FRUSTRACIÓN. La distopía de una mujer que escribe. FRUSTRATION. The dystopia of a woman who writes. (ESP - ENG)

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Soltaré la necesidad de escribir lo que todos quisieren leer, y solo escribiré lo que necesito escribir.
Porque esa es la esencia de verdadero sentir de escribir, la absurda necesidad de sacar de aquí dentro lo que sea que nos atormente, porque es eso: una tormenta.
Da igual si es por amor, por odio, por tristeza, por apego o porque simplemente nos da la gana, al final es esa ese acelerar en el pacho que te hace sacar en letras lo que seguramente no podemos decir.
O por los menos eso es lo que yo siento, lo que me toca vivir cuando quiero hablar y no puedo, lo que quisiera contar y no me dan las palabras, lo que quisiera reclamar y no soy capaz.
He confesado mas amores en letras que con mi boca. He escrito cientos de cartas que nunca fui capaz de enviar y terminé viendo como se queman.
He inventado historias de mujeres que hacen lo que yo no soy capaz.
Como cuando acepté que amo con locura a un hombre que jamás se lo podré hacer saber. Escribo sobre otra yo, que no soy yo, pero es que es capaz de besarlo sin fin.
Por eso cuando el sentimiento me abruma y la impotencia de no vivir lo que deseo, escribo.
Porque escribo para vivirlo, para sentirlo real, para hacerlo mio, para olvidar o para recordar.
Escribo hoy para desahogarme como si fuese un escritora, porque me lo creo solo cuando escribo, pero no lo soy, aquí, en mi realidad, estoy lejos de serlo o quizá nunca lo sea.
Y no me importa si no lo soy, solo quiero escribir lo que necesito sacar de mi hoy.
Lo hago en rima sin querer, pero es que de niña lo aprendí hacer.
Me he cuestionado si elegí el camino correcto, si estudié la carrera ideal, si soy esto lo que quiero ser.
Cuando empiezo aceptar que de las letras y del arte no se vive, aparece algo o alguien que me pide escribir, que me lee textos muy viejos y me pide no dejarlo de hacer.
Otros ven un libro y me recuerdan, porque cuando me conocieron solo me vieron y escucharon hablar de letras.
Muchas de mis conversaciones incluyen el "una vez lei", entonces me doy cuento que he leído siempre y que escribir es lo menos que me debo.
Zafón, una vez escribió: "me crié entre libros, haciendo amigos invisibles en paginas que se deshacían en polvo y cuyo olor aun conservo en las manos", y ahí entendí que no era la única que se crió entre tales, ni que hablaba sola inventando historias que terminaba escribiendo en las ultimas hojas de sus cuadernos y después de leerla las borraba.
Era la niña que quería ser "dentista"... ¿cómo iba ahora decir que quería solo escribir?
Ahora soy la mujer dentista, pero mi niña interior sigue queriendo escribir.
Hoy tengo un sentimiento reprimido, quizá sea del amor no correspondido, de frustración por amor o el de aceptar que me callaré lo que siento para no perder lo que tenemos y lo que somos.
El cual me hacer darme cuenta que solo escribiendo puedo hacer real lo que sueño, y no me molesta hacerlo, porque la final escribir tambien es lo que quiero.
No soy escritora, pero estoy casi segura de que todos los escritores dejan sus historias algo que de ellos no pueden vivir, contar, explicar o hacer.
Entonces hacen de un personaje un clon exacto de lo que no pueden, y así al termino de escribir habrán vivido justo eso que creyeron imposible.
Todo este debate entre el querer escribir y no ser escritora lo hago porque hay una historia que me da vueltas y vueltas en la cabeza, y buscando el por qué he concluído que es porque quiero escribir al amor mas extraño que he vivido, y es extraño porque incluso hasta ahora es que me atrevo a decir que es amor.
Que lo amo sin querer, que lo extraño sin saber y jamás seré capaz de decirlo.
Pero la necesidad de escribirle es infinita.
Es decir, quiero escribir la mejor historia que jamas viviré, quizá al terminarla habré olvidado que amo desde mis entrañas al hombre que jamás tendré, y entonces esté preparada para vivir uno real. No lo sabré hasta que lo escriba.
O sencillamente abandonaré el arte la escritura; dejar de leer para soñar y solo hacerlo cuando mis días finales en esta tierra lleguen, no lo sé, es un desastre mi cabeza en este momento.
Hace unos días quería escribir, olvidar los años que pase en las aulas, de guardia y en las clínicas y ojala pueda decirlo por sentirme incapaz, de hecho confío en el potencial que puedo tener como profesional, pero os juro que hace unos días quería abandonar el sentir de ejercer, y sentarme aquí a escribir y aprender, estudiar lo que antes no pude y escribir las historias que me pare el cerebro cuando duermo.
Pero seamos honestos; me seré honesta, no te haces escritor por escribir ni te consagras por como lector por leer.
La realidad es una y los sueños son otros, no se en qué punto convergen uno y otro porque en mi vida aún no es así.
Incluso, en este mismo momento que escribo siento como si los dedos se fuesen solos y halan de mi cabeza las ideas que tengo y necesito escribir, se hace solo; nace solo, pero igual, insisto, eso no me hace una escritora, ni una literata íntegra.
De hecho he llegado a pensar que es injusto e incluso egoísta escribir aquellas historias que para mi realidad son imposibles, y aunque es la única forma que quizá logre vivirlas creo que nadie querrá leer las frustraciones, sueños o amores imposibles que vivo con tanta sensibilidad, apego y hasta euforia.
Así que he encontrado esta comunidad, al menos se que hay lectores por amor, y puedo escribir sin la máscara de hacerlo bien, porque es ni siquiera se si lo hago bien o no.
Si llegaste hasta aquí gracias por leer la extraña mente distópica de una odontólogo que quiere escribir, y si nadie leyó hasta aquí, entonces me agradezco a mí por escribir hasta aquí.

ENGLISH

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I will let go of the need to write what everyone wants to read, and only write what I need to write.
Because that is the essence of the true feeling of writing, the absurd need to get out of here whatever it is that torments us, because that is what it is: a storm.
It doesn't matter if it's out of love, hate, sadness, attachment or just because we feel like it, in the end it's that rush in the pit that makes you get out in letters what we surely can't say.
Or at least that's what I feel, what I have to live when I want to talk and I can't, what I would like to tell and I don't have the words, what I would like to claim and I am not able to.
I have confessed more loves in letters than with my mouth. I have written hundreds of letters that I was never able to send and ended up watching them burn.
I've made up stories of women who do what I'm not capable of.
Like when I accepted that I madly love a man that I will never be able to let him know. I write about another me, who is not me, but is capable of kissing him endlessly.
That's why when the feeling overwhelms me and the impotence of not living what I desire, I write.
Because I write to live it, to feel it real, to make it mine, to forget or to remember.
I write today to unburden myself as if I were a writer, because I think I am one only when I write, but I am not, here, in my reality, I am far from being one, or maybe I never will be.
And I don't care if I'm not, I just want to write what I need to get out of me today.
I do it in rhyme without meaning to, but I learned to do it as a child.
I have questioned myself if I chose the right path, if I studied the ideal career, if this is what I want to be.
When I begin to accept that one does not make a living from letters and art, something or someone appears who asks me to write, who reads me very old texts and asks me not to stop doing it.
Others see a book and remember me, because when they met me they only saw me and heard me talk about letters.
Many of my conversations include "I once read", then I realize that I have always read and that writing is the least I owe myself.
Zafón once wrote: "I grew up among books, making invisible friends in pages that melted into dust and whose smell I still keep in my hands", and there I understood that I was not the only one who grew up among them, nor that I talked to myself inventing stories that I ended up writing in the last pages of my notebooks and after reading them I erased them.
I was the girl who wanted to be a "dentist"... how could I now say that I only wanted to write?
Now I am the woman dentist, but my inner girl still wants to write.
Today I have a repressed feeling, maybe it is from unrequited love, from frustration for love or from accepting that I will keep quiet about what I feel so as not to lose what we have and what we are.
Which makes me realize that only by writing I can make real what I dream, and I don't mind doing it, because in the end writing is also what I want.
I'm not a writer, but I'm pretty sure that all writers leave their stories with something that they can't live, tell, explain or do.
So they make of a character an exact clone of what they can't, and so at the end of writing they will have lived just what they thought was impossible.
All this debate between wanting to write and not being a writer I do it because there is a story that goes round and round in my head, and looking for the reason why I have concluded that it is because I want to write the strangest love I have ever lived, and it is strange because even now I dare to say that it is love.
That I love him without wanting to, that I miss him without knowing and I will never be able to say it.
But the need to write him is infinite.
I mean, I want to write the best story I will ever live, maybe when I finish it I will have forgotten that I love from my guts the man I will never have, and then I will be ready to live a real one. I won't know until I write it.
Or I will simply abandon the art of writing; stop reading to dream and only do so when my final days on this earth arrive, I don't know, it's a mess in my head at the moment.
A few days ago I wanted to write, to forget the years I spent in the classrooms, on call and in the clinics and I wish I could say that because I feel incapable, in fact I trust in the potential I can have as a professional, but I swear that a few days ago I wanted to abandon the feeling of practicing, and sit here to write and learn, study what I could not before and write the stories that stop my brain when I sleep.
But let's be honest; I'll be honest, you don't become a writer by writing, nor do you become a reader by reading.
Reality is one and dreams are another, I don't know at what point one and the other converge because in my life it's not like that yet.
Even at this very moment when I write, I feel as if my fingers go off by themselves and pull out of my head the ideas I have and need to write, it is done by itself; it is born by itself, but still, I insist, that does not make me a writer, nor a complete literary woman.
In fact I have come to think that it is unfair and even selfish to write those stories that for my reality are impossible, and although it is the only way I might be able to live them I think no one will want to read the frustrations, dreams or impossible loves that I live with so much sensitivity, attachment and even euphoria.
So I have found this community, at least I know that there are readers for love, and I can write without the mask of doing it well, because I don't even know if I do it well or not.
If you made it this far thank you for reading the strange dystopian mind of a dentist who wants to write, and if no one read this far, then thank me for writing this far.

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Haz lo que te dice tù niña interior...Saca esas historias que quieren salir.

Saludos

No sé si es casualidad o respuesta divina, pero su comentario me ayudó a tomar par de ideas y darle forma hasta hacerlas real. GRACIAS, GRACIAS... Gracias.

Gracias, muchas gracias