alguien muy especial que nació hace 58 años, con las ganas de si o si ya verán porque, sin más a continuación el pequeño relato… 1, 2, 3… acción…
Ese día Doña Teresa amaneció con muchos dolores, unas veces melancólica otras veces alegre. Se le entremezclaban los sentimientos. La mañana también se presentó medio triste y medio alegre. La confusión de sentimientos no era de esperar, él bebe que estaba pronto a nacer venia atravesado y sus hermanos estaban consternados por los sucesos. La hermana mayor corría de un lado a otro con desespero de quien no termina de hacer nada. La madre se quejaba cada vez más y su dolor iba in crescendo. Los rumores de la familia eran determinantes, había que hacer algo rápidamente. De momento, la hermana mayor salió despavorida por la puerta del frente de la casa con una rapidez inusitada, gritando que iba a buscar a la comadrona del barrio. Los hermanos menores permanecieron en silencio observando desde entre las cortinas del cuarto, pero tratando de explicar los hechos que le eran muy confusos. Pero juntos se preparaban para cazar a La Cigüeña que traía los niños, para eso custodiaban las entradas y las ventanas principales de la casa. Unos gritos desde la calle alertaron la llegada de la comadrona. La hermana mayor la custodiaba hasta la entrada de la habitación y espero aguardó en entrada de la misma, justo detrás de la cortina, porque así se lo impuso la comadrona. La mujer no tardo tanto en suponer lo peor de la situación en la que se encontraba Doña Teresa. Dijo tajantemente que la señora debía ir a un hospital porque el niño venia atravesado y que solo mostraba un bracito. Se desató el caos otra vez, había que movilizar a Doña teresa hasta el hospital más cercano y los minutos se agotaban. La hermana mayor resolvió el traslado con el auto de un vecino. Doña Teresa fue internada rápidamente y pasada a quirófano porque su embarazo se estaba pasando de tiempo y ponía en riesgo tanto para el niño como para la madre. Entonces la espera se prolongó por varias horas. Los hospitales para aquel momento no eran tan expeditos como en la actualidad. Todos los procesos eran más retardado y alejados. Mientras tanto, Doña Teresa se aferraba a su estampita del doctor José Gregorio Hernández pidiendo mucho por su hijo y por su salud. Pero los acontecimientos sucesivos tuvieron un final feliz. Una enfermera salió a darles las buenas nuevas y dijo: “el doctor tuvo que hacer cesárea y ambos niño y madre están muy bien gracias a Dios…” Los hermanos se alegraron al recibir la noticia en casa, dando gritos de fervor por todos los cuartos. Lo único que lamentaban era que no pudieron ver a La Cigüeña. Pero todavía no terminaba la vía crucis. Al tercer mes el pequeño bebe no pudo defecar más y el caos se volvió a apoderar de la casa. Comenzaron las carreras desde sala al patio y desde patio a la sala, con el niño cargado, untando cualquier remedio casero que sirviera para aliviar la afección. Pero entonces, Doña Teresa volvió a meter entre sus manos la estampita del Doctor José Gregorio Hernández, y oro con fe por la salud del niño. Fueron noches y días tragicómicos, pero llenos de preocupación mientras cada día avanzaba. Cumplido siete dias en ese estado de no defecación, él bebe mostro signos de pupú en sus pañales de tela, y un grito dando gracias recorrió todo el barrio, mientras los hermanos volvían a celebrar la buena noticia, el niño estaba mejorando. Esa siguiente mañana, Doña Teresa conto la verdad de lo sucedido en el quirófano del hospital a los hermanos, El doctor José Gregorio Hernández se le había aparecido aquella tarde y le dijo que se quedara tranquila que todo iba a salir bien, tanto la madre como el niño se salvarían. Por ese motivo, en la conversa doña Teresa se incorporó de la mesa del comedor donde estaban sentados todos, y les dijo que el niño se llamaría José por el doctor José Gregorio Hernández y como segundo nombre Alejandro por su papá. Entonces un seis de junio de 1963 a la una pm nació un niño llamado José Alejandro Tabares… gracias… a todos…
ENGLISH
Hello friends HIVE... today I bring you a biographical story of someone very special who was born 58 years ago, with the desire to if or if you will see why, without further ado then the little story ... 1, 2, 3 ... action ....
That day Doña Teresa woke up with many pains, sometimes melancholic, sometimes happy. Her feelings were intermingled. The morning was also half sad and half happy. The confusion of feelings was not to be expected, the baby that was soon to be born was in pain and her siblings were dismayed by the events. The older sister was running from one side to the other with the desperation of someone who has not finished doing anything. The mother was complaining more and more and her pain was increasing. The rumors in the family were decisive, something had to be done quickly. At the moment, the older sister rushed out of the front door of the house with unusual speed, shouting that she was going to look for the midwife in the neighborhood. The younger siblings stood silently watching from between the curtains of the room, but trying to explain the facts which were very confusing to them. But together they prepared to hunt down the Stork who was bringing the children, and for that purpose they guarded the entrances and the main windows of the house. Shouts from the street alerted the arrival of the midwife. The older sister guarded her until the entrance of the room and waited for her at the entrance of the room, just behind the curtain, because the midwife told her to do so. The woman did not take so long to assume the worst of the situation in which Doña Teresa found herself. She bluntly said that the lady had to go to a hospital because the child was pierced and only showed a little arm. Chaos broke out again, Doña Teresa had to be moved to the nearest hospital and the minutes were running out. The older sister arranged the transfer with a neighbor's car. Doña Teresa was quickly admitted to the hospital and taken to the operating room because her pregnancy was overdue and put both the child and the mother at risk. So the wait was prolonged for several hours. Hospitals at that time were not as expeditious as they are today. All the processes were more delayed and far away. In the meantime, Doña Teresa clung to her prayer card of Dr. José Gregorio Hernández asking a lot for her son and his health. But the following events had a happy ending. A nurse came out to give them the good news and said, "the doctor had to do a cesarean section and both child and mother are doing very well thanks to God..." The siblings were overjoyed to receive the news at home, shouting fervently in every room. Their only regret was that they did not get to see La Cigüeña. But the way of the cross was not yet over. In the third month the little baby could not defecate anymore and chaos took over the house again. The races from the living room to the patio and from the patio to the living room began, with the child loaded, smearing any home remedy that served to alleviate the condition. But then, Doña Teresa put the prayer card of Doctor José Gregorio Hernández in her hands again, and prayed with faith for the child's health. They were tragicomic nights and days, but full of worry as each day progressed. After seven days in that state of no defecation, the baby showed signs of poop in his cloth diapers, and a cry of thanksgiving went through the whole neighborhood, while the siblings returned to celebrate the good news, the child was getting better. That next morning, Doña Teresa told the brothers the truth of what had happened in the operating room of the hospital. Doctor José Gregorio Hernández had appeared to her that afternoon and told her to stay calm that everything was going to be all right, both the mother and the child would be saved. For that reason, during the conversation Doña Teresa got up from the dining room table where everyone was sitting, and told them that the child would be named José after Dr. José Gregorio Hernández and as a middle name Alejandro after his father. So on June 6, 1963 at 1 pm a boy named José Alejandro Tabares was born... thank you... to all...
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