El ser humano siempre ha querido volar. Imagino la sensación de plenitud y felicidad de quienes planean en sus ícaros o parapentes. Y sabemos que el amor – lo más grande que Dios ha dado al mundo – debe ser libre – en el mejor sentido de la palabra -. Nada debe ser a la fuerza, como dicen “obligado ni el Cielo”. Así que recordé la canción “Amor en el aire” de Rocío Durcal de cuando era apenas una preadolescente, Vi la película, por cierto, y me cuenta mi padrino que esa fue la primera película “de adultos” (Censura “B”) que vió en el cine.
Human beings have always wanted to fly. I imagine the feeling of fullness and happiness of those who glide in their icaros or paragliders. And we know that love – the greatest thing that God has given to the world – must be free – in the best sense of the word -. Nothing should be forced, as they say, “not even Heaven is forced.” So I remembered the song “Amor en el aire” by Rocío Durcal from when I was just a preteen. I saw the movie, by the way, and my godfather tells me that that was the first “adult” movie (Censorship “B”) that he saw in the cinema.