Desde la otra orilla

in #historias7 years ago

La hora del crepúsculo te roza
con el ala de un pájaro muerto.

Los días se te entregan como campos baldíos,
las noches te regalan con pámpanos frondosos y racimos,
la hora del olvido dispersa las cenizas
y cuando subes la escalera del sueño
para caer en el cielo de nadie,
un ángel vagabundo recoge los fragmentos de las estrellas
con sus manos de niebla.

Hay frío en el aire,
el rosal, aterido,
medita silencioso una nueva esperanza:
¡Vendrá de nuevo abril! estoy seguro,
con su carga de don y desafío,
y la fascinación de los comienzos.

                                               (JMF)