Aquella tarde, en la cafetería, bebías un chocolate caliente, mientras yo olvidaba mi bebida en la mesa para poder acercarme a ti.
Estabas sentada, con un suéter vinotinto, recuerdo, te encontrabas muy concentrada mirando a la mesa, pensando quizás; era lo más probable, pero no te veías muy feliz, te veías tensa, molesta, y al acercarme a ti, pude notar como tu mano temblaba cada vez que tomabas el vaso y lo dejabas. Creí que tal vez estabas llorando, pero no, al observar bien tu cara, noté que estabas roja; realmente molesta. Debo admitir que me dió miedo acercarme, pensé que quizás terminarías golpeándome o algo, pero antes de que pudiera decirte algo, me miraste, simulé ver una mariposa o una mosca o cualquier cosa con tal de que creyeras que no te había visto, pero escuché tu risa arrogante.
-No disimules. Sé que llevas rato viéndome, sentía tu mirada.-Decías mientras girabas hacia mí, sentí que estabas más relajada.-Realmente tienes una mirada muy pesada.-Sonreías y yo no pude evitar sonreírte también.
-¡Está bien! ¡Me atrapaste!-Levanté mis manos en señal de rendición.-Pero, dime algo ¿por qué te veías tan molesta?-Allí tu semblante cambió y volviste a ser la misma chica de hace unos minutos.
-No... Tú no deberías preguntarme eso.-Tratabas de levantar la voz, pero no lo lograbas. Empezaste a temblar de nuevo.-Para eso tendrías que conocerme y yo a ti ¿no lo crees?-No supe que responder en el momento, no entendía si era sarcasmo o no.
-Entonces déjame conocerte, soy Lucas.-Extendí mi mano, y me sorprendió que la extendieras de vuelta, al igual que ver tu sonrisa de nuevo.
-Soy Naomi.
Me contaste qué era lo que pasaba; acababas de discutir con tu madre, la definiste como una de esas madres que quieren que sus hijos hagan lo que ellas dicen aún cuando ya el hijo tiene más de 20 años, ella quería que fueras a estudiar en otro país, tú no querías eso y aparte de eso, acababas de romper con tu novio, recuerdo que dijiste que no tendrías uno más nunca, lo cual hizo que mis esperanzas cayeran. Sé que acababa de conocerte, pero me encantabas.
Mi historia tampoco era la mejor, era el hermano mayor y responsable de un chico que no aceptaba ningún consejo y los que escuchaba era sólo para hacer lo contrario; si yo le decía, no tomes nunca ron, él iba y se tomaba 3 botellas y así iba, hasta que se convirtió en un caso perdido; se fue de la casa y quedé yo solo, sintiéndome culpable y pensando en que mis padres estaban decepcionados de mí.
Así que se me ocurrió una idea muy descabellada; que tal si desaparecíamos unos días de la vida de los demás y sólo éramos nosotros. Lo dudaste mucho, traté y traté de convencerte, pero decías que no, fuiste sincera conmigo; dijiste que te daba miedo sentir algo por mí, te daba miedo que algo ocurriera entre nosotros, te daba miedo salir lastimada otra vez. Me rendí.
Seguimos hablando un rato más, no tocamos más ese tema y nos despedimos, fue una despedida de verdad, era como si sólo hablaríamos ese día y ya, como si sólo fuera un momento y ya, un momento diferente.
Al irme y durar días en mi casa, solo, lamentándome por mi hermano y ahora por dejarte ir... te extrañaba, es por eso que no paré de mandarte mensajes cada día diciéndote; arriésgate, me preguntaba por qué no habías aceptado mi propuesta, si era realmente buena, lo necesitábamos y lo sabías, tú sólo tenías miedo y en cierto modo te entendía. Hasta que un día me llegó un mensaje tuyo que decía; me arriesgo. Salté de la cama, te llamé y empecé a empacar, esa noche nos conseguimos en la misma cafetería e iniciamos nuestro viaje, nuestra aventura, una en donde si, nos enamoramos, nos conocimos de verdad y que nunca nos arrepentimos de haberla vivido.
Fue un riesgo, un riesgo que valió la pena, un riesgo que vivimos, en el que perdimos, pero no perdimos; perdimos la confianza de nuestra familia, pero no perdimos el amor entre nosotros y hacia ellos. Y por más que lo nieguen, sé que nos quieren, sé que tu madre y tus hermanos te aman y yo sé que mi hermano y mis tios me aman. Lo sé porque aún logro darme cuenta que de vez en cuando mi hermano te llama para saber de mí y tu madre me llama para saber de ti.
Relato basado en: Riesgo-Los Mesoneros
Canción:
¡Final inesperado! me gusta, me gusta, me gusta. ¡Sigue así! :D.
Gracias por apoyarme lore! Claro que si! :* <3